Capitulo 40

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BANG.

Cerré mis ojos, pero no bloqueé la ensordecedora pistola que rompió el misterioso silencio de la noche que latía dentro de mis oídos.
Mason Defarge cayó al suelo sin vida, un río carmesí flotaba a su alrededor y perforaba la camisa azul.
Yo acababa de asesinar a otro ser humano.
Yo era un monstruo.
La pistola al suelo con un agudo ruido cuando mis músculos se debilitaron, mis rodillas empezaron a doblarse.
Mi cerebro no quería pensar más, y mi corazón estaba a punto de estallar em la montaña rusa de emociones que había estado.
La habitación empezó a dar vueltas alrededor de mí, y mis párpados comenzaron a revolotear cuando torpemente perdí el equilibrio, y perdí el control sobre mi cuerpo.
Entonces todo se volvió negro.
***

Cuando recupere el conocimiento, casi me convencia de que había despertado de un sueño malo.
Sin embargo, mis pesadillas y mi realidad fueron transformándose en uno.
Lo primero que noté fue que no estaba en el suelo como yo esperaba estar.
Estaba siendo cuidada en los cálidos brazos de un chico, poco a poco se balanceaba hacia atrás y hacia adelante.
Y me sentí segura.
Mis ojos se abrieron lo suficiente como para echar un vistazo a la camisa de cuadros que pertenecia a mi salvador.
Era la misma camiseta que llevaba cuando yo lo conocí, en ese avión.
Era Liam Payne.
Mi cuerpo empezó a temblar ligeramente, por la frialdad de la habitación, pero tambien de la realización que yo acababa de quitarle la vida de otro ser humano.
Me sentía adormecida.
Liam estaba de rodillas, sujetandome con firmeza sobre pecho, murmurandome "___, vuelve a mí, por favor. Lo siento, lo siento ... yo no lo decía en serio, nada de eso, no quise hacerte daño... estás bien... ahora estás bien..."
— ¿Liam? —Finalmente tome la fuerza de hablar, agarrando de un puñado su camisa y tirando de mí hacia él.
— ¿__? Oh, Dios mío, escúchame. Ahora estás a salvo, ¿de acuerdo? Te lo prometo. ¿Estás bien? __, lo siento mucho... —su voz era temblorosa y suplicante, sus palabras se derraman fuera de su triste boca.
Forcé a mis párpados abrirse, revelando mis cansados y enrojecidos ojos.
La cabeza de Liam colgaba a centímetros de la mía, unos pequeños rizos le caian por la frente, cubriendole sus marrones ojos.
Pero yo tenía que ver esos ojos, esos cálidos ojos que me habían mantenido fuerte, esos ojos que había sido mi pequeña luz de esperanza.
Lleve una mano hasta la cara de Liam, empujandole el pelo hacia atrás.
Suspiró inmediatamente en mi tacto, y su mirada se cruzó con la mía.
Algo sobre la forma en que me miró en ese momento envió escalofríos por mi espalda.
Usé mi dedo pulgar para quitar suavemente las lágrimas que habia en su mejilla.
— Liam, ¿Él es... es... Mason? —dije, mordiéndome el labio inferior.
— Si, cariño. Está muerto —suspiró Liam, acariciando mis largos rizos castaños que caían lánguidamente en su regazo—. Los chicos oyeron el disparo desde fuera, y le expliqué todo a ellos. Louis y Harry fueron a buscar a la policía.
— ¿Sam? ¿Qué hay de Sam? —Jadeé.
— Está en casa —Liam me informó—. Él no sabe nada d esto. Él está con Zayn y Niall.
Tomé una respiración profunda, y me sente,recuperando la compostura.
— ¿En qué habitación nos encontramos? —pregunté, mirando a mi alrededor.
— No estoy seguro —respondió Liam, frotando pequeños círculos en la parte baja de mi espalda—. cuando te desmayaste, yo sólo te lleve por el pasillo. Pensé que podrías querer alejarte de tu... sí.
Me tragué el nudo en la garganta seca.
— Liam —pregunté con timidez, mis ojos se centraron en mis manos mientras jugueteaba con ellas en mi regazo.
— ¿Sí? ¿Qué pasa? ¿Estás bien?
— Sí —Me reí entre dientes—. Estoy bien/
Liam se relajó un poco—. Bueno, ¿qué pasa?
— Bueno, para empezar: no creo que tu corte de pelo es estúpido.
Liam se echó a reír.
Una bella sonrisa cubrió lsus labios mientras su risa resonaba por toda la habitación, haciendo que mi corazón roto se reparara poco a poco, sólo por ese sonido feliz.
Cuando su risa se calmó, continué en un tono más serio—. Liam, de verdad. Esa noche del evento, yo... lo siento mucho, por lo que te dije... era una mentira, cada palabra... —balbuceé, mis ojos empezaron a tomar brillo.
— No te disculpes, __ —interrumpió—. Tengo que pedirte disculpas. Lo que yo te dije allí... fue.. inexcusable. De verdad lo siento. Debes saber que lo hice todo. Sólo estaba diciendo que a —
Liam no llegó a terminar lo que estaba a punto de decir.
Porque lo interrumpí, de forma rápida la coloqué una mano bajo su mentón y tire su rostro al mío.
Mis labios ansiosos presionaron ligeramente contra los sorprendidos de Liam, resultando en un feliz y breve, beso.
No tenía idea de lo que pasaba por la cabeza de Liam, pero para mí, a pesar de que nuestras bocas duraran casi un segundo, se encendieron fuegos artificiales.
Los nervios en mis labios fueron electrificados contra los de Liam.
Los ojos de Liam miraron a los mios mientras me alejaba, nuestros rostros aun a centímetros de distancia.
La comisura de sus labios se formaron en una sonrisa.
— Tu eres realmente algo más, __ Harper.
Me tomó la cara entre las manos y me atrajo hacia él, y me beso con urgencia una vez más, su boca bailaba con la mía, una sensación que hacia later a mi corazón salvajemente.
En ese momento, era como si nada podría estar triste en el mundo.
Yo nunca iba a llorar de nuevo.
Nunca me daria miedo otra vez.
Nunca me sentiria sola otra vez.
Debido a que Liam eramío.
Finalmente se apartó, pero se mantuvo cerca, mi respiracion subiendo y bajando cuando estaba en el hueco del cuello de Liam, escuchando el golpe de su corazón contra su musculoso pecho.
Gire mi cabeza hacia arriba mirando el adorable lunar de Liam que estaba en la parte inferior de su garganta.
— Gracias, Liam. Por... por uh, rescatarme.
— Haría todo de nuevo mañana —respondió, besando la parte superior de mi cabeza.
***


Liam me cogió de la mano cuando salimos de la casa, después de interminables horas de interrogatorios de la policía.
Al parecer, había sido Masón DeFarge, un delincuente buscado en Londres desde hace muchos años que se había escapado de cautiverio muchas veces.
Pero no importa cuántas veces la policía británica me dijo que haberle disparado a Mason fue un acto de noble coraje, me veia como una asesina de primer grado.
Había matado a alguien, y era algo que yo nunca pudiera deshacer.
Él se había ido, pero Mason DeFarge perseguiría a mi alma por tiempo indefinido. Podria encontrar una forma de acecharme, incluso en la muerte.
— Vamos a casa —susurró a mi oído Liam, dándome en la mano un apretón—. sé que estás cansada.
Los parabrisas del Bentley de Liam se balanzeaban de un lado a otro en el vidrio empañado, quitando las gotas de agua de la ventana.
Louis estaba en el asiento del conductor, indicándonos que nos subieramos al coche.
Liam y yo estábamos empapados con agua de lluvia en cuestión de segundos.
Alcé la vista hacia el nublado y gris cielo, permitiendo que las salpicaduras de agua fría besara mi cara.
Estiré mis brazos a lo ancho y cerré los ojos, como si estuviera abrazando el cielo nocturno.
Era consciente de lo extraño que me veia, pero no me importaba.
Sentí como las gotas de lluvia me estaban limpiando, lavando todo mi miedo.
Liam me dio una mirada burlona, tratando de protegerme del ataque de las gotas de agua con sus brazos—. ___ ¡estás loca! Vas a coger un resfriado!
— Pero Liam —me reí, tomando una respiración profunda—. soy libre.
Este era un nuevo comienz  

RESCATAME / Liam PayneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora