No tenia idea de lo que era mi plan mientras yo estaba en desesperación. Pero seguía corriendo, cálidas lagrimas brotaban de mis ojos, difuminando ligeramente mi vista, mi ritmo cardiaco aumentaba rápidamente a medida que corría. Casi podía ver la parte superior de mi departamento en la vuelta de la esquina. Ya casi estaba ahí.
De pronto, algo hiso que me detuviera.
Una pequeña tienda electrónica se ilumino con un letrero color neón que decía 'Abierto' dándome un pequeño contraataque.
Entre, agradeciéndole a Dios de poner esta tienda enfrente de mi apartamento.
Cerré la puerta detrás de mi, la campanilla que había arriba de ella sacudió mientras entraba, lo que indica que un cliente había entrado a la tienda. Yo respiraba entre cortadamente mientras me acercaba al mostrador, el hombre detrás de el me dio una mirada burlona. No lo culpo, yo solo podía imaginar que me veía como que había ido al infierno y había regresado.
—Por favor, dígame como bloquear un número de teléfono.— Dije sin aliento. El trabajador todavía no había dicho ni una palabra cuando recibí otro mensaje anónimo.
"¿Quién te enseño a correr así? Eres casi lo suficientemente rápida."
Un sonido similar al de un perro gruñendo se escapo de mis dientes apretados, mis ojos voltearon de nuevo hacia el trabajador.
—Dígame como puedo bloquear un numero — le exigí en voz baja, impacientemente sacando mis palabras.
El se burlo y levanto las cejas ligeramente.
—Eso depende de que tipo de celular tengas, y tu proveedor de servicio.— Explico con actitud.
—Bueno mi proveedor de servicio es originalmente de America, así que..—
Mi teléfono vibro en mi mano.
"Yo no iría allí, ___"
Contuve la respiración mientras le escribía enojada.
"¿Quieres apostar?"
Voltee hacia tienda, vi los estantes de los USB y pequeños ratones de computadora, cajas de cartuchos de tinta de impresora, y lindas fundas de colores para los celulares.
Pero las únicas personas en la tienda, era yo y el hombre enfrente de mi. Nadie mas.
Pero el seguía mandándome mensajes, donde sea que yo fuera.
"¿No quieres saber la verdadera historia sobre tu mama y tu padre, ___ Harper?"
Yo iba a rodar mis ojos y responderle que estaba siendo un estúpido, me reiría y fingiría que su mensaje no me había afectado en nada. El estaba tratando de meterse en mi cerebro y manipularme, de una forma usando a mis padres para llegar.
Yo no lo dejaría.
Sacudí mi cabeza y voltee mi vista hacia el hombre que lo deje confuso.
—Lo siento. — Murmure —solo quiero saber como conseguir este numero para que me deje en paz. —
Declare con desesperación, mis puños estaban cerrados.
Mi teléfono se ilumino de nuevo.
"Cuidado, ___. Se donde Liam pasa el rato. No queremos que le pase nada a One Direction, ¿verdad?"
Mi cabeza daba vueltas, no quería que le pasara nada al guapo chico de ojos azules, Louis, al adorable Irlandés Niall, al chico de cabello rizado, Harry y al chico de piel oscura Zayn. Luego Liam, su hipnotizante risa que resuena en mis tímpanos.
No. Yo jadee. Mi garganta estaba seca como el desierto de Sahara antes de cerrarme completamente, prohibiéndome de decir alguna palabra. Mi cuerpo parecía irse adormeciendo, el único sentimiento físico que podía sentir era mi corazón que latía con fuerza dentro de mi pecho. El trabajador perplejo detrás del mostrador estaba tratando de decirme algo, pero mis oídos estaban ensordecidos. Poco a poco me aleje del mostrador, avanzando hacia la puerta.
Claro. Este tipo podría jugar conmigo, yo estaba muy segura que podía soportar algunas bromas. Pero ahora, el oficialmente lo había hecho. El cruzo la maldita línea.
Su primer ataque fue que el falto al respeto los recuerdos sobre mis padres fallecidos, el segundo ataque estaba amenazando a Liam. Ahora, estaba tratando de hacerle daño a los cinco miembros de One Direction. Era hora de que me defendiera.
"No les hagas daño, no te atrevas a tocarlos." Le advertí, mientras respondía con los dientes apretados.
Exhale, con toda mi energía restante para mantener mi cabeza en alto con orgullo y dignidad, dándole a entender al acosador que estaba bien. Mantuve mis hombros hacia atrás y me seque rápido mis mejillas mojadas por las lagrimas. Empecé a caminar hacia mi departamento, el cielo oscuro lanzaba una sombra ominosa en la noche. Me dio el coraje de responder un mensaje olvidado de Liam.
"Liam, estoy bien, lo siento, te lo explico después."
Yo no quería pelear en esta guerra sola, necesitaba un aliado, alguien en quien confiar, necesitaba a Liam. Me sentí obligada a decirle sobre los mensajes, y pronto. Mi corazón se hundió cuando me di cuenta que ahora estaba muy involucrado en esto, recibiendo amenazas. Hablando de amenazas cibernéticas, me acababa de llegar otro mensaje.
"¿Entonces decidiste no bloquear mi numero? ¿me extrañarías tanto?"
Por alguna razón, su satisfacción me llevo un poco mas lejos.
—¡¿QUE QUIERES DE MI?! — grite terriblemente mirando el cielo. Ahora que estaba frente a las puertas de mi edificio, nadie ocupada las calles alado mío. Un viento frio soplaba mientras estaba afuera del edificio de pie, una vez mas estaba sola con el sonido de mi corazón latiendo agitadamente. Mi mano iba a girar la perilla de la puerta antes de que el acosador me respondiera, aprovechando del momento dramático que ocurrió, dejándome angustiada.
"___, gritar no es algo muy propio para una dama. ¿Tu madre no te enseño eso?" apenas tuve tiempo de parpadear cuando me llego otro mensaje.
"Haz lo que digo, y estarás bien."