¿Estás listo ya, pesado?—me gritó Lip desde el pasillo del Harbour.
Yo terminé de acomodarme la pajarita azul claro, a juego con la camisa y me miré de arriba abajo. Suspiré, me retoqué los cortos rizos y luego salí al pasillo para encontrarme con Lip.
— ¿Por qué tengo que ir vestido de mamarracho?—dije señalándome de arriba abajo.
—Cuidado con lo que dices Romeo—advirtió con picardía—. Yo me visto así todos los días.
—Pues eso digo—levanté una ceja y me pegué a la pared por que el chico se fue acercando lentamente hacia mí con su semblante amenazador.
— ¿Soy un mamarracho?—me preguntó apretando mis nalgas con las dos manos hasta hacerme daño. Negué de inmediato y luego le robé un beso—. Ya decía yo.
—Quita tus manos de mi culo, vas a arrugarme el traje—advertí yo ladeando la cabeza hacia un lado.
— ¿Qué pasa?, ¿No quieres ir a la fiesta?—preguntó agarrando mis manos y besándome cada nudillo suavemente.
—Sííí, estoy encantado, otra fiesta—ironicé alejándome de él, después de apartarme y darle un palmada en el culo.
Me dirigí hacia la mesilla de la entrada y saqué mis gafas, el móvil y la cartera de la bandolera y me los guardé en la chaqueta. Lip se reunió conmigo ahí, mientras no dejaba de mirarme extrañamente.
— ¿Qué?—inquirí poniendo los ojos en blanco a la vez que me reunía con Jason en el ascensor.
—Estás muy guapo—dijo recolocándome la chaqueta. El ascensor pitó y los tres nos montamos dentro—. Y no te preocupes, esta fiesta será diferente, te va a encantar.
Jason condujo quince minutos hasta "The Fairmont Hotel", y nos dejó en la entrada. En aquel hotel yo había echo la primera entrevista de mi carrera, la que me llevó a donde ahora estaba. La entrevista a Lip. Mi novio tenía allí una suite y la fiesta se iba a celebrar en el salón más grande de aquel hotel.
—Hay periodistas—aventuré.
—Sí, los he llamado yo—dijo Lip dejándome con la boca abierta.
Quería preguntarle por qué coño había echo algo así, pero salió del coche antes de que pudiera articular palabra. Luego Jason me abrió la puerta a mí y me reuní con mi novio. En cuanto salí quedé cegado por los flashes de los fotógrafos.
—Ahora no—dijo Lip amablemente a una periodista mientras la apartaba con la mano.
Entramos dentro, pero tampoco tuve la oportunidad de que me explicara nada de todo aquello, por qué Olivia nos recibió en la misma puerta. Era la primera vez que la veía. Era joven, y morena. Tenía el pelo corto a la altura del cuello y llevaba un vestido plateado por debajo de la rodilla y con brillantina.
—Señor Bay todo esta listo tal y como lo pidió—comenzó la mujer a caminar a nuestro lado sin siquiera darnos las buenas noches.
—Gracias Olivia—sonrió mi novio mientras nos parábamos frente a una puerta de madera tallada de doble hoja—. Te presento a Romeo Bay, mi chico.
—Sí, ya lo sé—dijo la mujer con indiferencia y una sonrisita muy graciosa—. Quiero decir, es un placer—la mujer se giró y me tendió la mano.
—Encantado Olivia.
La mujer rió y luego se apartó de nosotros. Lip abrió la puerta y un salón lleno de gente bien vestida lo recibió en aplausos en cuanto lo vieron. Yo palidecí de pura vergüenza y me reuní al lado de la chica.
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Los segundos Juegos de Bay
Roman pour AdolescentsTodo parece ir bien entre Bay y Lip, ahora que el multimillonario ha admitido sus sentimientos ante el periodista. Pero un nuevo impedimento saltará a la luz para martirizar a la pareja. Alguien del pasado va a volver para hacer la vida imposible a...