Era lunes nuevamente y debía ir a trabajar, por suerte mi jefa entendió mi situación y me permitió comenzar a trabajar medio día, fue una mañana un tanto atareada en la librería, no entiendo la razón pero en ocasiones se atesta de gente sin tiempo ¿que pretenden?que uno haga todo a la velocidad de la luz pero por suerte cuando mire mi reloj ya faltaba media hora para que termine mi turno
De camino al hospital me compre cigarrillos ya que no quería volver a tener que pasar por la incómoda situación de pedirle a un extraño.
Cuando llegue al hospital Betiana ( la enfermera) me informó que le subirían la dosis de morfina a mi madre por lo que estaría dormida la mayor parte del día, sugirieron que quizás lo mejor era llevarla a casa para que este en su hogar el tiempo que le quede, un frió profundo me invadió y me dejo mas triste que nunca. No estoy preparada para el final, mi cabeza no para de pensar y esto me destroza, siento como si un helado viento se hubiera metido dentro de mi.
Ella enfermó de cáncer pero yo caí en un profundo hoyo de sueños olvidados, dejándo mi vida, mis amigos y mi cuerpo mismo a un lado para intentar solucionar algo, intentar ayudar a la nada misma ya que ni la medicina más moderna y compleja puede saltear la muerte.Ya eran las siete de la tarde cuando comenzó la lucha para que mi madre comiera algo.
- ¡no quiero comer Alice! no van a obligarme- mi madre estaba gritando, desquiciada, odiando a todos los que pretendíamos ayudarla un poco. Sus ojos me miraban con odio puro mientrás intentaba girar la situación para que todos salgamos ganando pero lo único que logro sentir es cómo se me escapa la vida entre las manos, escurriendose como el agua de la lluvia, que está solo un tiempo para luego desaparecer.
- por favor mamá, necesitas comer- dije suplicándole prácticamente
- ¿para que quieres que coma? me voy a morir de todos modos ¡déjame en paz!-
Si había algo me destrozaba era eso, que mi madre no viera mas allá de lo que ella quería, en estos momentos siento que ninguno de mis esfuerzos es suficiente para que ella deje de ser tan cruel. Entiendo que esa sea su forma de ser pero ella sabe cuales son las cosas que más me duelen y me las dice de todas maneras. Esto es demasiado y estoy a punto de colapsar, mis ojos de llenan de lagrimas estupidas e incipidas que me dejarán en evidencia pero no puedo permitir que me vean caer, ni mi madre, ni las enfermeras.
Tome mi chaqueta negra , mi cartera y salí de la habitación sin decir una palabra, no quería pelear con ella y tampoco es un buen momento. Se que esta prohibido correr en los pasillos pero lo hago de todos modos para ver si quizás algo del malestar que tengo se cae de mi cuerpo en el trayecto.
La gente a mi alrededor se vuelve irrelevante mientras siento mi corazón latir fuerte dentro de mi, recordándome que estoy viva aunque por dentro creo que estoy muriendo yo también.Desearía tanto que todo esto sea un mal sueño, una pesadilla que en unas horas terminará y todo volverá a la normalidad pero no, no todos fuimos creados para ser felices en la vida.
Quiero gritar, esto es desgarrador y lo único que sale de mi garganta son unos tristes gémidos de llanto contenido mientras todo se congela en mi interior.
El balcón este vació, yo estoy hiperventilada, el viento helado golpeaba mis mejillas mientras mis lagrimas saladas caían una a una y ahí estaba yo, rota como nunca antes lo había estado,vacía, sin ninguna razón por la cual luchar , ensimismada, llorando en el silencio de la noche que se alzaba sobre el hospital aunque los días y las horas dentro de éste parecian correr de una manera diferente al mundo. Y ahí estaba yo ahogándome en mis propios pensamientos, deseando desaparecer o ser yo quién tenga que morir, es más fácil pues siempre sufren los que se quedan mientras el muerto descansa.
Golpee el frio cemento del balcon, una y otra y otra vez intenentando que este dolor, que este enojo se escapen poco a poco pero lo único que logre es que me duela la mano.
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Venus y Neptuno
Teen Fiction"Está no es la historia de dos personas conociéndose en el mundo. Es más bien, sobre dos mundos colisionando. Uno era azul, eléctrico, audaz, ávido, vibrante, vivo, sobre todo eso. Vivo. El otro, por el contrario, era pálido, calmo, triste, y esta...