Gris

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La vida continuó como si nada hubiera ocurrido, él siguió siendo el famoso Emanuel con su vida alocada y yo continúe siendo Alice intentando olvidar, intentando mantenerme con vida aunque sintiéndome cada día más muerta.
Volví a la vieja universidad que tanto había odiado, camine por esos pasillos llenos de jóvenes esperanzados, sin estar segura de lo que estaba haciendo, necesito ocupar el tiempo libre, necesito ocupar mi mente, conocer gente nueva, volver a ser yo. Volver a vivir

Después de esperar unos quince minutos ,la anciana mujer que tenía un tic en su ojo derecho y el  pelo dañado por tanta  tintura decidió levantar su vista y preguntarme con voz cansada y ronca 

-si?- 

- necesito el formulario de  reinscripción para el tercer año de diseño- 

Me miro, la mire, respiro y giro lentamente la silla hacía su derecha para buscar lentamente entre todas las hojas.

- aquí tienes, cuando lo completes debes solicitar una reunión con el rector-
- esta bien, gracias- 

No soy una persona que se destaque por su paciencia por lo que salí de esa pequeña oficina con un humor de perros.

-Alice?- oí decir a mis espaldas

Me volteé y ahí estaba mi ex mejor amiga, solo una chica que desapareció cuando más la necesité, solo una hipócrita con la consciencia tranquila solo porque asistió al funeral de mi madre, nos conocemos desde la primaria, era prácticamente una hermana para mi, era. 

- hola- conteste solo por educación.

- como estas? Ha pasado tanto tiempo-

- un año y medio-

- si, lo lamento mucho-

- yo también-

-retomarás la carrera?- dijo para evadir el silencio incomodo.

-si-

-genial! Eh, me tengo que ir pero nos vemos luego-

- adiós- dije y me marche.

<<zorra>>

Hace varios días que no tenía necesidad de fumar pero hoy era un día para fumar un cigarro, tomar café caliente y leer junto a la ventana... 

Era un día gris, un día que estaba a punto de llorar y bajar el animo de todos los humanos, obligándoos a quedarse en casa,  a verse las caras en la calle, salvo a mi, soy de esas pocas personas en el mundo que adoran estos días tristes, me reconforta, me alivia tener la lluvia repiqueteando sobre las veredas, respiro profundo y la humedad llena mis pulmones, mi pelo se infla pero no me importa, solo me interesa oír esa hermosa canción de cuna que nos brindan las nubes cargadas de agua.

Llegando a casa se me paralizo el corazón cuando vi el auto de Ema al otro lado de la calle, maldije para mis adentros y con una larga inhalación abrí la puerta de casa para encontrarme con una situación que definirla como extraña era poco.

-hola- salude 

- hola- contestaron timídos Luca y Beth, que se encontraban en la barra, Ema no saludo, solo estaba en el sofá con su mirada fija en sus manos cruzadas sobre sus piernas, era extraño, no se movía, solo estaba allí respirando, con la mirada perdida en algún punto de su memoria.
"Que paso? " pregunte entre señas.

Beth camino hacía mi cuarto, la seguí.

- que mierda?- susurré cerrando la puerta detrás de mi, como si de esta manera él no note que hablamos de él.

- su padre estaba en el hospital por una sobredosis por mezclar drogas y alcohol, no tiene familiares ni seguro médico por lo que pidió que contacten a Ema para que costee los gastos.- era increíble la capacidad de empatía de Beth, el dolor en su voz al relatar la historia que no es suya me decía más que las palabras al salir de su boca.

Venus y NeptunoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora