Jodida

17 1 1
                                    

Alice

Nuestros besos comenzaron a elevar la temperatura del acogedor departamento, las manos de Ema estaban nuevamente sobre mi espalda, me tomo por la cintura y me atrajo más hacía él para luego subirme sobre su regazo, beso mi cuello apasionadamente y yo hice lo mismo, estaba comenzando a desearlo intensamente y al fin nuestras pupilas dilatadas se cruzaron en una mirada cómplice que me decía que subiríamos de nivel.
Nuestras lenguas se conocian, y era tanto el placer de besae su boca, que lo haria toda la vida

- estas segura?- preguntó y yo lo calle con un beso.

sus manos quitaron mi blusa suavemente, sus ojos me miraban con deseo, me tocaba despacio, lo que me hacia etremecer y eso me hacía querer estar más cerca suyo, amaba que él sepa exactamente que hacer y como hacerlo.
Me tomo en brazos y yo entrelace mis piernas en su cintura, entre besos llegamos a la cama donde él se quito la remera y estuvimos los desnudos, en ese momento entendí que ya estaba jodida, no en el mal sentido, estaba jodida porque lo amaba y logre darme cuenta cuando el sudor se volvia delicioso, el placer y el amor se hacian lento, tanto disfrutamos que las palabras se escaparon de nuestras bocas, parecia ser algo especial.

Desperté sobre su pecho, me sorprendí a mi misma desnuda, en su cama con su cálido cuerpo rodeándome en un pequeño abrazo, él miraba hacía otro lado como si estuviera perdido en alguna parte mientras me creía dormida, podía sentir su rítmico corazón que había pasado a ser una de mis melodías favoritas.

Si, habíamos tenido sexo, si, fue mucho mejor de lo que hubiera imaginado, cada beso, cada caricia, todo lo que él hacía me encantaba, era perfecto cuando sus músculos se tensaban y su pelo se alborotaba, era simplemente perfecto.
En que estaba pensando? no tengo idea, él rompía todas mis barreras, sabia muy bien que hacer para que yo caiga, pero si así se siente caer bajo, creo que me gustaría caer una o dos veces más, literalmente siento que algo en mi cambio, pero esta vez no duele, esta vez es una sensación demasiado placentera y difícil de explicar pero el caso es que, no quiero que esta sensación dentro de mi se vaya y vuelva el vació.

Comencé a dibujar pequeños círculos con el indice sobre su pecho, sos ojos tenían una mirada extraña, ya no tan feliz pero aun así era agradable, sus ojos no parecían tan pardos con la luz del sol, sino más bien verde oscuro.

- buen día- dije estirándome

- hola- sonrío y me beso - estas bien?- pregunto con su voz grabe y algo ronca.

- si... ocurre algo?- pregunte al notar que evidentemente deseaba decirme algo

- lo de anoche... solo... no quiero que te sientas mal si...-

- no vuelves a hablar conmigo?- solté, me molesto algo el comentario.

- no es eso, realmente me gusta pasar el tiempo contigo, es solo que...- era extraño verlo así, titubeante al hablar, buscando las palabras adecuadas para decir las cosas simples, no voy a pretender que él deje de ser como es.

- que?-

- temo... lastimarte o algo-

- lastimarme? o no te gusta comprometerte con algo?- lo que mas me hacia rabiar era lo confesado la noche anterior

- veo que eres frágil Alice, detrás de todo ese caparazón con el que te presentas a los demás, eres una chica hermosa pero golpeada por todo lo que te ha pasado y no quiero ser el causante de una tristeza más, me sentiría una mierda si te lastimo pero no tengo nada para ofrecerle a nadie porque no puedo darte algo más que... esto. entiendes?- su voz me decía que estaba muy seguro de cada palabra pronunciada y eso me desestabilizo

-todo fue una puta mentira- pense en voz alta
- no es asi-
- y como es? Hiciste conmigo lo mismo que haces con todas las que te cuzas.

me senté de un golpe sobre la cama ¿como se supone que debo reaccionar a esto? no me molestaba el hecho de no poder tener nada con él, eso lo tenía en claro desde el primer momento pero me sentí completamente desnuda obviamente no de una manera física, sino desnuda por dentro, él en tan solo días me había analizado por completo, no tenía más nada con que defenderme y ahora mismo necesitaba esconderme en algún lugar lejos de él, era quizás una pequeñez lo que acababa de decir pero me hizo sentir demasiado vulnerable ante él, un simple chico (para mi) que me hacía sentir bien pero ahora sabía más de mi que yo misma.

- debo irme- dije finalmente y me levante para buscar mi ropa, que literalmente no recordaba en donde me la había quitado.

- espera Alice- dijo poniéndose en pie a la par mio

- solo... olvidemos que todo esto paso, okey?-

- okey- contesto complacido al parecer

Me vestí y peine, al marcharme Ema no me miro a los ojos, lo que me molesto aun más, ¿por que tenia esa necesidad de arruinarlo todo?, hacía tanto tiempo que no me sentía tan bien y él tubo que arruinarlo, a su vez no se si esto me sorprende, estoy algo confundida ya que no se que podía esperar de él ¿ que tengamos encuentros periódicos hasta que se canse de mi?, soy tan idiota, ahora me sentía avergonzada de mi misma, de ser tan débil.

El resto de mi semana fue exactamente igual a todas las demás, rutinaria, aburrida, gris. Ema me escribió en una ocasión, quería verme y hablar conmigo pero no conteste. Decidí irme el sábado y domingo a la casa del campo, no sabía cuanto tiempo más tendría hasta que mi hermana me la quitara para construir un edificio o quién sabe que proyecto tiene en la mira junto a su marido, los detesto, detesto que huelan el dinero a cinco metros de ellos e intenten aprovecharse hasta de las situaciones más horribles.

___________________________________________________________________________

Prepare mi bolso con la ropa que necesitaría para pasar ese fin de semana, realmente necesito una dosis de soledad y tranquilidad, no más notificaciones, no más ruidos de autos, no más bocinas, anhelaba escuchar a los pájaros cantar con libertad en mi ventana cuando yo despertaba y ver el sol reflejado en el pequeño lago.

- estas bien?- pregunto Beth extendiéndome una taza de té

- si- contesté aceptando la invitación a la charla que tendríamos después.

Algo que hacía a Beth mi mejor amiga era justamente esto, ella solo esperaba a que yo hablara, nunca me insistía para que le cuente lo que me pasa, simplemente espera a mi lado en silencio.

Le conté todo a Beth como siempre, reprimiendo las odiosas lagrimas que se acercaban a mis ojos sin razón, no me había dado cuenta cuanto me había afectado este maldito chico hasta que mi sonrisa aparecía mientras recordaba lo bien que me hacia sentir y a su vez mi voz se quebró cuando llegue al final del relato, ella me miro en silencio mientras yo contaba la historia sin sentido, ella siempre intenta ver el lado positivo de las cosas, siempre intenta hacerte sentir mejor, no creo que sea necesario contarles cuales son las cosas que habrá dicho.

- estas segura que estarás bien sola?- en ocasiones era tierno ver su instinto maternal aflorar.

-si- conteste subiendo mi mochila al hombro para irme.

Venus y NeptunoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora