Capítulo 4

66 2 0
                                    

Ewan.

Luisa me dijo que no saliera de casa pero se olvidó que aquí yo soy el mayor. Ni aunque me esté muriendo dejaría a mi hermana sola en la panadería, puede ser inseguro.


Inseguro porque Luisa ama las tartas de frutillas y puede estar comiéndose todas y no vender ninguna. Si seguimos así nos iremos a la quiebra.

Al llegar a la panadería de mis padres la veo casi como la imaginé,  comiendo una porción de tarta de frutillas y tomando té. Está con mi amigo Luke y eso no me lo esperaba.

—¿Qué haces aquí?.—mi hermana se levanta de su silla apenas cruzo la puerta.

—hola para ti también, vine a evitar que te comas las tartas.

—pero estas no se van a vender, además sabes que se harán feas si nadie las compra.

—¿y tu qué haces aquí, aprovenchando mi ausencia para comer tartas?.—esta vez regaño a Luke.

—amargado. Vine a buscarte a ti pero no estabas.

—¡quién se ha comido una de mis tartas!. —grita mi hermana haciendo sonar su voz con un toque de drama.

—burlate de mi cuando quieras.

—si te estás riendo es porque te pareció divertido.—rie.— ¿Cómo estás, dormiste bien?.

—muy bien, gracias por este día.

—lo mereces. Tienes que descansar porque ésta carita ha hecho ventas y ha tomado pedidos en todo el día, estaremos muy ocupados en estos días.—se señala.

—tienes que venir más seguido entonces.

—es que Lulú hace marketing, con tu cara larga es obvio que no vendes nada Ethan.

—Luke, te conviene terminar esa tarta cuanto antes que esto no es una cafetería. ¿Sammy sigue aquí?.

—si, está en la cocina con Daniel.

Camino hasta llegar a la cocina y me los encuentro a ellos con té y porciones de tartas.

—buenas tardes.

—ya sabía que no te ibas a quedar en tu casa, ¿quieres una porción?.—Samantha levanta la bandeja.—antes que digas algo, la tarta es de hace dos dias, no vamos a vender esto.

—coman tranquilos, no diré nada. Vine porque tenemos que sacar cuentas.

Sammy se levanta y camina conmigo hasta una sala pequeña.

Ella es una persona de confianza, era amiga de mi papá de toda la vida y se convirtió una personas fundamental en nuestra familia. Han pasado muchas cosas y hasta el día de hoy no nos ha dejado solos.

Comenzamos a juntar todas las boletas para comenzar a hacer el balance del mes. Acá anotamos cuantas ganancias y cuantas perdidas tuvimos en el mes, son muchos números pero nos aterran los resultados.

—no creo hasta cuando vamos a seguir estirando esto, Ethan.

—¿existe alguna solución?.

—ya hemos cambiado de proveedores. Podríamos cambiar las marcas para ahorrar dinero pero no sería el mismo resultado para la producción.

—eso no, la calidad es importante.

—Cariño, entonces ambos ya sabemos lo que tenemos que hacer.

—no, éste es nuestro ingreso fijo. Además, Luisa me mataría si hago eso, no lo va a aceptar.

—no hay otra salida, si seguimos así no vamos a endeudar. Tienes que vender el lugar o alquilarlo. No hay otra salida.

—¿si nos arriesgamos con cosas nuevas?. Hacer postres, mousses, cosas así.

—es el doble del trabajo. Ademas, los chocolates no entran en el descuento que Paul nos hizo. Si hacemos eso debemos pagar más chocolate.

—tienes razón.

—Ewan, yo sé lo difícil que es. Mirame, éste lugar lo levantamos junto con tus padres y para mi es muy difícil tomar esta decisión.—agarra mi mano.—pero como socia, ésto es lo importante: no nos podemos endeudar, bueno, tu sabes de éstas cosas, serás contador.

—si Sammy, lo sé. Además le debemos el quince porciento del sueldo a todos y ya no quiero que esto vuelva a pasar. Hablaré con Luisa y llegaremos a un acuerdo.

—buena suerte con eso.—palmea mi espalda.

—la voy a necesitar.

Hablar con Luisa no será el problema si no que ella acepte que vendamos o alquilemos este lugar. No será facil y tengo que prepararme bien para ésta charla.

>>>>>>>

Luego de pasar toda la tarde sacando cuentas de como solventar los gastos que  la panadería tuvo en este mes, terminé quedándome hasta que cerramos el lugar.

No hay solución que valga la pena, si seguimos así vamos a quebrar en pocos meses y dejaremos sin trabajo a nuestros amigos.

Eso es algo que me niego a hacer, necesitamos encontrar una solución rápida y que sea la más ventajosa para todos. Y ya creo que la tenemos.

—¿Qué tanto hablaban con Samantah?. — pregunta mi hermana mientras caminamos a casa.

—¿con Sammy?. Nada en particular. 

— tu por nada no fuiste, te conozco hermano. Me dijeron que estuvieron casi una hora hablando. ¿Qué está pasando qué no quieres contarme?.

— estuvimos sacando cuentas.

—¿Qué tipos de cuentas?. — ésta vez me mira.

— eres muy preguntona, primero lleguemos a la casa de los abuelos y luego hablamos Luisa.

—okey, esto es serio. Dime que está pasando.

— espera un poco, si voy a hablar será una sola vez y delante de todos.


BrokennessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora