capitulo 24

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Luisa.

— entonces salió todo más que bien.

— si Sammi, todo salió bien aunque estaba muy nerviosa.

— es que eso pasa, son nuevas personas y es la familia de tu novio. Hay una frase que dice: "no solo estás de novia con el, si no que también aceptas a su familia." En realidad eso dicen cuando se casan pero por ahora ese no es el caso.— ambas reímos mientras terminamos de trapear el local donde estaba la panadería.

— no sé si es tan así pero es un hecho que a partir de ahora tenga que compartir momentos con la familia de Jack, el es muy familiero.

— bueno, es importante llevarte bien con la familia y sus parientes pero poné tus límites, Luisa.

— eso siempre.— muevo mi mano con un gesto de despreocupación.

— recuérdame el nombre de su madre.

— Anne.

— no me suena, el de su padre.

— no lo recuerdo, es más, nunca me lo dijo. Jack no tiene buena relación con su padre.

— entiendo.

— mucha charla entre ustedes dos, ¿ ya terminaron?.

— aca no sos mi jefe ni nada Ewan, mocoso.

— extrañaba pelearte.— Ewan se acerca y la abraza repartiendo besos por su frente.

— ya, ya, ya, me estas dejando baba de Molly en mi rostro.


— pongámonos serios que el comprador vendrá en menos de diez minutos.— Daniel nos regaña mientras sacude su ropa.

— al principio no quería vender el local pero esa decision no me corresponde solo a mi, ustedes dos tienen más derecho a esa decisión que nosotros.— hablo mientras formamos una ronda entre los cuatro.

— Luisa, no digas eso.— me responde mientras me abraza.

— es la verdad Dan, ustedes junto a mi papá formaron esta sociedad y compraron este lugar, yo no puedo ser egoista y pensar solo en mi porque sé que el dinero nos ayudará a todos. Gracias por esperarme a que procese todo.

— ¿ambos están seguros de esta decisión?

— claro que si.— responde Ewan y yo asiento con mi cabeza.

— en ese caso, Daniel y yo creemos que es mejor vender el local y comenzar de cero.

— está perfecto, estoy de acuerdo.

— yo igual.— responde mi hermano.— ya hablamos con Luisa y decidimos que ustedes se queden con el setenta por ciento de la venta, mientras que Luisa y yo vamos a dividirnos el porcentaje que queda.

— no chicos, es mitad y mitad.— Samantha frunce el ceño.

— no Sam, ese dinero es como nuestra "herencia" y vamos a recibir ese porcentaje, es suficiente para nosotros. Estamos estudiando una carrera y ya tenemos encaminado nuestro trabajo, con eso nos alcanza.

— además, como dijo Luisa, esto es su vida, sus ahorros y esfuerzos, nosotros tomaremos una pequeña parte les guste o no. Aceptenlo.

BrokennessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora