Ilegal

3. Colección.

Porque eres todo mío, ve y muéstrales a quien le dices papi...
Me parece que están molestos porque, nene, desearían tenerlo.

Suit & tie.
—Justin Timberlake ft. Jay-Z.

~♥~

SeHun estaba en su despacho, admirando la belleza que había fabricado durante las noches de insomnio que le había proporcionado el recuerdo de LuHan. Sí, ese chiquillo de preciosos ojos lo tenía hechizado y estaba seguro que no había vuelta de hoja.

Ese beso... ¡Diablos!, había significado todo para él. El roce de esos labios y de esa lengua pecaminosa lo habían puesto tan duro como una roca pero jamás lo admitiría frente a su mejor amigo y asistente por más que le preguntase sobre el asunto.

La puerta de su oficina se abrió y rápidamente apartó la vista del collar, logrando ver a JongIn sonriéndole desde la entrada.

—¿Lo encontraste?

—Por supuesto, está en la galería de YiXing.

—Bien... —murmuró el pelinegro, metiendo el collar en una caja de terciopelo azul y, entre el listón a juego, colocó sobre con una nota que él personalmente había escrito. —Acércate —ordenó y le tendió el objeto que tenía entre sus manos. —Llevarás esto a la galería y le dirás al asistente de YiXing que se lo entregue a LuHan.

JongIn asintió y luego negó con su cabeza, sonriendo por todas las locuras que estaba haciendo su amigo por aquel hombrecito.

~♥~

—¿No has pensado que ya es tiempo de darle hijos a JunMyeon? —preguntó LuHan, mirando fijamente a su amigo.

YiXing suspiró y con el pincel que tenía en su mano, llenó la mejilla del joven rubio con pintura roja. LuHan se hizo el ofendido haciendo una "O" con su boca y se cruzó de brazos. El chino le sonrió, dejando ver ese precioso hoyuelo que se marcaba en su mejilla.

—Supongo que aún no es tiempo.

—¡Vamos, YiXing! —Se quejó el menor —Llevan tres años de matrimonio, por lo menos deberían tener un chiquillo con tu sonrisa o con el cabello de JunMyeon porque sí somos sinceros, su sentido del humor es un asco y espero que su hijo no lo herede. —aclaró LuHan, escuchando la exagerada risa de su amigo.

Era cierto, JunMyeon era un fracaso cuando se trataba de bromear y sinceramente no sabía cómo rayos su amigo había caído ante los encantos del tipo aunque, cabía destacar que era un hombre muy brillante y un excelente profesional.

Cuando la risa del chino se detuvo, se limpió las manos y dejó en agua el pincel para que las cerdas no se hicieran duras y feas. Luego tomó la mano de LuHan y lo llevó hacia la silla que estaba frente a su escritorio, indicándole que tomara asiento y luego, rodeó la mesa para acomodarse y poder charlar con calma.

—Quiero disfrutar de mi hombre unos años más. —suspiró. —Digamos que me encanta como me hace suyo, cada vez que su pene se adentra en mis entrañas y me coge a lo salvaje, eso, no quisiera cambiarlo aún. —aseguró YiXing y LuHan estaba boquiabierto.

—Ew, no necesito los detalles.

Era cierto que su amigo no era el hombre más discreto del mundo pero jamás lo había escuchado hablar tan abiertamente de lo que hacía por las noches con JunMyeon.