Ilegal

7. Mírame.

No me gusta la forma en la que él te está mirando. Estoy empezando a pensar que lo quieres a él también...
¿Estoy loco?, ¿te he perdido? Aunque sé que me amas, no puedo evitarlo.

Jealous.
—Nick Jonas.

~♥~

LuHan se sentía morir de felicidad el lunes por la mañana, cosa que jamás sucedía.

Y es que no podía olvidarse de SeHun... No podía los labios del hombre besando cada parte de su cuerpo, las grandes manos que lo habían tocado como si se tratara de un pedazo de cielo y esos ojos oscuros que le hacían perder la cabeza.

—¡LuHan! —gritó KyungSoo desde la entrada, corriendo para alcanzar al rubio.

El chico se sonrojó, saliendo de sus pensamientos y auto-regañándose por estar tan jodido por su papi.

Giró su cabeza, mirando a KyungSoo y fallando como los grandes al intentar parecer calmado. Su mente seguía inundada de SeHun y no podía evitarlo.

—Kyung... —susurró, dándole una media sonrisa al chico de ojos grandes.

—¿Por qué estás rojo, LuHan? —Preguntó —estás casi del mismo color de mi cabello. —bromeó el chico, sonriéndole.

LuHan se llevó las manos a la cara, ocultándose detrás de ellas, claramente avergonzado.

—No puedes saberlo, KyungSoo. —contestó el rubio después de un rato, mirando de reojo a su amigo.

—Creo que sé muchas cosas que no debería saber, Hannie. —contestó, frunciendo los labios.

LuHan se sorprendió ante la confesión de KyungSoo y un poco temeroso preguntó:

—¿Qué sabes?

—Bueno, no es como que tenga un jefe muy discreto. —contestó el pelirrojo mientras subían las escaleras hacia el segundo piso de la facultad de artes.

Y entonces LuHan supo que YiXing había hablado demás -como de costumbre- y que, seguramente, había dicho una que otra morbosidad acerca de su escapada con SeHun.

—¿Qué te dijo YiXing exactamente. —preguntó, deteniéndose justo fuera del salón de KyungSoo.

—Bueno... Después de alardear de la sesión de sexo salvaje que le dio JunMyeon dijo que posiblemente, solo tal vez, SeHun te tendría atado de pies y manos a su cama mientras te follaba. —soltó el pelirrojo como si fuera la cosa más natural del mundo.

¡Joder! YiXing podía llegar a tener una lengua muy larga pero jamás imaginó que describiría la situación tan gráficamente.

LuHan soltó una risita nerviosa y se puso rojo nuevamente.

—KyungSoo, te juro que no fue como lo describió YiXing... —susurró avergonzado.

—Tranquilo, Hannie. No te voy a juzgar y por el brillo en tu mirada puedo decir que ese hombre te hace feliz. —afirmó. —Sin embargo, tengo clase y debo entrar.

LuHan le dio una sonrisa deslumbrante. KyungSoo seguía siendo tan directo como siempre y eso le gustaba.

—Te veo al rato, Soo... —contestó, viendo al de ojos grandes hacer su camino hasta su asiento, siendo testigo de todas las miradas que recibía por parte de sus compañeros.

KyungSoo era conocido por llamar la atención de cualquier hombre que se le pusiera en frente. No estaba de más admitir que el chico tenía muchos admiradores del sexo masculino. No era de extrañarse que nunca se le conociera una pareja sentimental. Era muy reservado y LuHan agradecía eso infinitamente. Al menos por parte del pelirrojo nadie se enteraría de las folladas que le daba SeHun si es que algún día se atrevía a contarle un poco de esos encuentros.