Capítulo 16

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☆☆En el lago☆☆

Hacía un calor inusual. Luna había terminado su jornada se encontraba tranquilamente recostada a la sombra de un gran árbol junto al lago.

La mañana de ese lunes había sido excesivamente aburrida, la directora había puesto una serie de pruebas antes de los exámenes y a su clase le había tocado dos horas con ella en el Gran Comedor. Por otra parte, no le salió muy bien la prueba en la clase de Aritmancia y la profesora Vector la puso un aprobado muy bajo en un ejercicio y le dijo que debía repetirlo al día siguiente, por lo que no se desanimó mucho, sólo debía seguir practicando. Quería ser optimista, miraría de nuevo el libro, aunque en ese momento sólo quería relajarse respirando el dulce aroma a hierba mojada, notando la cálida brisa de ese día milagrosa y extrañamente soleado. Quería aprovechar los pocos rayitos de luz que quedaban del día.

No había parado de pensar en la conversación de la tarde anterior con cierto rubio Slytherin. Se preguntaba si había hecho bien al contárselo todo sobre el hechizo de su madre, aunque si hizo mal ya era tarde. Una parte de ella confiaba en Malfoy, esa parte que lo veía gracioso, reflexivo,... con un cierto atractivo... y que le hacía sentirse extraña. Hasta que no se empezó a relacionar con él, nunca había sentido nada parecido al hablar con otro chico, hacía que se sintiese más confusa y nerviosa de sus propios actos. Por otra parte, debía reconocer que tampoco hablaban muchos chicos con ella. Y encima era el primero al que había besado. Luna no sabía qué sentía en ese momento hacia él, pero no era rencor por chantajearla con un objeto muy valioso para ella, ni tampoco se sentía cautivada al haberla descolocado un poco estos días; Era una mezcla de compasión rozando un poco la ternura, ternura las veces que se besaron. Debía de ser eso, un sentimiento de ternura por ser al primero al que le regaló un roce se sus labios.

Para ella nunca fue muy importante el tema de los besos hasta que no lo experimentó con el chico, y le dio pena que él regalara besos por rencor y para ofender ya que ese, según Luna, no era el propósito de un beso, por eso se puso el objetivo de desprender un poco de esa arrogancia y ese mal humor del corazón del Slytherin con la tregua, así que empezaba a pensar que sí hizo bien al confiar en Malfoy.

Estaba descalza y se había quitado los calcetines y la túnica del uniforme por el calor. Había que aprovechar los pocos días de ese sol que quedaban, así que decidió dar un paseo por la orilla del lago ahora que no había gente. Se levantó y cogió su libro de Aritmancia para ojear el ejercicio que no conseguía resolver. De paso pensaba ir a visitar a sus admirados Thestrals al bosque prohibido, les había guardado algunos filetes y fruta en la hora del almuerzo. Se mojó los pies en el agua fría y cristalina y se sintió a gusto, comenzó a recorrer toda la orilla distraída con el libro y tarareando el himno de Hogwarts.

Por otra parte, la mañana de Draco había sido fructífera ya que gracias al trabajo de Luna le habían puesto muy buena nota en Historia de la Magia y trabajando en la "Brigada Inquisitorial" había castigado a unos chicos de tercero por intentar faltar (huir) a las clases de Umbridge y la directora le dejó esa tarde de vigilancia libre.

Como después de sus dos últimas clases tras el almuerzo ya no tenía nada que hacer, decidió dar una vuelta por el lago con una "amiga" y admiradora de su misma casa con la que llevaba tiempo hablando. La chica de Slytherin aún no había llegado, así que Draco decidió hacer tiempo dando una vuelta por la orilla del lago. Se quitó su túnica y el jersey aflojándose la corbata y subiéndose también las mangas de la camisa para estar más cómodo. Cuando ya llevaba un rato caminando con su maletín a cuestas, pasó cerca de unos árboles y vio una túnica colgada de una rama y una bolsa naranja con algunos libros fuera a los pies de un árbol grande que daba mucha sombra. Fue a ver si la túnica era de Slytherin y su amiga ya había llegado y no le encontraba. Tenía muchas ganas de pasar la tarde con ella, sí, pero sólo para divertirse y añadirla a su lista de conquistas, el chico no escondía otro sentimiento más fuerte que el de una mera atracción física. Era el galán de la casa Slytherin, ¿qué chica se le resistiría? Se acercó al árbol y cogió la túnica sin mucho cuidado, al ver el escudo pudo reconocer que la prenda le pertenecía a alguien de Ravenclaw. El bolso le sonaba de algo. Le entró la tentación de mirar dentro por si encontraba algo de valor. Encontró unas gemas brillantes azules y amarillas, muchos libros de cuarto curso y un pergamino con un dibujo de una media luna con las iniciales "L.L."

Secretos en la lunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora