5. ¿Qué hay en el frutero? ¿AC↯DC?

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Capítulo cinco: ¿Qué hay en el frutero? ¿AC↯DC?

Axel se agachó para recogerme el lazo del mono, que acababa de caérseme. Me lo tendió y al sentir su piel rozando la mía, tomé aire.

–¿Cuántas llevas en la lista? –pregunté para distraerme un poco.

–Ninguna –respondió.

Lo miré muy sorprendida, tanto que le exclamé:–¡¿Ninguna?! Tío, hace tres días que hicimos el trato. Yo ya llevo unos tres, creo.

Sus ojos se oscurecieron rapidísimamente.

–Oh –fue lo único que respondió.

–No me digas que te has enamorado de mí y no se te levanta con ninguna otra –dije divertida, y él sonrió.

Era una sonrisa tan falsa como un puto billete de tres pavos. Y no sabía porqué.

–Bueno –añadí al ver que no iba a decirme nada–, si quieres seguir reinando supongo que tendrás que ir poniéndote las pilas, porque yo esta noche no duermo sin echar un polvo.

Llegamos a mi coche y no supe si él tenía quién lo llevase a su casa. No fue en eso en lo que me preocupé cuando noté que mi cuerpo se apoyaba sobre el maletero y que Axel había posado sus manos sobre mi cintura.

Me senté sobre la lisa superficie de mi Audi y Axel se acomodó entre mis piernas. Lo sentía cerca, muy cerca.

–¿Qué coño estoy haciendo? –mascullé al posar mis ojos sobre sus labios.

–¿No dijiste que no ibas a dormir sin follar antes?

De pronto, un tío vestido completamente de negro pasó por detrás del mujeriego y los auriculares que cubrían sus orejas despedían a todo volumen Highway to Hell, de AC↯DC. Aquel ritmo me hizo volver estrepitosamente a la realidad.

–Tengo pepinos en el frutero.

Lo aparté con una mano y volví a pisar el suelo. Sin mirarlo, di media vuelta al coche y entré en él. No podía creerme que estuviera a punto de liarme con él. Era un puto aprovechado. Sabía que estaba mal por lo de Anne y no dudaba en utilizar mi desnudez mental.

–¡Vas a saber quién soy de verdad por haber intentado follarme! –le grité por la ventanilla, y pisé el acelerador para salir disparada hacia atrás.

Por poco lo atropello. Y me la sudaba de una forma pasmosa.

Me había calentado, y esa vez sí, en los dos sentidos. El calentamiento sexual se me iba a pasar rápido, pero el cabreo lo dudaba. Mañana mismo iba a humillarlo como a un puto perro, que era exactamente lo que se merecía.

Será aprovechado el muy hijo de mierda...

Bendito AC↯DC y la hora en que crearon una canción tan cañera que te haga ver las cosas con claridad.

Llegué a casa y lo tuve claro. Iba a hacer que Axel corriese. Que corriese, no que se corriese.

Porque con Adriana Gomez no se juega. No no, cariño.

Puedes Llamarme Hombreriega, MujeriegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora