Capítulo 13: Decid hola

2.6K 110 2
                                    

Había pasado una semana tras aquel "terrible" suceso.

Dos palabras habíamos cruzado desde entonces y entre nosotros se podía respirar una tensión considerable. No entendía su actitud aunque tampoco la mía, ¿Por qué actuar de este modo si no éramos nada? Nos mirábamos de reojo pensando – como idiotas – que el otro no se daría cuenta, bajábamos las miradas cuando "sin querer" se cruzaban sus ojos verdes con los míos y viceversa, evitábamos el mínimo roce que se producía por "error" entre nosotros... ¿Por qué? Él, aquel día, me confesó que, de alguna manera, era especial en su vida y obviamente, como todas habéis observado, él lo era para mi pero el hecho de saber que se me escapaba de las manos era una buena razón para mostrarme neutral frente a Peter, a pesar de llegar a casa y ahogarme entre mis propias lágrimas como si todo acabara ahí, espera ¿acabar?, acabar ¿qué?, no puede acabar algo que, por desgracia, nunca empezó.

Otro día más que pasaba en mi calendario sin ninguna novedad. Desde que tenía este humor tan intolerable era siempre la misma rutina, una monótona y aburrida rutina. No me despertaba con ganas de sonreír, todo era .. ¿cómo decirlo sutilmente? Bueno, era un auténtico coñazo y mierda, una mierda también. 

Aquel día fue una excepción, había decidido - ¡por fin! - cambiar de aires. ¿Os acordáis cuando anteriormente lo había dicho pero no puesto en práctica? Bueno, era el momento de cumplir con mi palabra.

"Look nuevo, vida nueva" nuevo lema, para una nueva Lali pero no solo cambiaría físicamente, también lo haría en mi forma de ver la vida, no podía pasármela entera llorando, observando solo lo malo que me sucedía sin valorar los pequeños detalles que me regalaba esta. Tenía 16 años y no sabía lo que era disfrutar. Debía comenzar a tomarme esos errores como una enseñanza, como en aquellos libros donde en su última página se encuentra una moraleja la cual te hace reflexionar. Así sería a partir de ahora mi vida, con una moraleja al final de cada capítulo de ella.

Enfrascada en mis pensamientos – de momento- optimistas, escuché el sonido que me anunciaba la llegada de un nuevo mensaje. Cuando lo cogí, mis ojos se abrieron automáticamente, lo reconozco, estaba confundida. ¿Peter? ¿Qué querría Peter de mi?

"El sábado celebro una fiesta de despedida en mi casa sobre las 23:30 hrs, estás invitada. El lunes me marcho de aquí. Un beso, te espero.

Peter."

¿Y ahora qué? Quedaban dos días y yo no tenía aún muy claro como empezar a cambiar, debía sorprenderle, eso era lo que de verdad me importaba, el resto me daban completamente igual. La nueva Lali le quería a él, y le quería ya.

Estuve pensando toda la tarde en si pedir ayuda a Cande o no para este cambio y finalmente decidí hacerlo por mí misma, sería una sorpresa y nadie sabría de ello.

De nuevo el sonido de mi teléfono me destrozó la burbuja, esta vez era una llamada y venía de mi padre.

- ¿Papá?

- Lali, preciosa. ¿Cómo estás?

- Bien Pa, ¿qué pasa?

- Nada, no te preocupes, te llamaba para recordarte tu cita de hoy con el dentista. - ¡MIERDA, MIERDA!

- Sí papá, allí estaré, gracias por recordármelo, me había olvidado totalmente.

- Te quiero, hija. - Y colgó.

Salí de la consulta sintiéndome diferente, el hecho de no llevar más los hierros en mis dientes era una sensación de.. ¿cómo explicarlo? ¿libertad? Sí, libertad. Ahora podría lucir una dentadura perfecta y blanca.

Antes evitaba sonreír por aquellos brakets, ¿y ahora? Ya no tenía excusas para no poder reír de manera natural y lo más importante, sin sentirme avergonzada.

El paso uno ya estaba hecho, el paso dos era el tema de la moda. Había estado observando la manera de combinar colores de manera que todo quedara bien, sin "horteradas". La moda era algo pasajero que un día está pero al otro día ya ha cambiado aunque no podía negar que me había causado cierta curiosidad, la forma de las ropas, sus estampados.. en fin. Gracias a todo eso me había dado cuenta de que el armario de mi abuela estaría incluso más modernizado que el mío, debía por mi bien y reputación renovarle.

Esa misma tarde iría de compras, compraría incluso nuevos zapatos y complementos. Tenía las ideas muy claras, solo hacía falta ponerlas en práctica.

Daba comienzo mi nueva etapa, mi nueva yo os decía hola.

-----

Gracias por todo.

¿Y ahora que pasará?

Charo.

Cambio radicalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora