Capítulo 22. "Dudas"

1.9K 114 6
                                    

    ¿Alejandro?¿Qué coño hacía él aquí?  

 -¿Qué haces aquí? - pregunté extrañada.

- Vaya, no era ese el recibimiento que esperaba de ti. - su tono era serio, no como el que había utilizado antes en el bar.

- ¿Y qué esperabas? 

- ¿Te he asustado? 

- Pues sí, Alejandro. No me gusta que me sorprendan de esta manera - aunque quizás si hubiera sido Peter sí. Joder Lali, otra vez él en tu cabeza no, ¡sal!¡te ordeno que salgas de aquí ya!- y menos cuando no "conozco" - mientras decía eso gesticulaba con mis dedos las comillas, moviendo a la par el índice y corazón, arriba y abajo-.

- Ya, te entiendo, perdón. La verdad que no era mi intención, solo iba a mi casa y te vi, quise llamar tu atención y toqué tu hombro, tampoco creo que haga falta que te pongas así de borde, chica.

  - Me caías mejor cuando no hablabas tanto ¿sabes?

- Una pena, tu a mi ya me gustas. 

- ¿Eres siempre tan directo? - alcé ambas cejas, como a diario lo hacía cuando: uno, me daba igual y dos, me sorprendían; esto, definitivamente, me había sorprendido. 

- No te lo creas, me gusta tu personalidad para que tu me gustaras primero deberías ganarme.

  - ¿Yo ganarte a ti? - bufé y reí a la vez - deja de decir gilipolleces. Ni quiero, ni voy a perder el tiempo en alguien que no me interesa.

- ¿Estás segura?

- No, segura no, segurísima sí.

- Te haré cambiar de opinión, no lo dudes.  

- Soy demasiado difícil para alguien como tú, seguro que las chicas hacen cola para conquistarte y ¿adivina que? soy la excepción. Te repito: n-o m-e i-n-t-e-r-e-s-a-s - Dije en un susurro aproximándome a su labios para dejar los míos a escasos centímetros de estos y al instante, separarme, me sentía observada e incómoda ¿qué había pasado? pensé poniendo de nuevo rumbo a casa.

- No vuelvas a hacer eso o lo lamentarás, ya lo sabes. - ¿cuando se había puesto a caminar a mi lado?

- Mira, no te aguanto más, todo lo que tienes de lindo lo tienes de insoportable y plasta. - una carcajada brotó de sus labios y fue la culpable de que a mi se me escapara una sonrisa. Odiaba eso, odiaba que me hicieron reír cuando quería aparentar estar enfadada. - ¿Se puede saber que te hace tanta gracia? 

- Tú y la forma en la que pretendes hacerme creer que estás molesta conmigo cuando en realidad te reconforta mi compañía. - ¿Como lo sabía? en realidad, su compañía era una forma de llegar sana y salva a casa sin ningún percance que me marcara tanto como lo hizo el último suceso al que me enfrenté.

- Egocéntrico. 

- Enfadona. 

- Imbécil.

- Te encanto.

- ¿Y qué más? - dije en el tono más irónico que me pudo haber salido en ese instante.

- Te hago reír. 

- ¿Te crees el único capaz de hacerlo? 

- No, pero me gusta irme a casa sabiendo que te he sacado una sonrisa verdadera, no fingida como seguramente haces siempre. - me molestó que me conociera tanto en tan solo unos minutos, me molestó que llevara razón y me molestó el darme cuenta que había sido el segundo chico en sacarme una sonrisa no-fingida. Mostrándome indiferente respondí.

- Pero, ¿y tú que coño sabes?. Mira, mejor ni me respondas, tengo prisa. Aunque no me gustaría, ya nos veremos. - Acto seguido me puse a caminar y tras mis pasos escuché su carcajada junto a una despedida que prometía un nuevo encuentro no muy lejano.  

Llegué a casa y durante todo el camino no pude dejar de pensar en Alex, ¿de qué manera había afectado su llegada a mi vida?¿por qué tenía esa confianza con él si apenas nos conocíamos? ¿por qué su presencia me ponía nerviosa? y lo peor - o mejor, depende de como se mire- ¿por qué no pensaba en Peter cuando estaba con él? 

Quizás todo era una prueba que el destino me ponía para poder olvidar a ese que me había dejado plantada con la promesa de un sentimiento mutuo en aquel aeropuerto hace un mes, ¿debería plantearme dar una oportunidad a Alejandro? Me hacía reír aunque me irritaba, era lindo y atento pero había algo que fallaba en él, algo que desequilibraba la balanza.. su ego y la seguridad que él tenía en que cayera a sus pies. Tenía mi orgullo y aquello no iba a suceder, lo tenía claro, más claro que el agua.

Sin mucho más en lo que pensar, acabé por ducharme y meterme en la cama.

El día había sido muy largo, con muchas cosas en las que pensar, con demasiadas rayadas en mi cabeza, con demasiadas decisiones que tomar. 

Mi corazón seguía partido y eso no iba a cambiar pero ¿Alex? joder, otra vez estaba en mi cabeza.. perdón, estaban. Pensándolo mejor, ahora mismo no quería estar con nadie, ¿para qué? el chico que me había enamorado no tenía ni idea de donde estaría y Alex.. bueno, Alex era una excepción porque no estaba enamorada -obviamente- pero había algo en él que llamaba mi atención.. quizás eran sus ojos, o su sonrisa, no lo sé. Con esos pensamientos y malestar interior me fui quedando dormida.. pero antes de entrar en un sueño profundo me desveló el sonido de mi móvil, el cual me indicaba que había llegado un SMS a mi bandeja de entrada, esto me hizo replantearme de nuevo la existencia de whatsapp.

Noté como mi piel palidecía.  

                                                                                "Te vi" - Peter.  

  ¡¿Peter?! Mi piel pálida empezó a ponerse rojiza debido a la rabia que sentía en esos momentos. Desde que había cogido el avión hacía quiensabedonde no me había dado ningún indicio de sentimientos hacia a mi, me había sentido ignorada y traicionada, en realidad, quien se había sentido traicionado era mi corazón y junto a él, mi amor; el amor que le había regalado en apenas semanas para que él ni corto ni perezoso lo rechazara de esa manera. Y ahora, justo ahora, venía a enviarme ese "te vi" el cual solo podía ser un error, un maldito y puto error, ¿cómo mierda iba a verme?¿ a verme donde? Era tal la rabia y el enfado que se apoderaba de mi que decidí contestarle lo más seca que pude, necesitaba hacerlo, necesitaba mostrarle que estaba enfadada.. no, enfadada no.. furiosa, estaba furiosa con él.  

                                                                      "Te has equivocado" - Lali.  

  Y cuando pensaba que no respondería más, su respuesta llegó y junto a ella, una noche de insomnio y alguna lágrima haciendo compañía a ese sentimiento de decepción.  

-------  

Gracias por los comentarios y votos.  Voy a seguir subiendo "cambio radical" hasta el final, que no sé cuando será porque no tengo ni idea de cuantos capítulos va a tener. Os iré informando y de nuevo gracias y mil gracias más por sus votos y comentarios.    Besos infinitos para todas mis lectoras ocultas y sin ocultar. 

Cambio radicalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora