Katherine toma su cabeza entre sus manos, algo frustrada, pero al mismo tiempo, pensando en aquel sueño. Fer y Nico están frente a ella, comiendo y a la vez discutiendo sobre el problema de la pelinegra. Ambos chicos discuten como siempre, solo que esta vez de la cordura de su amiga.
-¡Eso no está bien, Nico!
-¡Claro que sí! ¡Ver cosas no significa que estés loca! -exclama, casi gritando, el chico.
-¡Shh! -los reprime Katherine con cierto fastidio.
En eso, un trío de chicos curiosos se les acerca. La discusión les llamó la atención y una vez más, reconocieron a la pelinegra hasta el último instante. Los chicos se acercan con cuidado a ellos, algo intrigados.
-Bajen la voz -dice en un susurro casi audible, pero solo para sus amigos. Éstos se quedan callados.
-Hola -saludan los recién llegados, demasiado amable para el gusto de Katherine pero aún así asiente. Sus amigos corresponden el saludo con el mismo entusiasmo que los otros.
Un segundo de silencio incómodo, dos, tres...
-Tenemos una duda sobre la institución -dice el castaño- ¿Dónde están los baños? Hemos recorrido todo y no los vemos.
Katherine se alegra internamente de que los Holder no preguntaran sobre su conversión o que siquiera hayan demostrado el menor indicio de haberlos escuchado. Intenta poner su mejor sonrisa.
-Como la escuela es de dos pisos, hay dos baños. El de abajo está por aquí, entre la cafetería y la entrada, y el de arriba entre el aula de educación física y el aula de química.
-Gracias -interrumpe Eric y sale corriendo hacia los baños. Sus hermanos se burlan de él apenas sale corriendo.
-¿Podemos esperar a Eric aquí? -pregunta Jonathan.
-Claro -les sonríe la rubia.
Los dos chicos toman asiento y esperan pacientemente hasta que el celular de Fernanda se hace sonar. Está, con una clara confusión, contesta. Katherine se tensa inmediatamente cuando la rubia pronuncia la palabra mamá, sabe que su amiga está hablando con ella, pero se pregunta de qué. Los padres de Fer nunca le hablan a su celular y menos durante clases.
Fer se levanta de su asiento, hace una seña de ahora vuelvo y camina hacia la entrada del instituto. Katherine presiente que algo no anda bien, pero no le menciona nada a Nico porque los dos Holder están a su lado.
-¿Y porqué no nos cuentan algo sobre ustedes?
-Bueno, yo... debo ir al aula de arte, pero Katherine tiene mucho que contar. Adiós.
El chico sale disparado hacia aquella aula y Katherine lo mira, mientras se aleja, algo impresionada y a la vez molesta. ¿Por qué la deja sola con los Holder? Katherine no los conoce, son unos extraños y por más amigables que parezcan lo siguen siendo. Katherine mira a los chicos algo incómoda. Jonathan se aclara la garganta.
-Bien, entonces cuéntanos algo sobre tí -la chica hace una mueca.
-Bien, nací aquí. No aquí en la escuela, claro, sino en el Estado. Mis padres biológicos murieron hace como un año, tal vez más -se encoje de hombros. El tema de la muerte de sus padres no es algo en lo que piense muy seguido e intenta no darle tanta importancia frente a los demás aunque por dentro, la curiosidad la carcome-... Y ahora, los padres de Fer me adoptaron. Vivo con ellos. Supongo que es todo. ¿Ustedes?
-Bueno, los dos también somos adoptados, por los padres de Eric, de hecho. Jonathan es de la India y yo japonés de padres estadounidenses.
-Eric y sus padres son ingleses -agrega el castaño-, de hecho allá nos adoptaron y años después llegamos a vivir a Florida hasta ahora que llegamos aquí, a Oakland.
Katherine asiente, ahora, un tanto curiosa.
-¿Y cómo fueron a parar a Londres?
-Huíamos de ahí. Es una trágica historia. No has de querer oírla -la chica alza una ceja, algo desconfiada. ¿Primero le preguntan sobre su vida y ahora no quieren hablar de ello? Algo evaden. Afirma la pelinegra en su mente.
-De hecho me gustaría. Por algo pregunté. Además, suena una interesante anécdota.
-Okey -Alex suelta un suspiro y se deja caer en su asiento-. En Europa había una organización secreta, se hacían llamar los jinetes del apocalipsis. Eran cuatro, como en la biblia y ellos raptaban niños para hacer algo con ellos.
-¿Que cosa?
-Experimentos -responde Jonathan por su hermano con rostro inexpresivo-, los usaban como unas viles ratas de laboratorio. Cuando me topé con ellos mis padres acababan de fallecer y yo huí de casa. Solo corrí, solo quería salir de ese lugar. Los jinetes me encontraron y me capturaron.
-En eso mis padres y yo estábamos de viaje. Nos detuvimos en la frontera de la India para descansar cuando vimos a un niño gritar desde una camioneta. Mis padres fueron a ayudar y los jinetes los mataron y me llevaron con ellos. Logramos escapar cuando estábamos cerca de Londres y la policía nos llevó a un orfanato...
-...Y ahí mis padres los adoptaron -termina Eric Holder, quién escuchó la conversación por detrás de un muro-. Jonathan y yo teníamos alrededor de nueve y diez años, y Alex tenía ocho. Y henos aquí.
-Juntos. La familia perfecta -habla Katherine, dejando a los Holder extrañados-. Disculpen, debo irme.
Se pone de pie y cuelga su mochila en su hombro derecho. Jonathan y Alex se ponen de pie por reflejo. Al principio Katherine luce un poco extrañada pero hace un asentamiento de cabeza y se marcha.
Los tres chicos se quedan de pie, comunicándose con la mirada, mientras la chica divaga entre el tiempo; entre lo sucedido y lo que está por suceder, pero si algo es seguro es que su futuro estaba demasiado lejos de aquellos pensamientos, que aquello que está por suceder no era ni una minúscula partícula comparado con el cúmulo cósmico de aquel destino.
Katherine Jhonson es especial y como toda persona especial, tendrá un futuro especial. Solo que nadie lo sabe aún. Excepto tal vez, Víctor.
N/A: titulo inspirado en un capítulo de Diarios de Vampiros.
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Guerreros: Las Piedras Del Ángel
FantasyHace miles de años, cuando el hombre dió sus primeros pasos en la tierra, se les encomendó a los arcángeles cuidar de éstos por orden del creador. Cuando aquellas criaturas celestiales bajaron a la tierra, el suelo en el que cayeron quedó bendecido...