«Muy corto» es lo primero que piensa Katherine, cuando Fer deja un vestido en su cama.
Ambas intentan decidir que usar, pero para Ketherine la ropa siempre es muy corta, mientras que para Fer, siempre es muy formal.
Katherine regresa el vestido a su armario y otra cosa llama su atención, saca una falda negra de rayas horizontales y verticales blancas, una especie de blusa sin mangas que se amarra por el cuello y tiene un cierre en la parte de la espada.
—Este —afirma la rubia—. Te quedará hermoso. Solo falta algo...
Busca entre sus cosas hasta sacar de ahí unos zapatos y una chaqueta de mezclilla.
—Ya, lista. Ahora ve a cambiarte antes de que lleguen los Holder.
Katherine rueda los ojos pero aún así obedeze. Cuando la pelinegra sale del baño, Fer ya tiene un vestido en mano, dispuesta a ponérselo.
Fer alza una ceja al ver a su amiga.
—Te ves hermosa, solo necesitas un poco de maquillaje y estarás lista. Siéntate en lo que yo me cambio.
Katherine toma asiento en la cama de la rubia y toma su celular entre sus manos. Un mensaje le llega casi a la par y, extrañada, lo abre. El número es desconocido para ella pero la a curiosidad la llama. Cuando el mensaje es abierto, una imagen aparece en la pantalla y el frío se extiende por su cuerpo.
Una masacre, un pueblo reducido al polvo, cuerpos sin vida y sin esperanza. En sus cenizos rostros se dislumbra el horror como la máscara de su último suspiro. Muerte, en pocas palabras, es lo que aparece en la pantalla. Las lágrimas inundan sus sorprendidos ojos y sus manos tiemblan. La escena le resulta tan familiar que su pecho duele, que su corazón le pide a gritos en cada latido, que aparte la imagen.
Y así lo hace, la parte consiente de su cerebro deja caer el celular al suelo. Suspira entrecortadente y da un vistazo de la pantalla, en ella aparece una oración. Ahora la parte impulsiva actúa. Estrella el celular contra la pared con tanta fuerza como le es posible.
Fernanda sale del baño totalmente asustada y encuentra a su amiga en el suelo, vidrios a su alrededor y con una expresión de terror y náusea juntas. Está temblando, está llorando, está en trance. Fer se acerca con cuidado y sacude a Katherine de los hombros. Ésta no reacciona, se limita a seguir con su llanto. La rubia ve el celular hacia abajo en el suelo, rodeado de más vidrios, y camina hacia él.
Lo levanta con cuidado y ve la pantalla destruida, más sin embargo se puede leer con claridad una oración que hiela los huesos, a pesar que no sabe lo que significa «La destrucción de tu pueblo se aproxima».
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Guerreros: Las Piedras Del Ángel
FantasyHace miles de años, cuando el hombre dió sus primeros pasos en la tierra, se les encomendó a los arcángeles cuidar de éstos por orden del creador. Cuando aquellas criaturas celestiales bajaron a la tierra, el suelo en el que cayeron quedó bendecido...