Capitulo 18: Pésimo servicio

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Por la mañana, luego de despertar, Katherine encuentra una bolsa con algo de ropa en los pies de su cama. Al revisarla, encuentra un conjunto completamente negro con una nota que dice:

Este es el traje de los guerreros. Puedes usarlo debajo de tu ropa normal. Sólo úsalo.
–Eric.

Decide hacerle caso y lleva toda su ropa al pequeño cuarto de baño de la habitación. Mientras el agua corre por su piel, los pensamientos de Katherine van a mil por hora. Medita por completo la situación, lo que pasará. Sabe que lo que le dicen los Holder es real, pero una parte de ella se niega a aceptarlo.

Se coloca la ropa de negro, la cual consiste en una blusa y un pantalón negro, la tela se siente ligera y resistente y se pega a su piel por completo. Luego se pone unos jeans y un suéter verde.

Cuando sale del baño, los Holder ya están esperándola.

—¿Encerio ese es su traje?

—Sí. Está hecho de Kevlar que es una tela antibalas y también resiste bien las espadas —dice Alex.

—¿Por qué se pega tanto a la piel?

—Te da libertad de movimiento. Sé que no se ve muy bien pero puedes agregarle una chaqueta de Kevlar para que sea más resistente.

—Es el último grito de la moda guerrera —añade Eric.

Alex rueda los ojos —Además, una vez que completas tu iniciación te dan una armadura. Solo la tienes a cierta edad debido al peso. No solo es moda, Eric.

—Bien, ya debemos irnos —interrumpe Jonathan— Se supone que entregamos la habitación hace cinco minutos.

—Oh, adelántense ustedes. Voy en un minuto.

—Pero...

—Vamos, Eric. Te vemos abajo, Katherine.

Los Holder salen de la habitación, dejando sola a la chica. Esta guarda la poca ropa que tenía en la mochila, tiende rápidamente la cama y baja a la recepción.

Se detiene en la barra para entregar la llave, pero el encargado no está. Toca la pequeña campanilla que ahí se encuentra y espera. Y espera. Y espera.

Luego, de pronto, una luz roja baña todo el lugar y una barra metálica cae desde arriba de las puertas del ascensor y de la entrada hasta el suelo con un gran golpe. Katherine despierta de pronto y se pone alerta, intentando usar todos y cada uno de sus sentidos.

Camina hacia la salida, sin importarle en lo más mínimo la llave, pero se detiene abruptamente al chocar con una barrera de cristal. Sus ojos hasta ese momento se percatan de la barrera la cual se instaló junto con la barra metálica.

Una puerta detrás de la barra es abierta, y Victor, el chico de ojos rojos la atraviesa.

—Oh, pero que linda sorpresa, ¿vienes de visita? —dice a la vez que levanta los brazos.

—Que te importa a tí.

Sus ojos, los cuales antes lucían divertidos, se oscurecen por completo. Gruñe, mostrando todos sus dientes, incluyendo unos afilados colmillos. De pronto y sin previo aviso, se abalanza hacia la chica.

Sujeta su cuello con una mano y la estrella con fuerza contra el suelo. Ella se queda sin aire por un momento y lo recupera mientras Victor se aparta. Luego, este sujeta su cuerpo y la lanza contra una mesa, fragmentando el vidrio de ésta en miles de pedazos.

Katherine siente como cada trozo de vidrio, por más mínimo que sea, intenta perforar su ropa pero solo alcanza a recibir unos pequeños cortes en la piel. Siente el dolor extenderse por cada fibra de su ser, abrazador e intenso.

Victor, sin ningún tipo de remordimiento, sujeta a la chica del cabello y la arrastra por el suelo. La adrenalina pasa por su sistema y mientras el demonio la levanta, ella reacciona casi por instinto.

Sujeta la mano del demonio que lleva su cabello y en un rápido movimiento se libra de su agarre.

—Después de todo si eres una guerrera. Ahora dame tu piedra y te dejaré ir. Y no me mientas, Katherine que los guerreros ya te revelaron toda la verdad.

Mientras el demonio habla, Katherine toma un trozo de vidrio de la mesa donde había caído hace unos instantes y se lo encaja en la pierna a Víctor. Y mientras él grita ella corre debajo del mostrador.

«Vamos Katherine, piensa. Alex tiene la piedra pero tú no estás a salvo»

En ese momento ve un tubo de metal junto a ella, lo toma con ambas manos dejando huellas de sangre en él y como si de un bat de béisbol de tratase, golpea a Víctor con todas sus fuerzas.

Su cuerpo cae al suelo de golpe, formando un ángulo extraño y cuando toca el suelo, se ve su cabeza sumida ahí donde el tubo metálico lo golpeó. Pero luego de unos segundos, las puertas se abren, dejando ver a los Holder.

—¿Ves? Te dije que estaba bien.

N/A:
Ey muy buenas a todos guapetones y guapetonas.

Lo anterior fue cortesía de mi amigo Sebastián. Lo escribió cuando yo estaba escribiendo este capítulo antes de salir de la secundaria.

Ahora estoy en prepa y él en Nuevo León.

Lamento mucho haber tardado tanto en actualizar pero no había tenido tiempo con todos estos cambios. Pero bueno, disfruten el capítulo, espero seguir actualizando.

–BE4🌟

Guerreros: Las Piedras Del ÁngelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora