Capítulo 17: Ratas

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Katherine Johnson frunze el ceño al entrar al motel con los Holder. La verdad ella no se esperaba la gran cosa, pero tampoco esto. Las condiciones del lugar son lamentables, todos visto mejores hoteles fantasmales que este. Y a simple vista adivinan porqué parece no tener huéspedes. Y aunque por fuera no luce mal, por dentro es una porquería. Por donde sea que pisen hay ratas huyendo de los cuatro y sus desechos también.

Cuando consiguen pasar sin pisar nada de lo que se puedan arrepentir, Jonathan habla con el encargado del motel. Alex Holder se acerca a Katherine.

—Creí que a la elegida no le darían miedo un par de ratas.

—Pues creíste bien. No temo de las ratas, sino por pobre infeliz que se atreva a acercarse —señala con su cabeza a un punto detrás de ella y Alex voltea. Su hermano está intentando conversar con ellas.

—¡Eric! ¿Qué crees que haces?

—¡Son los ratones de Cenicienta! Quizá nos...

—¡Eric! Son ratas.

Le advierte su hermano y este se quita justo a tiempo por lo que la rata no lo muerde. Katherine luce confundida ante el comportamiento del rubio, mientras que su hermano rueda los ojos. Unos segundos después, Jonathan les hace una señal al resto. Ellos se acercan.

—Este amable hombre nos está ofreciendo dos habitaciones dobles o una doble y una individual. ¿Cuál quieren?

—Pido la individual. No pienso dormir en la misma habitación que uno de ustedes tres.

—Auch. Eso dolió. ¿Por qué no confías en nosotros?

Katherine Johnson alza una ceja.

—¿Encerio quieren saber?

—Una individual y una doble por favor. Ah y un colchón extra.

Jonathan le pasa el dinero y el hombre las llaves. La chica sube detrás de Eric por el ascensor en el cual, al llegar, las luces parpadean sin cesar. Luego de un minuto llegan a su destino en el tercer piso.

Una vez en la habitación, la chica se tira en la cama a la vez que hace una mueca de dolor por el golpe que antes había recibido. Mira a los hermanos con un gesto interrogante.

Se sienta en una de las camas como una chiquilla haciendo berrinche, y, para Katherine, es justo lo que está haciendo en este momento. Se cruza de brazos y rueda los ojos. Los Holder se sientan a su lado en la cama excepto Eric el cual se recarga en la puerta con aire aburrido.

—¿Y bien? Quiero una explicación. Cada detalle.

Jonathan Holder suspira exageradamente y se embarca en la explicación.

—Ya sabes la primera Gran Guerra que hubo. Fue peor que la primera y segunda guerra mundial juntas. Acabaron con casi toda la vida en la tierra. El linaje de los sobrevivientes, su estirpe quedó marcada, serían guerreros, los protectores de la vida humana. Y los elegidos en cambio eran los guardianes de todo.

Katherine luce confundida sin embargo los chicos no terminan con su explicación.

—Hugo, nuestro maestro, el líder de la ciudad guerrera, fue el único sobreviviente elegido. Ha vivido miles de años, preparándose para la batalla final. Preparándose para el día en que llegaras, Katherine.

—¿Por qué yo? ¿Qué tengo de especial?

—Esa es la mejor parte —interrumpe Eric— A cada quién se le dió un don, como controlar el clima, habilidades en combate, para hacer la paz, pero la tuya Katherine, es especial. Tienes todos los dones y más. Puedes controlar cosas con solo mover tus manos.

El corazón de la chica late de emoción. Con la ilusión de todo ese poder.

—Pero también tiene sus contras —Alex Holder se pone serio— Al ser el don más poderoso, también es el más peligroso. Eres una amenaza andante para los demonios si no te les unes, pero una para nosotros si te vas con ellos. El bando que elijas hará una enorme diferencia en la guerra.

Su corazón quién antes estaba emocionado, se estruja con la simple idea de aquello.

—Por eso te necesitamos de nuestro lado. El de los ángeles. Por eso los demonios te periguen. Y no te necesitan a ti pues con solo tener tu piedra tienen la victoria asegurada.

—Y tu llegada, Katherine —dice Eric— nos dice que estamos cada vez más cerca de enfrentarnos a los demonios. Eres la última. A todos los habíamos localizado excepto a ti. Te mantuviste oculta, ¿por qué?

Procesa un segundo sus palabras y se dispone a hablar.

—Yo... No lo sé. No tenía idea de nada... Pero siempre he sabido que no pertenecía ahí. Y ahora, ustedes me están diciendo que puedo ir a otro lado, a ser yo misma... Es que no me lo creo.

—Bien creo que fue suficiente de molestar a Katherine —interrumpe Jonathan— Vayan a dormir que mañana iremos a la ciudad guerrera. Y no hay vuelta atrás.


***
¡Hola!

Al fin hay un capítulo publicado. Estoy tan emocionada por Guerreros. Sinceramente ha crecido mucho en estos tres años que llevo escribiéndola y espero que mejore.

Capítulo dedicado a DanielaMedez. A pesar de jugar con mis sentimientos Daniela, sigues siendo mi lectora 7u7.

Gracias por leer.

–BE4🌟

Guerreros: Las Piedras Del ÁngelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora