Cap. 7

2.9K 158 10
                                    

*Narra Roze*

Reina. Esa palabra llenaba mi mente a cada segundo que cerraba los ojos. Era una palabra que describía muchas cosas, que daba a entender muchas cosas.

Yo gobernaría todos los mundos existentes junto con mi hermoso hermano.

No podía dejar de pensar en Imogen, a veces sentía culpa por estar de lado de la persona que la mató. Pero no fue él. Fue padre. Fue Valentine, Christopher no tiene la culpa de nada. Él sólo llego en mal momento. A demás, Imogen no era de mi familia.

Pronto toda mi familia verdadera iba a estar junta, aunque sí para eso tengo que encadenarlos al piso. Aunque sí para juntarla tenga que eliminar toda una especie.

Mi hermoso niño estaba durmiendo mientras yo lo observaba. No voy a dejar que nadie me aleje de él.

Ahora él es mío. Y nadie puede cambiar eso.

Todo el cuarto comenzó a moverse y a cambiar. Christopher desapareció y fue remplazado por los tres chicos que había visto antes con Jace; los Lightwood y mi ahora hermana gemela. Una señora con el color de cabello rojo estaba hablando muy rápido, todos la miraban molestos y yo no entendía porque. La señora era igual a Clarissa y a mí, claro con los ojos y cabello igual que mi gemela.

-Roze... -susurro levemente la mujer- ella debería estar muerta -aclaró su voz- claro pero ahora mis hijos muertos reviven y andan por ahí haciendo el mal -termino de decir.

¿Esa mujer, era mi madre? ¿Ella intentó matarme? Y lo peor ¿intentó matar a mi pequeña luz? ¿A mí maravilloso hermano?

Debería estar muerta. La matare. Lo juro, aunque eso sea las pocas cosas que haga. Haré que se pudra en el infierno. En mi infierno, le va a encantar la idea de jamás haberme tenido.

-Felicidades, Jocelyn, acabas de juntar al demonio y a la asesina -exclamó la Lightwood.

Y cuanta razón tiene esa chica, ella acaba de juntar al infierno mismo. Y ahora, tiene un boleto solo de ida. Jocelyn Fairchild, te lo aseguro, después de esto, jamás volverás a querer vivir otra vez.

El cuarto con las personas se desvaneció dejándome frente a un Christopher preocupado.

-Me estabas mirando vacía -me comentó acercándome a él- tus ojos no tenían vida y no me contestabas -murmuro poniendo su cabeza en mi cuello.

-Lo siento, mi hermoso hermano -dije tomándolo de las mejillas- he tenido una visión de lo que mi hermana hace -le informe antes de besarlo-

-¿Qué hace Clary que te interesa tanto?  -preguntó con el sueño fruncido- nada sobre ella debería interesarte -exclamó molesto.

-Me interesa dónde está Christopher, con quien. Ha ido a hablar con madre -le dije tocando su frente para que la relajara- esa mujer intentó matarme, y me dejó abandonada en las ruinas de la casa solariega de los Morgenstern -conté tranquilamente.

-¿Por qué te interesa eso?

-Porque ya se a quien voy a matar primero -termine sonriéndole- ella también te abandonó a ti, ¿verdad? ¿No quieres acabar con ella? ¿Destruirla?

-Solo estaba esperando a que lo pidieras -me contestó con una hermosa sonrisa y después procedió a besarme.

-Eso espero, Christopher, si me quieres como tú Reyna, me ayudarás a mandarla al infierno para que se queme por toda la vida.

-Nadie me había llamado Christopher.

-Eso es porque el mundo estaba esperando para que solo yo pudiera llamarte así -lo mire a los ojos- y solo yo podré llamarte así.

Ambos nos acercamos a besarnos y todo se comenzó a poner caliente. Christopher besaba mi cuello mientras me quitaba el camisón de seda sin ningún cuidado.

Arranque su camisa de un tirón y el ya me estaba quitando las bragas.

Ambos estábamos desnudos pero aunque en el castillo fuera helado, nosotros estábamos ardiendo.

Christopher rozaba su erección con mi clítoris y eso hacía que el fuego dentro de ambos comenzará a encenderse más.

Puso su enorme erección entre mis piernas y la metió de golpe. Solo sentía como entraba y salía y eso hacía que un placer infinito traspasará mi piel hasta entrar por mis venas.

Ambos estábamos sudando pero ya nos acercábamos al mayor punto de placer.

Christopher eyaculo dentro de mí y yo me corrí junto con él. Era lo más maravilloso que había hecho.

Él se recostó en mis pechos y yo abrí los ojos que hasta el momento tenía cerrados.

Mire a mi alrededor para encontrarme con toda la habitación destruida, había fuego en algunos lugares. Cosas rota en todos lados.

-Esto, hermosa, es solo una muestra de lo que juntos podemos provocar -me dijo mi hermano- juntos seremos invencibles.

Me tomó de la cara y me besó con fiereza.

-Ahora nada nos podrá separar. 

Gemelas separadas (shadowhunters)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora