Cap. 9

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El pequeño Lightwood. ¿Cómo no lo había pensado? Ese niño era la solución a la mayoría de sus problemas, si quería que los Lightwood y Jace la buscaran solo tenía que centrarse en un pequeño niño de 11 años, algo fácil para ella, con su encanto y sus conocimientos en comics.

Cuando Roze salió de la mansión del Inquisidor camino despacio pensando en lo que acababa de hacer, y en lo que su hermano haría con el objeto robado, no había otra manera, su familia estaría reunida, aunque tal vez dos miembros se reunirían cuando la muerte llegara a los otros tres. Muchos cazadores de sombras la miraban mientras caminaba, ¿Quién no lo haría? Era hermosa y todos sabían su historia de matar demonios, pero nadie sabía acerca de su hermano, ni lo que había pasado con él, solo ella. Era un secreto guardado codiciosamente entre los dos.

Tenía que salir de Idris para llegar al portal donde la esperaba su hermano. Su hermano. Porque era de ella, él no amaba a Clary como ella creía, solo la amaba a ella, no había duda de eso, Jonathan se lo repitió hasta el cansancio, pero, ¿Qué era ese sentimiento de furia que estaba dentro de Roze? ¿Sentía celos de su pelirroja hermana? ¿Era más bonita que ella? ¿Era más esbelta que ella? Miles de preguntas llenaron su cabeza mientras pasaba los muros de su antiguo hogar.

Jonathan la esperaba en la colina, pero un sentimiento de furia hizo que se detuviera a mirarlo desde abajo, no podía avanzar, algo le impedía ir con su hermano y darle el beso por el que espero todo el día. Las palabras de su hermana retumbaban en su cabeza como si de cañones se tratara. "El me ama". Una frase que la puso furiosa, su sangre hervía y no fue la única que se dio cuenta de eso.

De hecho, muchísimos cazadores se dieron cuenta, una gran tormenta tomo forma alrededor de ella, era como un gran huracán negro, pura maldad rodeándola. Jonathan se dio cuenta de inmediato que algo andaba mal, lo sentía en el pecho, era una opresión que le impedía respirar con regularidad, miro hacia el mismo centro del huracán, viendo a su amada hermana mirándolo enojada.

Fue la primera vez que de verdad sintió miedo, jamás había sido tocado por ese sentimiento, pero al verla ahí, furiosa mirándola, no pudo evitar sentirlo, como todos los demás a su alrededor, una ola de miedo embargo a todos dentro de Idris, algunos sin saber la razón, solo se sentía aterrorizados.

Roze avanzó hacia Jonathan si evitar su mirada, y el peliblanco no pudo ni siquiera mover su vista hacia Idris, su hermana era como un ángel vengativo, se veía hermosa, pero daba miedo a la vez.

-Ella dijo que tú la amas –fue lo primero que le dio al llegar junto a su hermano- Clary dijo que tú la amas –repitió- tu solo puedes amarme a mí.

-Solo te amo a ti –le contesto al recuperar la voz- tu eres la única a la que puedo amar

- ¿Por qué ella dijo que la amas entonces? –me escupió mirándolo de nuevo- ¿Por qué?

-Porque yo creía que ella, eras tú, jamás la ame, ni la amare –respondió de cierto modo temeroso- te lo explique la primera vez que nos vimos, amor

-Por tu bien, y el de todos, espero que sea la verdad –termino caminando hacia el portal- ¿No vienes? –pregunto mostrándole una encantadora sonrisa.

-Claro que si –camino hacia el portal mirando raro a su amada- ¿Todo bien?

- ¿Por qué no habría de estarlo?

-Estabas molesta hace un minuto.

-Claro, solo puedes amarme a mí, pero ahora que sé que solo lo haces, estoy bien –respondió con una sonrisa- todo está bien.

-Está bien, amor –le contesto con una sonrisa socarrona- pero que te pusieras celosa... -comento burlonamente.

-Eres mío, no de nadie más –le contesto besando sus carnosos y rojizos labios- y nadie te puede tocar, o le cortare la mano

-Esa es mi chica –le dijo y devolvió el beso.

Ambos caminaron juntos hacia el portal, pero eso no era lo importante, Sebastián jamás se dio cuenta que los ojos de su chica eran de un color negro más profundo, y al mirarlos solo veías maldad dentro de ellos, jamás se dio cuenta de los constantes cambios de humor, y sobre todo, jamás se dio cuenta de quien los observaba a lo lejos. Unos ojos pequeños lo miraban junto a su melliza. Anhelando hablar con la única chica que lo entendía, y esperando por su regreso.





No soy de poner muchas notas, pero en esta ocasión no pude dedicarle este capitulo a una persona, por problemas de usuario y cosas de esas, así que este capitulo esta dedicado a @Gardemiabotero , gracias por los comentarios.

Gemelas separadas (shadowhunters)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora