-Libéralo -dijo en un susurro- libéralo, esta hecho, hermano, funcionó, pero ahora hay que dejarlo ir, que los demás confíen en él, entonces, cuando lo necesitemos, recuperará su memoria y todos su momentos con nosotros, estará tan confundido que vendrá a nosotros mas rápido de lo que sus hermanos se dan cuenta.
-Eres inteligente, hermana -contesto Jonathan- pero no estoy seguro de dejarlo por ahí con sus poderes sin que ni siquiera lo recuerde.
-Con un hechizo poderoso, su memoria se irá, y de igual manera sus poderes, hasta que lo volvamos a necesitar, entonces podremos terminar nuestra lucha contra todos aquellos que dudaron de ti, amor, y seras el rey de todo lo que existe -le dijo Roze robándole un beso en la mejilla.
-Y tu seras mi reina, gobernaras a mi lado, seras la señora de señoras, y te daré de regalo tantas almas que no podrás parar consumirlas -le contesto rodeándola con sus brazos- ahora, amor mio, tu misión es encontrar a ese tonto demonio que nos va traicionado y asesinarlo, yo estaré en Inferno y ahí esperare por ti, para que el plan se lleve a cabo -termino mientras le rosaba la mejilla con sus dedos.
-Regresare antes de que te des cuenta, amor, y prometo llevarte regalos de mi viaje
-Eso espero, mi dulce niña -le dio un dulce beso, algo que antes de ella, no había dado.
Jonathan vio como su hermana desaparecía en una nube negra, esta seguro de que su amada podía protegerse sola, ademas muchos de sus hombres iban con ellas, y en su cerebro solo estaba en hecho de protegerla con su vida, cuando todo el humo negro quedó desvanecido, caminó hacia el pasillo que daba a Inferno la dimensión donde esperaría a su hermana.
No estaba apurado de ninguna manera, era cuestión de tiempo para que ganaran, el podía manejar todo solo, como lo había hecho antes de encontrar a Roze, pero la cuestión era, que no quería hacerlo, su mente divagaba constantemente en su adorada hermana, no había manera que no la extrañara.
Siguió su camino hasta que estuvo en su reino, pero en ese momento era un rey solitario, su reina estaba fuera y eso lo enfurecía, de una manera nada sana. El mundo comenzó a temblar con la ira de Jonathan, sentía que algo estaba mal, y o podía dejar de pensar que estaba relacionado con su mujer.
***
Roze trapazó su propio portal para encontrar al demonio traidor, ¿traicionar a su hermano? ¡Que blasfemia! torturaría al demonio por la falta de respeto hacia su adorado hombre, se movía sigilosamente entre las calles de Manhattan, entre la oscuridad no había ser que pudiera detectarla, más con su recién comida, podía quitar las almas de cualquier criatura, y eso la hacia mas fuerte. Jonathan lo había descubierto hace un tiempo, cuando Jace Herondale y su propia hermana Clarissa Morgestern habían entrado a su hogar provisional y habían liberado al tonto vampiro, antes de que Roze tomara su alma para siempre, ellos dos escaparon a Inferno, pero era cuestión de tiempo para que su hermana los encontrara, entonces, la encerrarían en una calabozo y harían que viera como Roze le quitaba la vida a su amado Herondale.
La cuestión era que el maldito demonio era fuerte, y su rastro se perdía en ciertas calles, lo que no tenia en cuenta es que Roze era una cazadora nata, por lo que no tardaba rato en encontrar nuevo rastro, su pecho dolía, como si su corazón supiera que algo iba mal, el miedo no era parte de ella, ni cuando era una cazadora de sombras, por lo que ignoró el sentimiento y siguió adelante.
Unas cuantas manzanas mas adelante, encontró el nido del demonio, al parecer había tenido bonitos retoños y por eso había huido, Roze les quito el alma a todos, eran cerca de seis demonios que iban a ser tan poderosos como su padre, hubiera conseguido mas si ellos no estuvieran devorando ya los cuerpos de sus madres humanas, pero valía la pena.
Cuando el demonio regreso, Roze ni siquiera le tomo importancia a recordar su nombre, dejo que viera a todos sus diablillos muertos, y después fue por él.
-No querrás matarme, deberías volver por donde viniste -le advirtió cuando Roze se acercaba a él- ¿sientes esa opresión en tu pecho? Es tu hermano, lo he visto le darán caza, y morirá antes de que tu regreses.
-Silencio, solo quieres vivir, es repugnante, mi hermano es mas listo de o que crees, él esta esperándome, y yo tardo demasiado por venir a buscarte, así que te matare, como mate a tus pestes, y desearas no haber traicionado tu lealtad a mi hermano.
-¿Como no lo pensé antes? Te usa como su ángel de la muerte, eres mas que eso, querida, cuando tu potencial se desate, no necesitaras a tu hermano.
Sin decir ninguna palabra mas, Roze tomo su alma para alimentarse, aunque la duda seguía dentro de ella, decidió esperar un poco para regresar por la entrada, y antes de que se diera cuenta, había cazadores de sombras entrando por la abertura a un costado del edificio abandonado donde se encontraba, ¡Mierda! tenia que salir de ahí, pero si abría su portal ahora, podrían seguirla y adivinar los planes que tenia, así que volvió a la oscuridad, para camuflarse antes de que entraran.
-Están todos muertos, alguien estuvo aquí antes que nosotros -dijo una voz ligeramente conocida.
-¿Crees que hayan sido ellos?
-¿Sebastian y Roze? No lo creo, estos cuerpos parecen sin alma, hasta donde estamos enterados, ninguno de los dos puede hacer eso, el plan esta a punto de ponerse en marcha y debe ser secreto Emma, recuerda que ellos no saben que nosotros sabemos.
-Lo sé, Jules, larguémonos de aquí, tu hermano te necesita, pronto recordara todo y podrá testificar a la clave -se escucho la voz de la pequeña Carstairs. ¿Que hacían ellos en Manhattan? pensó Roze.
Los pasos de ambos sonaron cuando salieron del edificio y Roze salio detrás de ellos, aunque no la vieran, estaba alegre porque habían encontrado a Ty, y el hechizo había funcionado completamente. Todo iba como se había planeado, pero la presión de su pecho no disminuía.
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Gemelas separadas (shadowhunters)
FanfictionClary no es la única cazadora de sombras con poderes, ni la única Fairchild, también están Jonathan Christopher y Roze, pero ellos no están del lado bueno.