Untitled Part 1

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  Escribo mi historia hoy porque quiero dejar un legado. Algo de que futuras generaciones aprendan. Un texto, unas cuantas palabras, que con un poco de suerte alguien lo leerá y podrá hacer algo en futuras ocasiones.

Me presento; soy piel morena. No es mi nombre, al menos no el Real. De mi nombre ni siquiera me acuerdo.
Crecí en un pueblo al sud del Sáhara. Cuando empezó toda historia ni siquiera sabia donde quedaba el Sáhara. Ni siquiera sabia del mundo. Pero ya os lo iré explicando.
Mi infancia fue como cualquiera. O eso creía. Crecí e un pequeño "pueblo". Si es que cuatro casas hechas de barro se les puede llamar pueblo. Pero pata entonces era mi pueblo, mi gente.
Hasta los catorce años jugaba libre, corría por las dunas, hacia figuras en la arena. Era feliz.
El día que cumplí los catorce empecé a oír morros entre las mujeres de mi pueblo. "se va a casar" " a la gran ciudad" " que afortunada".
Por ese entonces no sabia que era casarse, ni quien lo iba a hacer. Estaba demasiado ocupada jugando con mis amigas. Semanas después mi madre me perseguía por el pueblo. Vistiéndome ropa nueva, haciéndome henna. Era feliz. Estaba siendo mimada. Recuerdo haberle comentado a mis amigas "Tengo vestido nuevo,¡mirad!" y ellas exclamaban de sorpresa mientras yo levantaba mi cabeza feliz. Poco sabia hasta entonces.
Mi inocencia fue arrebatada semanas después del nuevo vestido. Todas las mujeres estaban de pie a las puertas del pueblo, mi madre lloraba, mi padre le daba la mano a un hombre. Y yo solo miraba "¿Quien era? " iba preguntando pero todos me moraban con cara de pena.
Horas después me encontré en una casa, a solas. Con mi vestido nuevo. Estaba feliz. Me estaban mimando mucho. Miraba esa casa, era como las demss, pero habia objrtos que no sabian que eran. Estaba contenta. Poco sabía por entonces.
A las pocas horas entro un hombre. El que horas antes le daba la mano a mi padre.
-Piel morena, acércate.-Me dijo mientras se sentaba sobre la cama.

Mi inocencia me la iban a quitar minutos después, manchando mi vestudo blanco y mi futuro. Ya no era una niña de catorce años, ahí empecé a ser piel morena.   

Me llamo piel morenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora