Enamoré a Joshua Dun.

Guardaespaldas

-América, ¿cierto?- preguntó Zack con aires de galán.

Ella sólo asintió y quiso decirle a Josh que volviera para estar con ella, para protegerla. Pero eso sería estúpido, ¿no?

-Así es.

-Probablemente ya te lo han dicho pero, mierda, eres hermosa.

Ella sonrió y le agradeció por lo bajo al tiempo que él se acercaba más hacia ella.

Pero Josh entró a la habitación justo para salvarla. Al ver la cara de incomodidad de América, le dijo que lo acompañara a su habitación, no sin antes lanzarle una mirada de advertencia a Zack.

América siguió a Josh a su cuarto y, una vez adentro, él cerró la puerta.

-¿Qué pasó?

-Nada.. ¿por qué?

-Sabes de qué hablo. ¿Zack te dijo o hizo algo que no debió?

-No.

Pero ambos se dieron cuenta que no sonaba muy convencida.

-América, puedo partirle la cara con o sin motivos, pero será mejor que me digas uno. A veces es más idiota que yo.

-No le hagas nada. No me dijo o hizo nada malo.

Josh no pudo evitar acercarse a ella y abrazarla, y ninguno supo la razón.

-Puede que parezca un desquiciado, pero siento como si debiera protegerte- le dijo en el oído, y ella estaba apunto de morir.

-Gracias- le susurró, y se separaron al tiempo en que Tyler abría la puerta para decirles que había quemado la comida y que sería mejor pedir pizza.

Antes de salir del cuarto, ella lo miró a Josh.

-Por favor, no me dejes sola con Zack. Es mucho más grande que yo y creo que trata de coquetearme o algo así- dijo de corazón.

Desde el principio los hermanos de Tyler le dieron miedo, pero había algo en Zack que le repugnaba, le daba miedo.

Josh asintió y llevó a América de nuevo al salón principal. Por mera coincidencia un sillón estaba ocupado por Tyler y Zack, y el otro por Abigail y Jay, que aparentemente habían aparecido en escena cuando se dijo que comerían pizza.

América se sentó junto a Abigail y Jay, y Josh junto a los otros dos hermanos. Podía notar la incomodidad de América ya que Zack estaba sentado justo frente a ella.

Pasaron una hora hablando hasta que finalmente la pizza llegó. Tyler fue a buscarla, pagó y la llevó a la mesa de la cocina, por lo que todos debieron salir de los sillones. Como era de esperarse, Josh se sentó en una banqueta con América al lado, pero del otro lado de ella se había sentado Zack.

Ambos lo ignoraron y siguieron comiendo pacíficamente, la que más hablaba era Abigail y todos prestaban atención a lo que decía, hasta que América sintió una mano en su rodilla. Y claro, no era la de Josh.

Miró la mano de Zack cerrarse sobre su rodilla y no se atrevió a mirarlo a los ojos. Por instinto tomó la mano de Josh, y éste la miró con curiosidad. Nunca se habían tomado de las manos, no había necesidad.

Ahora sí.