Prohibido el amor

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Dos semanas habían pasado desde la fiesta, y ahora las dos compañeras de habitación eran más unidas que nunca antes. Para sorpresa de ambas, Isabelle había vuelto con su ex novio, Gian, quien las visitaba con frecuencia. Ahora América la veía más feliz y pasaba más tiempo con ella. Tampoco volvieron a saber nada de Joshua; al parecer, si no era Issy quien lo llamaba, entonces él tampoco intentaría comunicarse.

Hasta que una llamada nocturna lo cambió todo.

América oyó el celular de su amiga vibrar, y le pareció raro ya que había salido a cenar con Gian, y siempre lo tenía a mano. Lo dejó sonar y siguió subrayando los apuntes de la Universidad. Sí, así pasaba sus viernes por la noche. Luego volvieron a llamar a su amiga. Una, dos, tres y cuatro veces más. La quinta vez que sonó, América trató de apagar el móvil, pero no sabía cómo. Así que simplemente atendió.

-¿Sabes que llamaste más de seis veces?- dijo enojada a quienquiera que estuviese del otro lado de la línea.

-Lo sé, lo siento.

-¿Quién eres?

-Soy Tyler - dijo como si fuera obvio-, escucha, tenemos un problema. Y refiere a Joshua.

-Qué raro - susurró ella, a punto de decirle al amigo de Joshua que no las molestara más con ése.

Pero luego le entró su típica curiosidad, y, no iba a mentir, temía que le dijera que algo malo le había pasado. Por eso continuó fingiendo ser Issy.

-Sé que están peleados o algo por el estilo, pero creo que quiere estar en algo serio, aunque no quiera admitirlo.

-¿Algo serio?

Ella no iba a permitir que ese idiota le rompiera el corazón otra vez a su amiga.

-Sí. Pero creo que no es contigo. A veces me dice algo de una tal América y que quiere estar con ella. Se refiere a una noche con ella, pero creo que esto va más allá porque jamás había hablando tanto de una chica que vio sólo una vez.

Se le cayó el alma a los pies.

-¿Y qué quieres que haga?

-Bueno, es tu amiga. Si tan sólo pudiéramos juntarlos...

Tomó el papel firme. Si no dejó decaer a su amiga, menos se dejaría ella misma.

-No. Dile que se consiga a otra zorra, nosotras no solemos caer tan bajo.

-Issy, esto es en serio. Van dos veces en la semana que sueña con ella.

-Es buen actor. Sólo por ver una cara bonita una vez no puede ser nada serio.

-¿Ah, sí? Entonces ¿por qué susurra "vestido azul", "no te vayas", "eres hermosa", entre otras cosas, mientras está dormido?

Era ella. Demonios, sí era ella.

Dos semanas y soñaba con ella.

-No lo sé. Y no entiendo qué esperas que haga.

-Tan sólo vengan a mi casa mañana. No le diré que ella vendrá, y si se sienten incómodas, son libres de irse. Sólo quiero que deje de susurrarme que la extraña, es insoportable.

América se imaginó la escena y no pudo evitar sonreír.

Comenzaba a pensar que lo que le demostró a Isabelle en sus años de "noviazgo" sólo era una faceta de lo que en verdad podía ser.

Luego de unas cuantas vueltas, decidió que irían. En cuanto Isabelle llegó al departamento y se despidió de Gian, América le contó lo que había pasado.

Issy no estaba muy segura, pero vio la curiosidad que tenía su amiga por volver a ver al idiota que le arruinó su vida. Accedió a ir, pero con la condición de que se irían en cuanto ella ordenase, ya que no quería que se encariñara con Joshua de la manera en que lo hizo ella misma. Era la única forma de no tener más corazones rotos.

Apenas terminó de hablar con su amiga, se fue a dormir para que la espera fuera menos pronta. Necesitaba pensar, analizar. ¿Y si este chico comenzaba a gustarle? ¿O si ella le gustaba a él? ¿Saldría con el ex que lastimó a Isabelle? No quería tener mucho que ver con él, pero no salía con nadie desde hacía tanto tiempo, tantísimo...

-¡América, arriba! ¿Quieres ir a conocer a tu amado o no?

-Cállate- dijo ella frotando sus ojos - ¿qué hora es?

-Las ocho- contestó Issy abriendo las cortinas del cuarto de su amiga, cual madre lo haría por su hija.

-Oh, espero que estés hablando de la noche.

-De la mañana. Debemos arreglarte, y cuánto antes empecemos, mejor será.

-¿Arreglarme?- preguntó confundida mientras frotaba sus ojos.

-Créeme, si no le gustas a Joshua puedo conseguirte a alguno de sus amigos.

-No quiero gustarle a Joshua. Sólo tengo curiosidad por saber qué hará cuando me vea y esas cosas...

-Seguro - contestó medio riendo Issy, a lo que América le tiró una almohada en la cabeza.

-¡Es en serio!- gritó antes de que Isabelle cerrará la puerta para darle privacidad.

América se paró y fue a la ducha. Veinte minutos después, se estaba secando el cabello. Una remera holgada, jeans y zapatillas vans rotas. Se miró al espejo, sonrió y salió del cuarto.

-Nada de eso por hoy, muñeca.- fue lo primero que dijo Issy al ver su vestimenta -Ten - le tendió una pollera rosa pálido, una remera color hueso ajustada y unos tacos blancos, junto con una cartera Rosa que hacía juego. - Pero primero el peinado.

Desató el rodete que llevaba América y dejó caer sus preciosas ondas. La obligó a tomar asiento, y procedió a alisar su cabello, y colocarle base, rímel y labial. Justo como estaba en la fiesta.

-Ahora puedes ir a ponerte lo que te di.- finalizó Isabelle con una sonrisa en el rostro.

Rodando los ojos, su amiga obedeció. Se cambió toda la ropa, y el resultado fue alucinante: estaba casi igual que en la fiesta en verdad. Quería matar a Issy, pero agradecerle al mismo tiempo.

Salió de la habitación e Issy aplaudió. Casi no se podía mover por el negro vestido ajustado que llevaba, maquillada igual que en la fiesta también, aunque era más común verla a ella maquillada.

-¿Lista?

-Eso creo.

Enamoré a Joshua Dun.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora