Malestares

2.2K 142 40
                                    


Ya habían pasado tres meses. Tres meses y todo había transcurrido normalmente. América seguía estudiando en la universidad, Josh había terminado las sesiones de psicología, Tyler seguía componiendo canciones con él, Zack no se le había vuelto a acercar a la muchacha porque el baterista lo amenzaba siempre que se lo cruzaba.

Tres meses y el amor del baterista por su novia sólo aumentaba, y viceversa.

Era viernes por la noche y no había sido un buen día para América. Había faltado a la universidad y no quería ni ver a Josh, el cual estaba muy preocupado porque la muchacha no había respondido sus mensajes en todo el día.

Entonces decidió ir a su departamento. Tocó el timbre repetidas veces hasta que Isabelle le abrió la puerta.

-Josh, sé que quieres verla, pero está mal.

-¿Qué le pasa?- dijo preocupado, intentando pasar, pero Issy se lo prohibió.

-No lo sé. Me dijo que no quiere que la veas así. No para de vomitar y apenas se puede mantener sola.

-Déjame entrar, Issy. Necesito verla

-Me repitió todo el día que no te dejara pasar. ¿Han tenido, ya sabes, precauciones?

-No está embarazada, Isabelle- contestó él, rodando los ojos.

-Soy vieja, debía preguntar. El caso es que no podrás pasar. Si quieres te envío mensajes para informarte cómo está.

-No. Mierda, no la vi en todo el día, necesito verla- repitió.

Luego de unos veinte minutos en la puerta del edificio discutiendo, de alguna forma Josh había ganado e Issy lo había dejado entrar al departamento. El baterista estaba apunto de abrir la puerta de la habitación de América cuando oyó a Issy detrás.

-Josh, por favor, despacio. Está mucho más sensible de lo que crees

Él asintió y entró al cuarto, cerrando la puerta tras él.

-¿Bebé?- preguntó observando a América tirada boca abajo en la cama.

Le hizo acordar al suceso con su padre, a que seguramente él también se veía así y lo destruido que estaba.

-¿Josh?- preguntó ella con una voz súper débil. Apenas audible- Le... le dije a Iss que no vinieras...- dijo tosiendo.

El baterista se acercó lentamente.

-No es su culpa, estuve media hora abajo tratando de convencerla.

-No-no te quedes, por favor.

-¿Por qué no, cielo?- preguntó desconcertado. Sólo estaba allí para ayudarla.

América se dio vuelta lentamente para poder verlo a la cara. Él se sorprendió.

Todo el color de la cara de América que a Josh le parecía hermoso se había ido. Decir que estaba pálida no era suficiente.

-Bebé... Mierda.

-¿Horrible, no...?- preguntó ella esforzándose por formar una sonrisa

-No, estás tan hermosa como siempre- contestó Josh subiendo a la cama con ella.

-Sal. Te... vas a contagiar- respondió con tos acompañando cada palabra.

-No importa, cielo, no importa- le dijo él, besando su frente y tomándola en brazos como si fuera un bebé. Prácticamente parecía una bolsa de papas, súper frágil y sin fuerzas para sostenerse por su cuenta.

Josh trataba de no mostrar su preocupación y confusión.

Estuvieron unos minutos así, sin decir nada, hasta que América tomó fuertemente su estómago y salió de los brazos de Josh. Trató de pararse pero el baterista la tomó antes de que cayera.

-¿Qué haces? ¿A dónde...?

-Baño. Por favor- susurró ella.

Josh la cargó como lo haría un recién casado con su pareja y la llevó hasta el baño. Ella se inclinó en el retrete.

-Vete- volvió a susurrar con los ojos cerrados.

-No- contestó firme.

Sin contenerlo, América lanzó toda la poca comida que le quedaba en el inodoro, y su novio le recogió el cabello para que no lo ensuciara. Luego limpió su boca con papel.

-Perdón. No lo pude contener- dijo ella un poco más alto.

-No seas tonta, nena, para eso estoy aquí.

Apenas sonrió y la llevó de nuevo a la cama.

-No quería que... que vinieras. Estás viendo mi-mi peor faceta

-Deja de decir idioteces- le contestó él mientras secaba el sudor que caía por la frente de la muchacha-. ¿Qué te pasa, mi cielo? ¿Qué tienes? Debemos llevarte al médico.

-No, por favor. No quiero ir

-¿Qué puedo hacer para aliviar el dolor?- preguntó preocupado.

-No-no sé. Abrázame más fuerte.

Tal como lo pidió, Josh lo hizo. La apegó todo lo que pudo a él, y ya no le importaba si lo contagiaba o no. Quería verla bien.

Le acarició un poco el largo cabello lacio y la tapó con varias frazadas esperando que dijera algo, pero ella seguía mirando a la nada con ojos vacíos. ¿Qué estaría pasando por su mente ahora?

-Voy a buscar a Issy para que llame a alguien, ¿de acuerdo?- propuso el baterista, pero América negó lentamente con la cabeza y tomó con más fuerza la camiseta de su novio- Cielo, no puedes seguir así.

-Quédate- le susurró ella sin mirarlo.

Josh besó dulcemente el labio inferior de la muchacha. Sabía a frío, a vómito, pero no le importó. Unos segundos más de mirarla y casi se ponía a llorar delante de ella.

Ambos se quedaron dormidos. Josh había olvidado que el día posterior, sábado, volvería a tocar con Tyler en Ohio.

Enamoré a Joshua Dun.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora