Abrazos por aquí y por allá

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-Josh, volviste- dijo su madre entre sorprendida, feliz y molesta.

Sin poder evitarlo, abrazó a su hijo, y detrás de ellos América abrazó de costado a Tyler. Era una escena que nadie quería olvidar.

Entraron a la casa y por suerte estaban los tres hermanos de Josh para escucharlo. Todos lo saludaron y no pararon de preguntar dónde se había metido, y que estaban preocupados y todo el sermón. El baterista hizo que todos se sentaran en el sillón, y, obviamente, América se sentó a su lado.

-Está bien- comenzó el baterista, y, sin que nadie se diera cuenta, entrelazó su mano con la de su novia-. No es fácil. Saben que nunca les oculté nada, y no quiero empezar ahora. Sería fácil decirles que me fui por ahí a la casa de algún amigo, pero quiero que lo sepan. Que no iba a seguir con mi vida.

No miraba a nadie en particular, pero antes de seguir miró a su madre. Observó su expresión facial, tratando de comprender lo que decía.

-Pensé en mil maneras de morir. Por lo que pasó con papá, por las presiones de la banda. Por eso me ausenté, y no creí que volvería a verlos. Fue horrible de mi parte, ni siquiera me despedí de nadie. Pero decidí no hacerlo, por ustedes. Por todos ustedes, porque los quiero.

Miró rápidamente a sus hermanos. Ashley fue la primera en pararse y abrazar a su hermano, y la siguieron los otros dos. Su madre, en cambio, seguía procesando lo que acababa de oír. Los cuatro hermanos, Tyler y América miraron a la señora Dun esperando una respuesta.

Josh apretó un poco más el agarre con la mano de América. No la había soltado en todo el proceso.

-¿Por qué nunca dijiste nada, Joshua?- fue lo único que respondió.

-Quise tratar de lidiar con todo pero no pude, mamá, lo siento. Lo siento.

Su madre inhaló profundamente y cerró sus ojos por unos segundos para contener las lágrimas.

Se paró y abrazó al baterista, el cual se relajó un poco y soltó la mano de América.

Luego de una charla sobre sus molestias, una severa represión por no hablar a tiempo, hacerlo prometer que ante cualquier presión les avisaría y también que pediría ayuda si algo era mucho para él, Josh se fue a su habitación y América lo siguió.

-Me alegra habérselos dicho. Me siento mucho más aliviado. Gracias, nena.

"Nena".

-No hice nada. Fuiste tú el de la valentía para decirles.

-No. Gracias por aparecer en mi vida.

Ella sonrió y lo besó. Josh se acostó en su cama mirando al techo, y América imitó su acción. Sin darse cuenta, se habían acurrucado como solían hacer: ella con su cabeza en el pecho de él, oyendo sus latidos de corazón, y él abrazándola por la cintura.

-¿Ahora me vas a contar qué pasó con Zack?- preguntó Josh, y ella lo miró desde abajo haciendo una mueca al recordarlo.

-Nada. Fue a la universidad y básicamente trató de besarme pero le di una cachetada. Oh, y me dijo que él podría ser mejor novio. Pero me enojé y le pateé ahí abajo. Fue genial.

Josh no pudo evitar reír, una risa tan sincera. Y América no pudo evitar mirarlo tampoco. Le encantaba verlo así. Le encantaba su risa. Su sonrisa. Cuando se le achinaban los ojos. Todo.

-Ésa es mi chica. Igual ese idiota no va a salvarse, las va a pagar.

América se puso seria y se despegó a Josh para mirarlo directamente a los ojos.

-Prométeme que no vas a pelear con él. No lo hagas, Joshua. Por mí

-¿Por qué no? ¿No ves lo que hace? Nos quiere separar. Te quiere para él, y no entiende que eres mía.

Ella mordió su labio inferior.

-Puedo hacerle entender que soy tuya de una mejor manera que peleando. No quiero que salgas lastimado, y él tampoco, a pesar de todo.

-¿Le pegarás otra patada entonces?- dijo y ambos rieron.

-No tienes caso.

-Sabes que voy a matarlo de todas formas. Lo haría solamente por ti

La muchacha lo miró a los ojos. Vio que lo decía en serio y que nada se interpondría entre sus ideas y él, así que no dijo nada.

En cambio, él la besó.

-No puedes arreglar todo con besos, ¿sabías eso?

-Lo sé- contestó él-, pero hacen que dejes de pensar un rato.

-Idiota

-Me quieres igual

-¿Quién dijo?- cuestionó América, y el baterista hizo un leve puchero- Está bien, vuelvo a quererte.

Josh sonrió y volvió a besarla.

-¿Vas a decirle a Issy también?

-¿Por qué no le dices tú? Me cansé de repetir que quise morir

-Qué sutil. Mañana le diré. Y hablando de eso, mañana irás a la psicóloga. No más esperas.

-Está bien, cielo. ¿Me acompañarás?

-¿Cuántos años dijiste que tenías, Dun? ¿Siete?

Él la empujó suavemente mientras reía.

-Tengo una novia muy cruel

-¿Vas a cambiarla pronto?

-Nunca. Creo que la tendré siempre a mi lado

La muchacha se emocionó en secreto. Siempre. Le encantaba esa idea.

-Me gusta cómo suena. Ya la envidio- siguió ella, y, en la oscuridad de la habitación, los dos rieron.

Enamoré a Joshua Dun.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora