Capítulo once.

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Capítulo once.

Mañana es Navidad. Mis libros y mis demás cosas, estaban ya en la casa de mi abuela.

Me acosté en la cama cansada. Había pasado toda la tarde acomodando mi cuarto. Antes, éste, estaba pintado de rosa. Mi abuela dice que era muy traviesa y que tuvo que pintar de nuevo el cuarto por que yo lo rayaba siempre. Hacia garabatos en cualquier parte que estuviera limpia.

Hacia unas horas, por la mañana, fuimos a la Academia de la que mi abuela me habló. Nunca se me había pasado la idea de que era la Academia donde Zayn estudiaba.

El edificio era muy grande. Si gritaba, seguro se oiría eco. Las paredes tenían detalles de rococó y había muchas pinturas en ella. Eso me gustó mucho, la pintura me fascinaba, era otro modo de expresarte.

Quizás suene desesperada, pero no he recibido ningún mensaje de parte de Zayn. Sé que no somos nada, pero ayer le mandé los buenos días y no me respondió. Bueno, tal vez ya no quiere hablarme o algo.

Una voz que provino del piso de abajo, me saco de mis pensamientos, era mi abuela, me llamaba para la cena. Me coloque las pantuflas de conejito y camine a las escaleras. Olía delicioso, a mi abuela le quedaban riquísimas las comidas.

- Hice tu comida favorita, hija -Puso el plato en la mesa. Pollo asado con zanahorias y arroz. De sólo verlo me dio hambre

- Muchas gracias, huele muy bien -Me senté y tome el tenedor

- Había que celebrar -Rió y se sentó también.- ¿Ya les dijiste en el trabajo?

- Si, Sara se entristeció mucho, pero le dije que la iría a visitar de vez en cuando

- Bien, en enero empiezan las clases. Te daré dinero para que compres lo útiles

- Abuela, yo tengo, no es necesario que... -Me interrumpió

- No aceptaré un no -Yo suspire resignada y la mire

- Gracias -Tome su mano y la besé. Ella era como mi mama, la consideraba una madre, ella me crió sola, me ha cuidado desde siempre.

Ayude a mi abuela a adornar el árbol de Navidad. Era enorme. Llegaba hasta el techo y claramente estaba más alto que nosotras. Colocamos la estrella en la punta y en las ramitas íbamos acomodando las esferas, las galletas de jengibre, los trenecitos, y demás. Le di las buenas noches a mi abuelita y subí a mi habitación. Antes de acostarme, me puse una chamarra y salí al balcón. La barandilla de metal estaba cubierta por una delgada capa de nieve. La luna estaba hermosa como siempre. Las calles estaban repletas de nieve al igual que los tejados de las casas.

Desperté por los rayos del Sol que calaban en mi rostro, gritándome que ya era Navidad y tenía que despertar. Me senté y me talle los ojos. Quite las sábanas de encima mío y puse mis pies en el suelo. Rápidamente sentí lo frío que estaba y subí mis piernas a la cama. Si, me gustaba dormir sin calcetines. Con cuidado de no tocar el piso, acerque mis pantuflas con los pies. Me las puse y camine al baño.

Después de un largo baño con agua caliente baje a desayunar. Y como esperaba, el olor a pan tostado con mantequilla y chocolate caliente me llenó los pulmones. Mi abuela ya estaba preparándolo.

- Buenos días, hija, feliz Navidad -Se acercó y me abrazo

- Feliz Navidad abuelita -Le devolví el abrazo sonriendo.- ¡Tienes que abrir tu regalo! -Dije emocionada como una niña pequeña

- Oh, ¿un regalo para mi?

- Si, ¡vamos! -Lo había colocado detrás del árbol sin que se diera cuenta. Me hinqué y estiré mi brazo para alcanzarlo

- ¿Qué es? -Sacudió la caja. Yo reí

- Ábrelo -Cruce mis piernas a la altura de mi pecho. Ella rompió el papel con dibujos de santa, pinos y renos

- ¡una tetera! Que linda -Sonríe.- Es la que me gustó aquella vez -Me miro y yo asentí.- Gracias hija -Me volvió a abrazar y yo la abrace también.

Era Lunes. Me arreglé y salí a la tienda que mi abuela me había dicho. Quería que comprara verduras y demás. Aparte de que pasara por mis útiles. No quiero entrar, estaba bien en el trabajo. Aparte, no tengo ningún talento... Bueno, si dormir lo toman como uno...

Abrí la puerta donde estaba un pequeño papel que decía "JALE" ¿qué hice? ¡Empujar! Tonta ____.

Eche detrás de mi oreja un mechón, avergonzada, deseando que nadie me haya visto. Tome una canastilla y comencé a recorrer la tienda en busca de las cosas de la lista de mi abuela. Giré mi cabeza hacia la ventana, no se por que razón. Un coche se aparcaba en la tienda de enfrente. Una cabellera azabache se bajó del copiloto y una mujer, no pasaba de los treinta, salió del lado del piloto. El chico observó la tienda unos segundos, se giró y caminó junto con su madre. Ese chico era Zayn... y se dirigía hacia acá.

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¡1K! WOOOOOOOOOOOOOOOOOOO LA FELICIDAD SE ME ESCAPA DE LAS MANOS. añdkscald muchas graciaaaaaaas enserio, es que sin ustedes, no me inspiro más. En este momento no tenía nada de inspiración, y cada vez que veía esos números, el corazón me latía de tanta alegría. Gracias por el apoyo y por seguir leyéndola. Me esforcé mucho para que este capítulo estuviera genial. De corazón les agradezco todo esto.

10 votos = nuevo capítulo.

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