Capítulo quince.

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Capítulo quince.

El viernes llegó rápido. En la Academia, estaban todos arreglando el gimnasio, donde se llevaría a cabo el baile.

Las chicas hablaban del vestido que llevarían y quien las había invitado al baile.

Estaba acomodando mis libros en el casillero y una mano toco mi hombro. Yo me voltee a ver quien era.

- Hola ____ -Era Niall, llevaba una camisa negra y un suéter azul grisáceo, sus jeans eran negros también

- Hola Niall, ¿cómo estas? -Sonreí

- Bien... Me preguntaba si... ¿ya tienes pareja? -Sus mejillas tomaron un color rosita, lo cual me pareció muy tierno

- No Niall, no tengo -Cerré mi casillero

- ¿Aún no? Bueno... Me gustaría ser tu pareja -Sonrió mostrando su dentadura.- ¿Quisieras ir al baile conmigo?

Yo me quede helada, no sabía que responderle. La verdad me gustaría ir sola al baile pero no quería decirle que no. Una parte decía que debía ir al baile con el, pero la otra me decía que tal vez era mejor no tener pareja.

- Claro, esta bien -Sonreí

- ¿De verdad? -Sus ojos se hicieron chiquitos por la sonrisa que estaba apareciendo en su rostro.- Gracias... Pasaré por ti, a las 8, sólo dame la dirección

- Oh, claro -Arranque un pedazo de hoja de mi libreta y le apunté la dirección de la casa de mi abue

- ¿Enserio vives ahí? -Me miró

- Si... ¿Por qué?

- Vivo a dos cuadras -Una vez más me quede sin habla y sólo sonreí.

Tomé el cepillo y empece a peinar mi cabello, hice una trenza y empece a sacar pequeños cabellos, la recogí en una cebolla y quedó algo así como una flor.

Me puse sombra plateada, labial color vino y un poco de rímel.

Me fije en el armario, donde tenía el vestido, que me había regalado Sara, colgado. ¡La extrañaba mucho!

Debería ir a visitarla mañana a la pizzería.

Agarré el vestido y me lo empecé a poner. Abrí la caja de zapatos, había ido a comprar unos ayer. Me senté en la cama y me los puse, no eran tan altos, pero sentía que me iba a torcer el tobillo. Miré el reloj, 7:45. En ese momento sonó el timbre de la casa y se empezó a escuchar la voz de mi abuela y la de alguien más, debe ser la de Niall.

Bajé con cuidado las escaleras, el ruido de los tacones hicieron que Niall volteara y quedara con la boca abierta. Se acercó al pie de la escalera y me extendió la mano.

- ¡Te ves hermosa, hija! -Yo me sonrojé

- Y demasiado ____ -Niall puso el brazo para que yo entrelazara el mío

- Gracias -Reí

Niall se había estacionado frente a mi casa. Su coche era un beatle de color blanco. Abrió la puerta del copiloto para que yo subiera.

Una vez que yo me metí, el se subió también y partió a la Academia.

- Luces preciosa -Me miró fugazmente

- Muchas gracias, tu también luces guapo -Lo miré, sonrió y después voltee al frente.

Las luminarias estaban encendidas. Los carros entraban y salían de las calles. La noche caía lentamente frente a nosotros y el frío se empezaba a sentir más. Los niños que estaban jugando por la tarde fuera de sus casas, ahora regresaban a regañadientes a ellas. Con sus pelotas en la mano y las niñas, sus muñecas. Llegamos a la avenida, donde ahora los carros, eran más.

Sweet CoincidenceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora