FIREPROOF

TREINTA

Valeria

No me podía creer lo que había escuchado. Mis..Mis padres...

-Va...val.-dice mi abuela triste.

-¿Mis padres están vivos?-pregunto a punto de llorar.

-Val...mejor que lo hablemos luego otro día... mañana tienes que levantarte temprano.

-¡No!-digo y mis abuelos se sobresaltan.- Quiero toda la verdad ¡Ahora!-digo ya con las lágrimas por mis mejillas.

-Está bien, siéntate esto va a ser duro.-dice mi abuelo.

Me siento en la cama y ellos enfrente de mi.
(Poner la canción de arriba del todo)
-Bien, todo paso hace dieciocho años. Estábamos en casa de tu madre, la biológica no, es decir mi hija. Era el día de Los Reyes magos y estábamos cenando allí. Al rato llamaron al timbre, era una mujer muy parecida a ti, rubia con unos ojos hermosos. La mujer tenía frío y hambre por lo que ella nos dijo. Era una mujer pobre, sin hogar. Nos dijo que hace unos días había tenido a una hija, y que no quería que su niña pasará por lo mismo que ella ya que su marido murió antes de que ella diese a luz porque tenía cáncer y ella sola no podría cuidarte. Nos pidió de rodillas que nos quedaramos contigo. Al principio yo dude, porque no me fiaba de ella y mi hija tampoco. Entonces nos enseñó una cesta donde estabas tu metida. Al verte la cara de angelito que tenías mi hija acepto quedarse a tu cargo. Tu madre se lo agradeció muchísimo y le pidió que te cuidaramos y que cuando fueras muy muy grande te contaramos la verdad, que para entonces ella estaría muerta de hambre o de frío. Yo al principio me negaba de cuidar a una hija de una vagabunda, pero mi hija, la cual no podía tener hijos, estaba encantada contigo. Tu madre nos dijo que te llamáramos Valeria en honor a tu padre porque a él le encantaba ese nombre. Con el paso de los años te fuimos cogiendo todos un inmenso cariño Val. Nos cambiaste la vida a todos, llenaste de vida nuestros hogares y de felicidad. Mi hija siempre lloraba porque nunca tendría a un hijo y al tenerte a ti jamás la vi tan feliz. Fuiste creciendo tan rápido que me daba pena ver que pronto deberías saber que yo no soy tu abuela, ni tu madre es tu verdadera madre. Pensé tantas veces en contartelo pero te ví tan bien con mi hija y su marido que no quería arruinar esa chispa de felicidad que habías traído. Cuando mi hija murió, tú eras lo único que me quedaba Val y si te lo contaba corría el riesgo de perderte a ti también. No sólo has sido como una nieta para mí. Has sido como una hija y siempre serás mi niña pequeña de las coletitas. Sé que debí decírtelo, es más James y tu padre nos decían que debíamos de contartelo antes de cumplir los dieciocho, pero no podíamos. Te vi con tus amigas y pensé que no estarías en ningún sitio mejor que con tu familia, porque somos tu familia Val, diga lo que diga el ADN eres mi nieta y tu madre es la que te ha cuidado desde bebé. Ahora es decisión tuya lo que quieras hacer. Pero recuerda que siempre te amaremos.-dice y yo ya no aguantó más. Las lágrimas corren por mis mejillas como un río. Mi madre está viva.

-¿Qué...Qué es de mi madre?-digo con una débil voz. Esperando que no este en otra vida.

-Ella... está viva. Lo último que sé de ella es que encontró un trabajo y ahora está casada con un hombre y tienen a otra hija de cinco años. Lo sé porque me llamó hace cinco años para preguntarme por ti. Yo le dije que estabas genial y ella siempre me decía que no le diga nada de su existencia. Pero creo que es hora de que sepas quien es tu madre. Ella vive en California.

-¿Mi...mi madre ha rehecho su vida y a mi...no...no me quiere?-digo sin creer lo que estoy oyendo.

-No cielo. Ella siempre quiso lo mejor para ti, y cree que si sabes la verdad la odiaras por eso no quiere que sepas que ella está viva.

Me quedo unos minutos pensando en todo. Mi madre no es mi madre. Mi familia no es mi familia. Mo verdadera madre tiene una hija y un marido y de mí no quiere saber nada. ¿Qué mierda vida es esta?

-¿Val estas bien?-pregunta mi...mi... James.

-¿Qué si estoy bien? Pues claro que no. Me acabó de enterar, después de dieciocho años, que no soy vuestra nieta. Que mi madre no es mi madre ni mi padre, mi padre. Que mi verdadera madre, a saber como se llame, me abandonó y ahora tiene una mejor vida mientras yo me he pasado cuatro años llorando porque creía que era huérfana. No sé, como te sentirías tú pero yo me siento como si fuera una mierda en esto. Me habéis tenido engañada toda mi vida. Yo... yo no se quien soy.

-Val...lo sentimos, nosotros.... quisimos lo mejor para ti.-dice Rose.

-Yo... necesito pensar todo esto.

Digo y salgo de la casa y me dirijo al único sitio donde me siento quien soy.

-¿Sí?-dice una voz.

-Harry... puedo ir a tu casa, por favor. Te necesito.-digo llorando.

-Val ¿que ocurre?¿estas bien?

-Te lo explicó todo en tu casa por favor.

-Vale, pero no te muevas de donde estés. Yo voy a por ti. No quiero que vayas sola de noche por las calles. Dime donde estas.

-En el parque de enfrente de mi casa. Ven rapido, por favor Harry.

-No te preocupes princesa. Adiós.

-Adiós.

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