Behind you //Marichat//

Parte II: El sol no sale

"El sol ansío cada reencuentro con su amada, pero era difícil verse. O la luna se ocultaba o el sol no salía. Ambos tenían miedo de aceptar lo que en ellos crecía, y el temor los hundía más "

Capítulo 9: Somos dos

Llegue a la escuela y me encontré a Nino, como siempre esperándome mientras buscaba ansiosamente la mirada de esa chica de ojos azules. Para mí desgracia, encontré la mirada de dos ojos azules, pero no de la chica que yo quería.

-Adrihoney.- gritó Chloe yendo hacia mis brazos. Yo la esquive aunque ella de todas maneras me atrapo. -Me enteré del malentendido que tuviste con esa torpe de Marinette, tranquilo no necesitas darme explicación. Sé que...- mis oídos se volvieron sordos y mi mente se perdió en la chica que hablaba con Alya, tan tranquila, tan pacifica, tan ella. -¿Adrien? ¿Me escuchas?- me saco del trance, la empuje cuidadosamente y me fui detrás de esa mirada azul cielo.

Mi amigo me siguió. Me escondí detrás de un poste para sorprenderla.

-¿Desde cuándo salen? ¿Por qué no me has querido contar nada? Es que la última vez me dijiste que Adrien era todo un patán y ayer en la pijamada te sonrojabas cada vez que hablabas de el.- me reí un poco por lo que contaba Alya.

-Pss, eso no es cierto.- escondió la mitad de su cara detrás de su bolso. Su amigo soltó una gran carcajada.

-Marinette Dupain-Cheng tú sí que no sabes mentir. Estas perdidamente loca por ese chico.- esbozó en una sonrisa. Ella se sonrojó. -Marinette sabes que tú sola no puedes contra mi.- fue el momento perfecto para mí entrada. Corrí hacia ella y la pegue a mi cintura.

-Pues ahora somos dos.- dije besando su cabellera. Olía a naranjas. La chica se puso como un tomate, seguramente no está acostumbrada a muestras de afecto, pero debe de hacerlo, no creo poder limitarme demasiado cuando se trata de ella.

-Ya veo.- dijo la de lentes.- Pero nosotros también.- jalo del brazo a mi amigo que trataba de huir silenciosamente.-¿Verdad Nino?- él asintió rápidamente.- Ahora díganos.

-Desde ayer.- conteste yo viendo que mi bichito no podía articular palabra alguna. -Ahora sí nos permiten.- jale a mi novia a otra parte donde pudiéramos platicar tranquilamente.

-Marinette ¿Me podrías decir que tengo que hacer para que te dejes de poner nerviosa.- dije sin quitarle la mirada de encima, pues solo observaba como ella se mordía los labios. Dirigí mi vista hacia dónde ella veía.

El chico pelirrojo bajo rápidamente su mirada y siguió dibujando.

-Me siento mal por el.- esos celos dentro de mi ardían, temía que ella pudiera sentir algo por el. Voltee a verla, tenía su mirada gacha.

-¿Ustedes salieron?- pregunte con temor a la respuesta. Ella alzó su cabeza rápidamente y abrió los ojos como platos.

-N-n-no, s-s-si, algo por el estilo.- mi interior estaba quemándose. -Pero no es como lo nuestro Adrien, con el fue por no decirle que no. Fui distinto. -trato de esconder su cabeza entre sus hombros.

-Tranquila mi lady, voy a ir a hablar con el.

-No tienes que...-dijo tratando de detenerme, le sonreí y tranquilizo su semblante, eso siempre funcionaba.

Me encaminé hacia dónde estaba Nath y me senté a un lado de él. Dibujaba a Marinette de manera perfecta, tal y como ella era. Los celos estaban consumiendo todo mi ser sin embargo trate de controlarme.

-Te esta quedando bien.- mencione de la manera más agradable posible.

-Gracias.- entonó en seco y cerró su libreta de golpe.

-Oye no fue mi intención parecer un patán entre tú y Marinette. Es solo que a mí me gustaba igual y los celos se apoderaron de mi. Perdóname.- el chico se levantó furioso.

-Yo amo a Marinette y ¿Acaso vez que interfiera entre los dos? No ¿Y sabes por que? Porque yo sí me interesó por su bienestar, ella se ve feliz contigo, por eso no hago nada.¿Y que es lo que tú haces? Dejar que los celos te consuman y provocarle el momento más incomodo de su vida. No te la mereces, claramente, pero estás acostumbrado a tener todo lo que quieras. Mientras tengo que conformarme con ver a la chica que amo a lado de un idiota que no sabe lo que es amar. Así que no trates de buscar un amigo en mí porque no lo conseguirás. -guardo sus cosas.

-Nath, en serio perdóname. Sin embargo, creas lo que creas, yo la amo y la amo de una forma que tú nunca comprenderás. Entiendo tu odio hacia mí, pero si no la merezco, la mereceré y haré lo que sea por lograrlo.-sol sintiendo que mi corazón rugía. El solo sonrió.

-Solo no te aferres a ella, es como el viento, pronto se ira de tus manos.- se colgó su mochila, se detuvo dándome la espalda.- Idiota. Es Marinette, nunca fue tuya.- y me dejo solo en la banca.

Marinette me vio desde lejos preocupada. Mi pulso se aceleró. Corrí y me aleje.