Marinette volteo su cuerpo dormida y sintió una inesperada respiración cerca de la suya. Abrió los ojos asustada para ver quién era, el joven al que vio la paralizó, ciertamente era el mismo que le dio los mejores días de su vida pero en estos 8 meses había cambiado bastante. Su cabellera había crecido un poco más y su flequillo parecía ya no estar adaptado al mismo lado que antes, un look más despeinado.
Sus rasgos de hombre eran más notorios y su pecho parecía haberse ensanchado un poco más. A sus dieciséis años ya parecía todo un dios griego. Marinette se sonrojó al ver que su pierna se encontraba en medio de las suyas ¿Qué es este extraño deseo?
Se halló mordiéndose los labios. ¿Labios? Labios. ¿Qué se sentirá si...
-¿Marinette?- el chico despertó al sentir unos dedos finos a punto de rozar sus labios. La chica se detuvo sonrojada.
-Adrien yo....- la azabache se detuvo al ver las mejillas encendidas del joven. No se había dado cuenta que sus rostros estaban. Asustada sacó su pierna de donde estaba.
El chico no paraba de mirarla. El cuerpo de Marinette se había acentuado más y lo que era un dulce rostro de ángel se había convertido en una bella flor exótica, su cabello extendido sobre la almohada no le permitía no imaginárselo entre sus manos, siendo manipulado a su antojo, siendo... ¡Estupido, para ya, es Marinette!
Se separaron y pusieron sus cuerpos pecho arriba, ambos transpiraban mucho. Pero algo extraño sucedía, a pesar de todo el ambiente por fin no era pesado y se podía respirar fácilmente. Una vez recuperada su respiración la joven escucho a su compañía te reír abiertamente. Adoraba escucharlo así.
-Marinette, solo ven acá.- la atrajo a su cuerpo y en un segundo ya se hallaban totalmente debajo de las sabanas. Ahí abajo, Adrien no dejaba de ver a la chispeante chica que lo miraba con los ojos bien abiertos, como un gatito asustado pero que quiere saber más. Siempre tan apetecible. Tan... La garganta del joven se tornó seca y pasó saliva, Marinette se perdió en ese gesto sintiendo que su corazón martilleaba, un cosquilleo recorría toda su espalda, ahí la neblina del deseo era tan visible como una roca. Solo un toque, solo uno y prometía no pedir más.
Las emociones de ella caían y subían como montañas rusas. Sus pies buscaban ansiosos el cuerpo del chico atando una de sus piernas al cuerpo de el. Adrien dejó caer un suspiro mientras su cuerpo pedía a gritos a esa chica, el respirar y ver resultaba un problema ahora, definitivamente por la neblina de deseo y cargas eléctricas que entre los dos surgía.
Marinette deslizó su mano suavemente por el cuello de el provocándole miles de sensaciones hasta llegar a su nuca, de ahí lo acercó más a su rostro. Adrien ya ansioso por el encuentro sumergió su mano abajo de la playera de la azabache, al contacto de esa fuerte mano sujetando su cintura Marinette sintió que toco el cielo haciendo que su espalda se irguiera completamente.
-No tienes una idea de cómo te extrañe, burbujita.- susurro Adrien con voz ronca al sentir cerca el rostro de su princesa.
Sus alientos exasperados empezaron a rozar. Ambos solo buscaron ese contacto de labios que tanto buscaban. Un roce, solo tenían que seguir.
-Adrien te estaba bus...-una castaña de ojos aceituna llego a interrumpir la escena. Los dos en la cama se levantaron sonrojados. La morena en la puerta se quedó paralizada. Adrien y Marinette se incomodaron al no lograr lo que habían buscado.El beso que no se dio. -¿Ella... ella... ella es Marinette?- sintió una lagrima en su mejilla. -¿Una simple y normal chica? ¿Una chica como cualquier otra? ¿En serio ella es la razón que me dijiste? Adrien yo creí que... Sabes que, no me importa. Revuélcate con esa simplona, luego me volverás a buscar para que continuemos nuestro lindo jueguito en donde lo dejamos aquella vez.- dijo con veneno.
Marinette se sentía humillada ¿A qué se refería con "aquella vez"? ¡¿Cómo pudo haber sido tan tonta?! Adrien jamás se fijaría en ella, por algo había sido un gato coqueto. Se levanto sintiendo como la decepción cubría su cuerpo. Seguramente todas esas palabras que le decía se las decía a las otras. Menuda y gran estupida. Otra vez había sido tan ciega.
Adrien solo observaba molesto como la chica de sus sueños se levantaba de brazos cruzados y cabizbaja. Maldita zorra ¿Qué parte de no no había entendido? No la amaría y jamás lo haría, no mientras esa chica de ojos color cielo existiera en su corazón. Ella era su todo y Lila no parecía comprender ¿Cómo amaría a una chica que solo sabe mentir?
-Lila ¿No te cansas de mentir?- dijo sujetando con fuerza la muñeca de Marinette para que no se fuera. -¿Chica normal? Ja, eso es lo más patético que he escuchado, ni que fuera tu. Ella es simplemente la chica más asombrosa que he visto, eso que jamás podrás ser, ese ser dulce que me mantuvo loco y enamorado por 8 meses a pesar de su ausencia.- la jalo pegándola a su cuerpo, ahora el chico no observaba esos ojos aceituna frustrados y rabiosos, solo observaba a ese par de esferas celestes que contenían millones de universos enteros y entre ellos, se hallaba el suyo. -Burbujita... mi lady.... yo... te sigo amando.
Ninguno de los dos se dio cuenta cuando Lila salió de la habitación ya que únicamente se concentraban en la existencia del otro en su existir, tan maravillosa y grandiosa. Otra vez sus rostros estaban tan cerca, esas miradas parecían conectarse de un millón de maneras. Adrien pego suavemente su rostro.
Algo inesperado paso.
Esta vez Marinette esquivó el beso y solo colocó su cabeza en el hombro de el. Lo abrazo mientras Adrien se quedaba paralizado, ese beso no se dio. Ese objeto que le proclamaba un existir distinto no llego.
-Lo siento Drie, yo... No volveré a caer.
-¿Caer? Marinette.- mencionó asustado.
-Adrien, yo sé que no me amas realmente, pero yo a ti sí. Te amo con cada parte de mi ser por eso mismo no me debo dejar caer otra vez en tus encantos, solo se feliz yo sé que este amor que he tenido por ti jamás fue correspondido y lo entiendo, te quisiste desligar completamente de mi, dejar de engañarme. Tranquilo, tú ya...- los ojos azules de la chica acuosos. -tú ya no tienes ningún compromiso conmigo. Iré a salvar la ciudad y te prometo ya no volver a cruzarme en tu camino. Yo...- Adrien sintió el hombro en el que estaba recargado la azabache húmedo, la alejo para poder observar su rostro, estaba todo rojo y lleno de lagrimas, aun así seguía siendo toda una deidad.
-Princesa, no vuelvas a decir algo como eso.- exclamó.- Yo te amo, te amo, te amo y jamás te deje de amar...
-Para ya Adrien. -interrumpió suplicante.
-No Marinette, no hasta que me escuches, entiende que...
-¿Entender que? Adrien ya no me tienes que mentir, deja de... Simplemente deja de ser tan... tu, Adrien, deja de enamorarme. Ella tenía razón.- dijo apuntando la puerta. -Debajo de esta mascara soy esta chica simplona, una que nadie recuerda por ser otro eslabón en un patrón repetitivo, no resaltó.
-Marinette arrêter de dire des choses stupides.- bramó enojado. -Yo nunca ame a Ladybug, mucho menos la admire.- gritó mientras dejaba a la chica pasmada. -Óyeme bien, yo siempre estuve enamorado de la chica debajo de la máscara, siempre fue a la que admire y a la siempre deseé ganarme su corazón. ¿Qué por qué? ¿Por qué enamorarme de una chica la cual no conocía? Porque ella era todo, era valiente, no temía entregarlo todo por salvar aquellos que probablemente jamás había cruzado una palabra, porque ella sabía llevar el peso de esa doble vida y sonreía, cada día más deslúmbrate, porque ella si podía y yo no, por eso...- exclamó con fuerza. - por eso me enamore de la chica detrás de la máscara ¿Y sabes quién es la chica detrás de la máscara? Tú, Marinette Dupain-Cheng, esa chica que en solo una tarde me enseñó a amar, esa es la chica de la que me enamore y ahora se está haciendo llamar simplona.
Marinette se quedó atónita, aunque el parecía estar indignado la seguía tratando con suavidad. Alzó con delicadeza su mano y empezó a rozar con las yemas de sus dedos esos labios que tanto anhelaba. Ambos con miradas conectadas y labios entre abiertos.
-Volveré.- susurro. -Volveré a darte el beso que no se dio... Chat.- Adrien abrió sus ojos, hace mucho que ella lo llamo así por última vez pero de algo estaba seguro, lo seguía amando.
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Behind you //Marichat//
FanfictionUna serie de accidentes ocurridos alrededor del mundo de Chat le llevan a darse cuenta de que está enamorado de Marinette. Y aunque el romance entre ellos surgía de manera sencilla, todo cambia al momento de descubrir quién es el famoso villano al q...