Behind you //Marichat//

Capitulo 16: Recuerdos vitales

Marinette

-Marinette- abro poco a poco los ojos, veo una figura delgada, sera...

-¿Chat?- pronuncio entrecortada.

-¿Quien es Chat, pequeña?- la imagen se torno clara, era mi madre.

-Lo siento madre, yo... estaba pensando en otra cosa.- senti mis mejillas ardiendo. Mi madre sonrió.

-Espero que no te guste el superheroe Chat Noir, no creo que a Drie le parezca.- bromeo mi madre. Oh si tan solo supiera. -En fin, vine a decirte que se te hace tarde para la escuela.

Agradeci a mi madre. Cuando me dejo sola en el cuarto me cambie y baje, sin velocidad. Mis pensamientos se enfocaban en suposiciones del estado de animo de mi gato de ojos esmeralda.

En cuanto llegue a la escuela lo busque. Mi mirada se posaba en cada persona que se cruzara por mi camino. No habia señales de el.

Alya noto mi desesperación al buscarlo y me toma de los hombros para voltearla a ver.

-Hey tranquila amiga, acaba de pasar una tragedia, no esperes que venga como si nada a la escuela.- acepte con resignacion lo que mi amiga dijo, mis pensamientos egoistas me hacían quererlo tener a mi lado.

En el receso me dirigí a la biblioteca pues deseaba un poco de soledad. No entendía porque me sentía tan deprimida con ese gran temor dentro de mi a que algo sucediera.

Me sumergi en un libro de versos que el me habia regalado hastq que sentí una mano extendida en mi espalda. Voltee y ví al joven de ojos turquesa viendome con suma agonía.

-Marinette yo solo queria... Lo siento por lo del padre de Adrien.- mencionó mordiéndose un labio. No contesté. -Tambien perdoname por los constantes forcejeos que hice yo...

-Nath te perdonó pero ahora dejame sola.- el chico me miró serio.

-Mari dejame ser el amigo que necesitas. -colocó su mano sobre la mía, me sonroje pero no por un sentimiento bello si no por una gran incomodidad.

-Lo siento, tengo que irme.- enuncié y me retiré dejando ahí al chico.

Al salir de la escuela planee ir a la casa de Adrien para apoyarlo. En todo el día habia olvidado la molestia que sentí con el él día anterior.

A mitad de camino escuché unos gritos ahogados de varias personas, corrí y me topé con un villano akumatizado. Controlaba energía eléctrica, y lo estaba utilizando para torturar personas a un nivel mortal. Un villano jamás había hecho eso, es como sí todo el ser humano dentro de el haya desaparecido y el akuma utiliza el cuerpo como marioneta. Atemorizante.

Me transforme, presentía que esta vez tendría que luchar por mi propia cuenta, sin mi gran compañero. Mi corazón se comprimió.

La batalla comenzaba, Ionic (como el villano se hacia llamar) me lanzó un rayo letal que fue interrumpido por un objeto metálico. Espera ¿Chat?

Vi un gato negro acercandose con gran agilidad al campo de batalla, mis latidos comenzaron a acelerarse. No debí dudar de el, mi gato nunca me falla.

¿Rojo? ¿Turquesa? Ese no era el.

-Mademoiselle. Bonjour, un gusto concerla.- dijo cortesmente sin ningun tipo de doble sentido, ni tomarme la mano y querer besarla, este no era el.

-Tu no eres Chat. -renegue.

-Señorita yo solo trato de ayudarla. -remilgo con amabilidad.

-Prefiero que no sea así, gracias.- voltee para darle la espalda.

-Pero... -volteo fugazmente. -¡Cuidado Ladybug! - grito corriendo hacía mi.

Al siguiente instante sentí una gran descarga electrica recorrer todo mi cuerpo. Todo movimiento dentro de mi se detuvo a excepción de una imagen en mi cabeza.

Adrien.

...

Desperte con una gran migraña, estaba recargada en la base de una galería. A un lado mió veía a un preocupado nuevo Chat Noir. Me senti mal conmigo misma.

-Lamento lo que te dije durante la batalla.- solté arrepentida. El chico me ofreció una sonrisa.

-No se preocupe... Estoy acostumbrado. - me agrada la cortesía de este chico sin embargo no es comparado con la picardía del ojos esmeralda. -Ya me deshice del akuma, utilize mi Cataclismo en ella. - un leve escalofrío recorrió mi cuerpo. -Solo debe reparar los daños y todo listo... Mi lady. -quede en Shock.

-No te permito llamarme así, no lo vuelvas a decir. -pronuncie al sentir una lagrima resbalar por mi mejilla.

-Pero mi lad... Señorita, el antiguo portador me dijo que la llamara así. - dijo sosteniendo una carta entre sus manos.

Se la arrebate y la lei.

La rabia inundó mi ser, estaba despidiendose de lo nuestro. Como si se pudiera olvidar tan fácil.

Una gran impotencia nubló mi mente. No sabía ni entendía porque diablos hacia eso. El recuerdo de lo último que me dijo apareció de la nada. Ahora el silencio que habia entre los dos era mortal, letal, horrible.

-¿Señorita? -pregunto el gato, voltee hacia el gato. -Dejeme ser el amigo que necesita. -eso ya lo habia oido antes de...