Behind you //Marichat//

Capitulo 5: Mejores amigos

-¿Qué te pasa Adrien?- preguntó Nino divertido.- Hoy te ves pésimo.

-Gracias Nino.- entone con sarcasmo.

-Alégrate, al menos no eres el único.- dijo dirigiendo la mirada a Marinette, también se veía rendida, la curiosidad me entro otra vez. Parecía que cada que la veía lo mismo me ocurría.

De pronto, vi a Nath acercándosele, inspeccione porque, traía una rosa roja en sus espaldas. Esto no era bueno, ella es mi amiga. No podía dejar que me la arrebataran.

Corrí rápido al otro lado del patio. Nath estaba apunto de... No, ni siquiera quería pensarlo. ¿Qué era esto que me carcomía?

No podían ser celos, no por ella ¿O sí?

Me aventé a ella porque sentía que no alcanzaba. Ella cayó junto conmigo, o más bien abajo de mi. Nuestras miradas estaban conectadas, su mirada azul cielo me recordaba a alguien, así como seguramente la mía le recordaba a alguien por la manera en la que me veía.

-Marinette ¿Sales con el?- inquirió inseguro Nath parado frente a nosotros. Ambos nos levantamos rápidamente.

Me sentía frustrado, ese pelirrojo había interrumpido nuestro momento de miradas.

-N-n-no Nath.- tiro nerviosa. Una sonrisa de alivio se dibujó en el rostro de ese pelirrojo, en sus ojos pude ver cómo una idea estaba en su cabeza. Ese tipo tenía que estar loco si creía que Marinette lo aceptaría a él teniendo una relación tan profunda con Chat. Hora de frustrar planes.

-¿Que dices amor?- la tome desde la cintura y acerque a mi cuerpo.

-N-n-n-no es cierto Nath yo...- sus pupilas se dilataron.

-Tranquila Marinette, lo entiendo, yo no sabía, lo siento.- dijo decepcionado Nathaniel y después se fue. No me sentía bien ¿Qué acababa de hacer?

-¿P-p-porque lo hiciste?- me preguntó apenada.

Ni siquiera yo sabía porque, quizás no quería perder a la única amiga que Chat Noir tiene. Seguramente si se hacían novios, el ocuparía todo su tiempo y Chat ya no la podría ver, y si le negaba probablemente alguien más lo haría, ya Nino lo había intentado. La única solución era que yo fuera su pareja, así yo mismo me encargaría de no ocupar todo el tiempo de ella y Marinette tuviera tiempo para Chat.

Si, por eso lo hacía (o al menos trataba de convencerme a mí mismo de eso).

La vi alejarse con cuero enfado, genial. Ahora ella creía que era todo un patán. Maldigo sentimiento que me hizo actuar, de seguro fue culpa de Plagg, algo le hace el a mi cabeza para que me vuelva tan impulsivo.

Llegue a mi casa y me pregunté cómo estaría Marinette. Mientras en las noticias, pasaban el rotundo éxito que había sido la derrota de Green Justice, sabía que Ladybug lo lograría, ella es fantástica.

Suspiré un segundo, necesitaba ir a ver cómo estaba Marinette. Camine hasta la casa de los Dupain-Cheng. Sus padres me contestaron que aún no había regresado. Ya era de noche, eso era preocupante.  Y todo por mi culpa, otra vez.

Una vez lejos, me transforme. Debía liberarme, sentir esa fuerza recorrer mi cuerpo, y en la oscuridad nadie me vería. Me dirigí a la torre Eiffel.

Justo en la punta se delineaba la figura de un delgado cuerpo en las penumbras. No podía ser ella, no era...

-¿Marinette?- ella volteo, tenía los ojos rojos, a de haber estado llorando todo este rato. No podía ser por lo de la mañana, ella era fuerte. No pude evitar preguntarme qué otros secretos ocultaba aún.

-Chat.- sollozo y se abalanzó sobre mi. -Te extrañe.- susurro entre mis brazos.

-Pues claro Marinette, yo también te extrañe. Eso es lo que los mejores amigos hacen.- sentí como el ritmo de su corazón bajaba lentamente y su cuerpo abandonaba energías sobre acumuladas ahí. Bajo toda esa luz, ella parecía un ser aún más perfecto.

Alcé la mirada, la ciudad contenía una belleza única, siempre llena de energía y poesía. Era todo un arte, y es por eso que se parecía tanto a ella. Una lagrima de felicidad escapó. Quería protegerla, protegerla de aquel que le pudiera hacer daño.

Ese abrazo parecía eterno. Ambos soltamos lágrimas pero estábamos contentos de tenernos el uno al otro. Me sentía feliz de que ella aún me quisiera a su lado.

-Te amo Chat Noir.- escuché decir suavemente en mi oído. Ahora todas mis emociones eran claras.

-Te amo Marinette.- permanecimos ahí, no queríamos que fuera diferente.

Cuando fue hora de separarnos. Le di un suave beso en una de sus lágrimas que se deslizaba sobre su mejilla.

-¿Cómo llegaste hasta esta parte de la torre por tu cuenta?- pregunté suavemente.

-Ya ves, soy hábil para escalar.- soltó una pequeña risita que me mataba.

Me acerqué cuidadosamente, y coloque un pequeño y rápido beso en sus labios. Me retiré rápidamente.

-Es hora que te lleve a casa. Tus padres han de estar preocupados por ti.- la sujetó entre mis brazos y la llevo a su casa.

Una vez en frente de la panadería nos dimos un último abrazo.

-Adios mi princesa.

-Adios mi gatito.- ese apodo me resultó familiar con esa pronunciación pero no quise indagar, solo me concentre en esos ojos azul cielo, acompañados por esa linda sonrisa.