Adrien llegó devastado a su casa como había sido durante una semana desde que "rompió" con Marinette. No la había visto desde aquella noche trágica, siempre que podía deseaba ir a verla y sumergirse entre sus brazos pero de que servía soñar si sabía que jamás se haría realidad.
Las tardes para la azabache no habían sido mejor, apenas y lograba conciliar el sueño mientras que las mañanas interminables resultaban un pesar, su amiga trataba de subirle el ánimo siendo en vano todo intento hasta que el miércoles logro observar al nuevo Chat lo cual pretendió no enfadarse.
Alya fue varias veces a la casa del rubio y no lo logró, nunca habrían la puerta y estaba segura que si probaba con ir al hospital del padre de Adrien el acceso le resultaría más complicado, y al igual que los otros dos, caía en depresión. Nino por el otro lado trataba de interferir en ambas con un buen humor a pesar de que su corazón se quebrara por la actitud ajena de su mejor amigo. Lo que nos dejaba en una conclusión: nadie había entendido lo que había hecho Adrien y eso los estaba lastimando.
-¡Mamá ya llegué!- grito la castaña dirigiéndose a su habitación.
Una vez ahí lloro, lloro como nunca antes al recordar las dolorosas palabras de su amiga durante la discusión que tuvieron en la mañana. Que te alejes de mí Alya, no necesito a nadie ni tampoco a ti, estoy harta de todos, vete, prefiero que ya no seamos amigas nunca más. Su amiga había perdido todo rastro de felicidad pero al parecer no era la única. Los villanos.
Si de algo se había percatado es que los villanos actuaban con más agresividad como si hubieran perdido el motivo humano que los originó, sólo lo hacía sin querer llegar a algún fin y la chica en traje rojo salía más lastimada.
Sin embargo Alya no se podía sumergir en esos pensamientos ahora, sólo en el dolor que esas palabras le había causado. Mientras, una mariposa negra se colaba a su habitación y como la vez pasada, se posó sobre su celular.
En el poco rastro consciente de Alya notó que Papillon no le hablaba, escuchaba siseos terroríficos, pequeños susurros en un idioma antiguo que desconocía en su totalidad y de algo quedó segura, esto iba terminar mal.
...
Adrien se sentaba en la orilla de su sillón como lo hacía frecuentemente estos últimos días. Observaba como una gran tormenta se avecinaba ¿o sería un akuma? No importaba pensó tomando su café. La agonía de tener que mantenerse despierto lo resquebrajó.
El silencio fue irrumpido por la destrucción de una pared de su habitación, el se levantó alerta. Por un segundo estuvo a punto de abrir su camisa para que saliera Plagg pero recordó que ya no tenía ese poder y lo único que le quedaba era huir, por suerte eso era lo único que sabía hacer.
Lady WiFi lo empezó a atacar con todo su poder incluso con algunos nuevos. Algunas manchas en el cuerpo de Adrien indicaban que ya empezaba a sangrar. Apenas y podía respirar cuando se paralizó al ver lo que seguía, la villana le lanzó un botón de apagado ¿Pretendía matarlo?
Un yoyo interrumpió su lanzamiento. Adrien volteo ansioso de verla, y si, ahí estaba su lady, tan hermosa y segura de si, tan perfecta y maravillosa, tan ella.
-Mi lady.- grito descuidadamente llamando la atención del nuevo Chat. Marinette volteo y vio una gran sonrisa en el rostro del chico ¿Amor o odio?
Se sumergieron en la batalla, Lady WiFi resultaba difícil de vencer tomando la curiosidad del rubio ¿Como Alya podía estar tan llena de dolor? Algo malo sucedía con los akumas, sin embargo sus pensamientos se enfrascaban en la chica que estaba en frente de el, su ambrosía luchaba con mucha agilidad.
Se fueron del cuarto continuando su batalla en otra parte. Adrien como pudo se levantó, fue a la cocina y tomó el cuchillo más afilado que hubiera, corrió hacia aquella habitación, cuando llegó empezó a encajar el cubierto con toda su fuerza sobre la chapa de la puerta, pues ahora no tenía a Plagg para abrirla.
Cuando logro acceder se sumergió en la gran ventana, estaba abierta. Tenía más miedo que la última vez sobre lo que se pudiera encontrar.
En medio de la luz un pequeño Kwami morado se encontraba meditando, Adrien se acercó con miedo sobre todo su alma. El pequeño ser volteo y al ver a Adrien lo abrazo como si lo hubiera estado esperando.
-Adrien, ayudame por favor, ya no puedo controlar más esto, necesito que te pongas el Miraculous.- suplico entregándole un broche de mariposa.
-No me vas a engañar, tu eres el Miraculous Papillon, el que ocasionó todo esto.- bramó lleno de dolor y furia en su mirada.
-Mi hay tiempo de explicar, soy Nuru y si quieres salvar a Marinette, tu amiga y quizás a todo París tendrás que ponértelo, es la única manera de regresarle su lado humano al villano, si el Miraculous es controlado por un lado humano.- pronunció dejando pasmado al joven.
Se detuvo a observar la ciudad por un momento. La gran tormenta había cobijado a la ciudad del amor, y las gotas se deslizaban una a una sobre el ventanal, golpeaban con toda su fuerza sin lograr algún daño.
Inhaló como si fuera la última vez que lo hiciera y tomó el Miraculous.
-Nuru, transforme moi.-sintió como un gran vacío estaba siendo ocupado por oscuridad, la destrucción de un continente en su ser siendo invadido por una ola de miedo. Su propia tormenta.
-Lady WiFi yo...-trato de decir con un nudo en la garganta. -Yo soy Papillon.
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Behind you //Marichat//
FanficUna serie de accidentes ocurridos alrededor del mundo de Chat le llevan a darse cuenta de que está enamorado de Marinette. Y aunque el romance entre ellos surgía de manera sencilla, todo cambia al momento de descubrir quién es el famoso villano al q...