Mi novio es un Delincuente. [Bradley Simpson y Tú]

Capítulo 84.

Desperté gracias a la voz del copiloto que daba el anunció de que aterrizaríamos en media hora.

Cheque mi celular y eran las diez y media de la noche. Ya quería salir de este lugar tan asfixiante. Me pude de pie, y me dirigí al baño.

Minutos más tarde. Vi a mi madre hablar con un chico, yo simplemente lo ignore. Tome asiento y nuevamente iba a colocar mis audífonos, pero no los encontré.

— ¿Buscas esto? —Preguntó mi madre enseñándome los audífonos—

— ¿A dónde se fueron solos? —Dije confusa y los tomé—

— El chico de ahí, dijo que se te cayeron cuando ibas al baño —Señaló al chico que había visto anteriormente—

Al decir eso, el volteo a verme y me sonrió. De igual manera le sonreí y regresé mi mirada la ventana.

Estaba todo oscuro, no se podía observar nada, más que algunas pequeñas estrellas, así que decidí cerrarla con la pequeña persiana que estaba ahí.

— Ya quiero bajar de este lugar.. —Le dije a mi madre mientras subía mis piernas al asiento y me abrazaba de ellas—

— Ya estamos a algunos minutos de llegar.. Se paciente —Dijo mientras leía algo en su celular—

Solo bufé y apoye mi cabeza entre las piernas.

Finalmente el tiempo había llegado. Habíamos aterrizado. Tome mi pequeña bolsa y salí detrás de mi madre. Salimos del avión y sentí un poco de frío en recorrer por mis brazos, era típico en Londres.

Fuimos por nuestras maletas y nuevamente,tomamos un taxi.

Le dimos nuestra dirección y el taxista comenzó a conducir.

Hace time por qué ya no estaba por aquí. Regresar a Londres, me hizo recordar mucho a Brad, ya que en esta ciudad nos habíamos conocido.

Pasamos por la Universidad en la cual yo estudiaba. Miles de recuerdos se me hicieron presente. Sentí unas ganas inmensas de llorar, pero tenía que ser fuerte.

Después de unos minutos, llegamos a mi casa. Baje mis cosas y me posicione enfrente de ella. La observe por segundos hasta que mi madre me habló.

— Vamos, sigue siendo tu casa... —Me dijo pasando a un lado mío—

Hice un gran suspiró y después decidí entrar.

Vaya, hace bastante tiempo que no estaba aquí. Finalmente en casa.
Todo seguía igual desde que me fui.

Me deje caer en el gran sofá que se encontraba ahí y me pase la mano por la cara.

— Fue un viaje cansado... —Dijo mi padre saliendo de la cocina—

— ¡Papá! —Me puse de pie y fui hasta el el—

Lo abrace con fuerzas.

— Mi pequeña.. —Paso su mano por mí espalda—

— Aunque no creas.. Te extrañe.. —Me separé de el y reí—

— Yo aún más de lo que dices.. —Dijo con una sonrisa—

— Y a mí, ¿no me darás abrazó? —Dijo alguien bajando las escaleras—

¿Pero qué?

— ¡Alan! —Dije casi gritando—

Corrí hacía él y lo abracé. Él estaba en casa y sin un rasguño. Pensé que el aún seguía perdido en el LA.

— Pensé que aún estarías en... —Comencé a decir pero me interrumpió—

— No, no.. Todo ya está en orden.. Pero lo que importa más ahora, es que tu estás bien... Estamos todos juntos de nuevo.. —Dijo tomándome de las manos—

Bajé la mirada. Y segundos después asentí.

— Hey, hey... El va a estar bien.. —Tomo mi mentón y lo subió con su mano— No debes preocuparte...

Solo asentí con la cabeza.

Era sábado por la noche, ya eran más once de la noche y mis padres, dijeron que iríamos a cenar todos juntos. Así me fui a bañar y después me fui a arreglar.

Opté por ponerme un vestido blanco con tirantes y una chaqueta negra, ya que estaba algo fresco, con unos zapatos sin tacón color crema.

Me maquillé un poco, tome mi celular y después bajé.
Mi familia ya estaba en la sala esperándome. Reí al verlos hacer un un gesto de alivio.

Salimos de la casa y subí rápidamente al carro de mi papá, que por cierto, era nuevo, un Aston Martin DB11.

Alan y yo subimos a la parte trasera y mis padres, enfrente.

— ¿Qué te parece mi nuevo auto hija? —Dijo viéndome por el retrovisor—

— Esta.. Cómodo... —Todos reímos—

Realmente había extrañado mucho a mi familia, y ahora, estaba con ella. Estaba muy contenta de volver a poder pasar tiempo con ellos.

Minutos más tarde, ya estábamos en el estacionamiento del restaurant llamado ''Sushisamba'' jamás había ido ahí, pero parecía ser un buen lugar.

Entramos y pedimos una mesa.
Segundos después, ya estábamos en nuestra mesa. Comenzamos a platicar mientras nos daban la carta. Yo opté por pedir sushi.

Segundos más tarde, atendieron nuestra orden.

— Y cuéntame.. ¿Desde cuándo estás aquí? —Le pregunté a Alan, mientras dejaba su celular en paz—

— Llevo aquí... —Pensó— Dos semanas.. —Levanto las cejas—

— ¿Qué? Y , ¿porqué no me avisaste? —Entrecerré los ojos—

— La verdad, es que.. No sé —Se rió—

Le di un codazo.

— Idiota.. —Susurré—

— Mamá.. tú pequeña me ha dicho cosas.. —Sonrío irónico—

— ¡Cállate Alan! —Nuevamente le di un codazo—

Nos empezamos a reír.

Gracias al cielo, la comida, había llegado, moría de hambre.
Comenzamos a comer y platicábamos.

Todos terminamos y mi padre pago la cuentas y nos fuimos del lugar de regresó a casa.

Me recargue en el hombro de Alan y poco a poco me fui quedando dormida.

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Mañana, es el final! Estoy muy emocionada.. Nuevamente muchas gracias por el apoyo, los amo bastante!