10. Viaje dividido

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Estaba desorientado y aturdido no podía ver nada y pensé que había llegado al infierno y tenía que esperar a que vinieran a castigarme o algo por el estilo. Hasta pensé que el aburrimiento debía formar parte del castigo.

Fui oyendo murmullos, como si susurraran a mi alrededor y algo se agitara. Intenté moverme, abrir los ojos, pero nada. Poco a poco las voces se hicieron más fluidas y claras pero mi cerebro seguía sin entender de que hablaban, entonces comprendí, sentía que me faltaba algo, una cosa valiosa que había perdido no se cuando y la impotencia que sentía aumentó.

-Creo que ya puedes salir-
entendí eso y fue como si mi mente se aclarase repentinamente, sentí el viento atravesándome y la luz irritándome los ojos y tras cegarme todo fue cobrando nitidez

-Ey ¿cómo te encuentras?-preguntó un ser.

...no sabía que decir...

-¿No recuerdas nada?

-...

-Que palo, pues si que tendré que empezar de cero. Veamos, tu nombre es William el resto no te lo digo a ver si te acuerdas-dijo con una sonrisa expectante.

-.William- repetí atontado- J....

-Wooo sigue sigue.

- Rho-rhodes-no sabía como pero mi boca simplemente hablaba y el ser aplaudió feliz por mi respuesta.

-Bien ahora probemos algo nuevo, mi nombre es O'tyko y soy un hada, pero que soy un chico eeh.-aclaró inflando el pecho en el que se veía levemente el tatuaje de una flor -Tú, William J Rhodes eres un fantasma, mi deber es escoltarte hasta que llegues a una cabaña, allí deberás intentar recordar más de quién eras, recuperar la memoria lo más que puedas. Pero ojo, debes tener la mente abierta y no forzarte.

-Abierta la tengo, de lo vacío que estoy- la broma hizo que O'tyko riera hasta saltarsele las lágrimas.

-No sé, supongo que si.-y agitó la mano quitándole importancia.

Tras dudar un tiempo pregunté-¿Por qué me quieres devolver la memoria?

-Oh! no es un deseo propio- dudó en como describirlo pero continuó- es más bien un favor a una amiga.

-¿Una amiga?

-Oh perdón, es más amiga tuya que mía. No podía venir así que me ofrecí voluntario para ayudarte, además quería ver mundo más allá de la compañía de mis hermanos.

-Hay cosas que no comprendo-

tras ponerme al día me sentí de lo más incomodo.

~Flash back~

-¿Sabes acaso cual es nuestro trabajo?

No respondí.

-Somos guardianes, todo lo que somos, fuimos y seremos se lo debemos a lo que la tierra nos ha proporcionado. Los ríos con su pureza nos renueva, los árboles caídos son nuevas casas y materiales, el aire nos da aliento para seguir viviendo y la vida que es creada durante generaciones, se mantiene en una cadena sana y justa donde todos tienen su tiempo y el destino determina cuando es su final.
Nosotros protegemos la pervivencia de ese equilibrio, la armonía del universo y la importancia de las pequeñas cosas. Pero no se puede proteger algo si no es atacado ¿no?. Es ahí donde entráis en escena los humanos, vuestro ego no os permite pensar en el bien ajeno, sois incapaces de ver más allá de vuestra necesidad inmediata, sois seres caprichosos, crueles y embusteros. Tiene que haber de todo en el mundo, pero el equilibrio debe ser la prioridad y nuestro trabajo es dar justicia a quien no respeta nuestra paz.

-Muy bien, pero ¿y a mi qué?

-Eres una criminal al igual que tu compañera, tu deseo es burlar el designo de la vida, este ser ya debía estar tras las puertas del más allá, pero por tu egoísmo lo retienes en este mundo. ¿No crees que pueda hacerle mal? Esta ya no es su tierra, su cuerpo es inestable, obligándole, solo conseguirás destruirle.

-No niego que lo sea, pero no permitiré que eso ocurra, sólo necesito saber qué debo hacer para que recuerde.

-Recordar no le devolverá el cuerpo.

Enmudecí, ya había pensado en eso, pero no encontré ninguna respuesta, nada verdaderamente útil para saber que hacer al respecto.

-Algo debe de haber- Espeté, aunque la voz me salió temblorosa

-Si, desde luego que lo hay. Lo cual no significa que se te permita realizarlo.

Antes de que pudiera seguir reclamando la dama prosiguió, alejándose hacia el árbol, y con voz autoritaria dijo- Pasarás encerrada hasta mañana al caer la noche, será entonces cuando decida que hacer contigo.

Al terminar su orden, todo giró a mi alrededor y me encontré siendo amarrada por las raíces de un árbol, me arrastraba alejándome de los seres, de su musica y su luz. No podía respirar, sentí que me adentraba en un agujero del suelo que se iba llenando de zarzas a mi paso.
De pronto caí, las raíces me habían soltado y mi cuerpo parecía plomo, miré hacia arriba por donde se suponía había entrado, pero todo estaba oscuro, intenté mover mi cuerpo que yacía en el suelo, pero lo sentí irreal como si fuera un sueño y no se encontrara ahí.

-¡Joder!-exclamé al sentir una gota caer en mi frente, hacía frío y me castañeaban los dientes, entonces caí en la cuenta- ¡El chal!- debió enredarse en el zarzal.- Genial Eri, dejaste empeorar a Willy, se lo llevaron, estas encerrada a oscuras, adolorida y sin lo único útil que poseías. ¿Qué más puede pasar?

Me arrepentí al decir lo ultimo. Las cosas siempre pueden salir peor de lo que están.

Alma ErranteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora