Nada mas terminar su jornada, Nayet fue a buscar a Kendal para irse a su casa.
Antes de llegar a su consultorio vio a Sara en la puerta. Una vez más sus celos salieron al flote. Sacudió su cabeza quitándose esa absurda idea. Debía relajarse y dejar a un lado esas obsesiones de que cualquier mujer quisiera algo con su marido.
Respiro varias veces, empezando a caminar hasta el consultorio de su marido.--Hola Sara ¿Cómo estás, que tal lo llevas? --Con una sonrisa en sus labios le hablaba Nayet sin percatarse de las intenciones de esa mujer.
--Bien, muy amable Nayet. Estoy adaptándome bien. Su marido es muy buen jefe me ha ayudado mucho si no hubiera sido por el, ahora mismo estaría pérdida.
La sonrisa de Nayet desapareció comenzando alterarse, alzó su rostro cuadrando sus hombros poniéndose a la defensiva.
--Kendal es muy generoso, y muy buen cirujano no tengo duda que le ayudará.--Pronunció con rencor Nayet.
Al escuchar la voz de su mujer, Kendal se levantó deprisa dejando lo que estaba haciendo, temía que Sara se fuera de la lengua y lo que menos deseaba era darle un disgusto a su mujer en su estado.
--Mi amor --Pronunció Kendal abrazandola, dándole un beso a su mujer.
--He venido a buscarte por si querías venir conmigo a casa.
--Sí claro, déjame unos minutos que acabo los informes y nos vamos.
--De acuerdo te espero en la salida, así de paso hablo con Lili.
Nayet se marchó despidiéndose de su marido con un beso largo como le gustan a ella.
Al darse la vuelta para entrar en su consultorio se topó con Sara que estaba apoyada en la pared. Con cara de perversa se acercó a él, puso sus manos en el pecho de él. Kendal empezó a ponerse rígido, con varios pasos hacia atrás se deshizo de aquellas manos.
--Uy, esto no me lo esperaba. Por lo que veo te has olvidado de mí.
--No seas patética Sara. Lo que pasó entre nosotros fue hace años. Y después de ti vinieron más mujeres.
--No vaciles tanto Kendal. Y di que te fastidió mucho que me casara con Stefan, aunque me equivoqué. Lo que tú me hacías sentir nunca lo he sentido en los brazos de Stefan. Eres un hombre ardiente, apasionado...
--Je,je ya lo sé, me lo dice mi mujer todos los días. Te voy advertir una cosa Sara, ni te se pase por la cabeza decirle a Nayet que nos conocemos y mucho menos que mantuvimos una aventura. Si abres tú bocaza, no respondo de mis actos.-- su voz sonaba enojada.
--Tranquilo Kendal no le diré nada a tú mujer. Aunque todavía no me explico que has visto en ella, pero a cambio de mi silencio tú debes hacerme un favor.
--Nayet es única. Que lo sepas Sara, y tú no le llegas ni a suela de los zapatos. Amo a mi mujer y lo que pasó entre tú y yo eso es ya historia. Asique olvídate de que te haga un favor.
--Lo qué tú digas.--Dijo ella encogiéndose de hombros.
Kendal le echó un último vistazo antes de irse. Sacudió su cabeza pensando en todos los problemas que le podría causar Sara estando cerca de Nayet. Cerró sus ojos por unos segundos pensando en la manera de decirle a su mujer lo que hubo entre él y Sara. Por otro lado, estaba su embarazo si algo le ocurría a ella y el bebé jamás se lo podría perdonar.
Notó su cuerpo tenso, sintiéndose enfadado consigo mismo. Se encontraba en una encrucijada, no sabía si decirle la verdad ahora a Nayet y correr el riesgo que la víbora de Sara se lo contase. O esperar a que nazca el bebé.
![](https://img.wattpad.com/cover/69292002-288-k301682.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Sigo Siendo La Misma
Romance*** 2 parte de NO SOY PERFECTA ¿Y?*** Como olvidar todos lo momentos bonitos y no los no tan bonitos. Es una cosa imposible. Tras su matrimonio y feliz casada con su guapo doctor. Las inseguridades vuelven ha aparecer en forma de celos en Nayet, tra...