Karina inmediatamente fue auxiliar a su amiga. Gina lloraba desolada temblando del mismo temor de pensar que Gael estuviese causándole ese dolor a través de su hija.
―Ven Gina, vayamos ahora mismo a la policía para poner una denuncia, ese miserable no te va volver a lastimar.
―Karina me siento tan desorientada que no sé qué hacer en este momento. Todo ha pasado tan rápido, es tan confuso que aún no me explico porque Gael actúa de esta manera.
―No sé amiga, lo único que te puedo decir, es que ahora mismo vamos a comisaría y debes sacar fuerzas para enfrentar a ese bastardo. Por su puesto no te dejaré sola.
―Gracias Karina, no sé cómo agradecerte todo lo que haces por mí.―Karina le sonrió con ternura mientras le ayudaba a caminar para ir hasta su auto y poder ir a comisaría y poner una denuncia en contra de Gael.
Antes de llegar a comisaría, Gina llamó a su padre contándole lo ocurrido. Su padre dejó lo que estaba haciendo para acudir a la comisaría y poder hablar personalmente con el comisario. Alfredo sabía perfectamente que aunque su hija pusiera una denuncia en contra de Gael, este no había quebrantado la ley para poder encerrarlo.
Durante el trayecto Karina recibió un mensaje de GorKa, esta le respondió con una llamada relatándole lo sucedido respecto a Gina.
Al finalizar la llamada, tanto el rostro como sus músculos se tensaron de pensar que Gina estaba en peligro. Sin dudarlo ni un segundo, Gorka se montó en su coche y se dirigió hasta la comisaría donde irían Gina y Karina.
Al poner un pie en la calle, todo el cuerpo de Gina osciló un pequeño nerviosismo que recorría su organismo tan deprisa como la pólvora. Los brazos de Gorka la arroparon dejando que el cuerpo de ella dejase de tiritar.
―Gina tranquila todo va salir bien. Ya verás como ese miserable acaba entre rejas.―Le dijo Gorka mirándola con afecto a la vez que volvía a estrecharla contra su pecho acariciando su cabello intentando que se calmase.
Antes de entrar en comisaría llegó Alfredo, como siempre con su semblante serio.
―Hija qué ha pasado, donde está mi nieta.―Preguntó alterado Alfredo.
Gina entre lágrimas le contó lo sucedido a su padre. Minutos después todos pasaron a comisaría para poner una denuncia en contra de Gael.
Como bien sospechaba Alfredo, la justicia no estaba a favor de Gina. Desesperado y tirando de que es sargento de la guardia civil, lo dejaron pasar para hablar con el comisario.
Mientras tanto, Karina, Gina y Gorka esperaban afuera algo intranquilos hasta que Alfredo salió de hablar con el comisario haciéndole prometer que llamarían a declarar a Gael. Aquello no era suficiente, Gina quería o más bien deseaba verlo entre rejas, pero como bien le dijo su padre debería esperar y tener paciencia hasta que Gael incumpliera la ley y así poder meterlo entre rejas.
Las palabras de su padre no la animaron demasiado, puesto que aún temía que Gael pudiera hacerle algo a su hija o simplemente ir a por ella. Gorka como si le hubiera leído la mente le confesó que no estaba sola y el se ocuparía de no dejarla sola.
―Mira Gorka no quiero sonar rencorosa puesto que estoy muy agradecida de que me ayudéis. Pero si te soy sincera, Gael me ha amenazado si me ve contigo o con cualquier hombre me hará sufrir y sabe que lo hará a través de mi hija. Y te juro que si algo le hiciese a mi hija yo misma lo mato con mis propias manos.
―Gina, me da igual lo que me digas, no te dejaré sola, puesto que ese miserable te persigue, si no dime como ha sabido donde os encontrabais.
―Gina, Gorka lleva razón, necesitas protección no puedes andar sola puesto que Gael está muy pendiente de ti. Y si se ha llevado a tú hija es para que lo busques.
ESTÁS LEYENDO
Sigo Siendo La Misma
Romance*** 2 parte de NO SOY PERFECTA ¿Y?*** Como olvidar todos lo momentos bonitos y no los no tan bonitos. Es una cosa imposible. Tras su matrimonio y feliz casada con su guapo doctor. Las inseguridades vuelven ha aparecer en forma de celos en Nayet, tra...