Gina respiró hondo contemplando la puerta que minutos antes se le había cerrado. Agachó su cabeza y comenzó a caminar hasta una cafetería cercana para poder poner en orden sus ideas. Sentada, moviendo su capuchino llamó a Karina contándole por encima lo sucedido entre ella y Gorka.
Media hora después Karina llegó intranquila por la noticia que le había contado su amiga. Las dos amigas continuaron hablando un buen rato hasta que a Karina se le ocurrió la idea de llamar a Gema, una amiga y periodista para que esa misma noche fuese al programa donde ella trabaja y así poder aclarar que Gorka no fue el culpable de lo que le ocurrió.
Aquella noche Gina se encontraba sentada en un sillón de un plató de televisión. Estaba temblando, nerviosa. Pero aún así tenía claro una cosa, iba a contar en el programa de televisión con más audiencia del país, que Gorka Zabala no fue quien la agredió aunque con aquella aclaración tuviese que narrar cosas acerca de su vida privada.
Esa misma noche, Nayet se encontraba sentada delante del televisor esperando que le dieran paso a su hermana para poder explicar su versión.
Aunque quisiera prestar atención a lo que su hermana decía, su mente y su preocupación iban dirigidas hacia Kendal. Su marido no había llegado y por más que lo llamaba no respondía.
Los minutos iban pasando muy rápido y las horas ya estaban anunciando que era de madrugada y su marido seguía sin dar señales de vida.
Nayet se fue para el baño, las náuseas y loas primeros dolores no cesaban tanto como su preocupación. Tras lavarse la cara repetidas veces notó un fuerte dolor en su tripa que hizo que se doblase y comenzase a llorar.
Nerviosa y alterada empezó a buscar su móvil. Una vez hallado, marcó el número del hospital para que le mandasen una ambulancia. A pesar de su estado avanzado de embarazo aún no era el momento para dar a luz.
Una vez en la ambulancia Harvey que se encontraba de guardia fue el que atendió a Nayet.
En ese momento Harvey no quiso preguntar, pero su mirada lo delataba consiguiendo que Nayet llorase más culpándose por todo.—Tranquila Nayet todo saldrá bien, te lo prometo.—La voz de Harvey intentaba que sonase tranquilizadora.
—Gracias Harvey, pero... qué decirte, que soy médico y que he empezado con las contracciones, y eso significa que mi hijo va nacer.—Gritaba histérica Nayet.
—Vale, vale. Yo solo quería calmarte un poco, no alterarte más.
Una vez que llegaron al hospital, Nayet fue llevada inmediatamente a la sala de partos. Allí la exploraron, le hicieron una eco confirmando que su bebé iba a nacer. Sin esperar ni un minuto la pasaron a quirófano, el bebé venía con una vuelta al cuello del cordón umbilical.
Todo estaba preparado para comenzar hacerle la cesárea a Nayet.
Aquella vez fue la primera vez que Kendal le temblaba el pulso cuando agarró el bisturí. Un frío sudor recorrió su espalda y su frente estaba mojada de sudor de los mismos nervios que sentía al ver a su mujer en ese estado.
Miró repetidas veces a Harvey y a otro compañero, su corazón latía tan fuerte en su pecho por el temor que algo le pasase a su hijo y a Nayet. Sus ojos no tardaron en llenarse de agua, aún así con el breve apretón que le dió su amigo en el hombro, Kendal se armó de valor y comenzó a intervenir a su mujer para traer a su hijo al mundo.Tras horas angustiosas, llenas de sufrimiento y alguna palabra mal sonante que le dedicaba Nayet a su marido, nació su hijo.
La primera impresión cuando tuvo a su hijo en sus brazos fue llorar y reír de felicidad. Pero inmediatamente un pediatra tuvo que llevárselo para hacerle unas pruebas, puesto que al nacer el bebé estaba algo morado por falta de oxígeno.Con delicadeza, Kendal se acercó a Nayet que se encontraba descansando y llorando por no poder haber cogido a su hijo en brazos, sin poder quitarse de la cabeza que Kendal no estuviera a su lado cuando más lo necesitaba.
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Sigo Siendo La Misma
Romantizm*** 2 parte de NO SOY PERFECTA ¿Y?*** Como olvidar todos lo momentos bonitos y no los no tan bonitos. Es una cosa imposible. Tras su matrimonio y feliz casada con su guapo doctor. Las inseguridades vuelven ha aparecer en forma de celos en Nayet, tra...