Necesitaría un extintor.

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Todo estuvo muy rico, Cara pidió pasta con panes al ajo que me encantan y el delicioso vino.

____: Estoy tan satisfecha.

Cara: y eso que aún no he hecho nada - no pude aguantar la risa. Ese fue un buen chiste - me encanta como ríes - dijo tierna, mientras yo dejaba de reír y solo le sonreía - por ti me haría payaso sólo para ver esa sonrisa todo el tiempo.

____: no tienes que ser payaso mi vida.

Cara: bueno.

Se levantó de la cama y acomodó todo en la mesa lo llevo fuera y regreso, se acomodo el cabello en un moño en el espejo. Puede ser lo más casual de la vida y verse tan espectacular, relajada y adorable.

Cara: te gusta lo que ves - me saco de mis pensamientos.

____: uy, si supieras.

Cara se quedó viéndome como quien intenta descifrarme. Se sentó de nuevo en su lugar y puso play nuevamente a la película.

Cara: yo no te mataría sabes? Así mi vida dependiera de ello.

____: shh... me encanta esta parte del tango.

Cara: recuerdas cuando bailamos esa canción?

Efectivamente esa cancion la bailamos la noche que nos conocimos. Siempre tan intensos nuestros encuentros.

Cara: nosotras somos mas sexys - empezó a reír - sólo imaginanos bailando tango, encenderíamos fuego.

____: si mi amor.

Mi parte favorita cuando los dos se apuntan y deciden no hacerlo.

Cara: lo quieres? Es tuyo? - repite el texto de Pitt. Volteo a verla y me mira con los ojos mas dulce y encendidos.

____: sólo mío - entrelaza sus dedos con los míos, y besa mi mano.

Puede verse tan dura y fuerte, pero es un mashmallowito, es tan dulce. Me provoca besarle y por qué no lo hago. Es mía.

Me puse sobre ella y tomé su rostro, ella solo me miraba me acerqué sigilosa tentadora hasta que ella me beso. Sus labios se rozaban con los míos mientras sus manos acariciaban mi cintura y mi espalda baja, yo sujetaba su cabello y con mis dedos a la vez acariciaba sus mejillas, su lengua me pidió permiso de entrar a mi boca y no se lo negué esta vez, con mucha delicadeza nuestras lenguas chocaban, se movían en una especie de danza, como si lo hubieran hecho desde siempre, en total armonía. El fuego interno crecía, las ganas de probarla toda aumentaban en mis entrañas en un momento mordió mi labio inferior provocando que un leve gemido saliera de mi boca, que ella recibió gustosa.

Empecé a apartarme de sus labios dirigiéndome de a poco a su cuello dejando pequeños besos húmedos, cerró sus ojos y mordía sus labios mientras yo subía por su cuello dejando una pequeña mordida muy cerca a su oido logrando que sea ella esta vez quien libere un gemido. Sus manos me presionaban más y más contra ella y ahora es ella quien me besaba el cuello succionando un punto que me hizo delirar - me vuelves loca - dijo mientras cogia el dobladillo de mi blusa tirando de ella con urgencia mientras yo acariciaba su entonado torso desnudo, quito mi blusa por fin y me empujó sobre la cama se colocó sobre mi y empezó a dejar besos en camino hacia mis pechos pasando su lengua en el trayecto aprisionaba las sábanas en mis manos mientras ella bajaba muy lentamente, como torturandome, jugaba con las tiras de mi bra deslizandolas por mis brazos para liberarme de ellas, pasó su lengua por mi abdomen y acariciaba mis piernas mientras lo hacía desabotonó mis shorts y los empezó a bajar hasta retirarlos por completo, me miró y su mirada ardiente hizo que la mía se intimidara y se apartara, rápidamente me hizo verla - eres tan hermosa, ya te tengo grabada en mi mente y en mi corazón - la besé tan intenso que nos fundimos la una en la otra.

Enséñame a vivir (Cara Delevigne y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora