Capítulo 2.

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Narra Harry.

Desperté al lado de la linda imagen de Susie, apoyada en mi pecho, sonreí levemente y me levanté. Traía sólo bóxers azules.

La luz me encandiló y entrecerré los ojos. Fui al baño a bañarme.

Las gotas comenzaron a caer frías, cuando sentí la suave voz de Su. Miré por la cortina del baño y la vi, después, abriendo la cortina y observándome de arriba a abajo. La invité a ducharse conmigo. La abracé y deposité un beso en su frente.

-¿Cómo has dormido, Su?

-Muy bien.-Sonrió-Más aún contigo.

No respondí. Aún, algunos días, recaía en los torturosos recuerdos de Sophie. Me era inevitable. Luego, se me olvidaba. Y así he pasado un año y medio; recordando y olvidando.

Salimos de la ducha y sequé mi cabello. Hoy saldríamos con Susie al bar donde nos conocimos, Rock n' Roll.

Tomé la mano de Su y comenzamos a caminar. Era difícil tomarle cariño nuevamente a una mujer, tenía miedo que me pasase lo mismo que con Sophie. Sin embargo, no negaba que Susie era increíble, me amaba. Me hacía sentir muy bien. Y mientras pudiese, quería estar con ella.

En unos minutos más, llegamos al Rock n' Roll, como siempre, estaba repleto. Muchas parejas, solteros, hasta menores de edad. Todos bailando al compás de Rihanna que sonaba con «Watch n' learn». Tomé de la cintura a Susie y la llevé a bailar. Cada un minuto nos besábamos. Nos decíamos cosas bonitas, y es que no podía estar pasándola mejor.

Al pasar de las horas, nos cansamos y nos fuimos.

-Mañana nos vemos-Me susurró Susie luego de besarme.

Sólo asentí y me despedí. La gravilla húmeda sonaba con mis pasos, milímetros de agua saltaban. Me acompañaban las tenues luces blancas de los faroles, y la luna llena deslumbrante. Mi única compañía eran los pinos y demás gigantes árboles, y ningún vehículo transitaba a esta hora. Llevaba mis manos dentro de mis bolsillos, mirando hacia el suelo, y después volvía a concentrarme en el camino. Al mirar hacia adelante reconocí su casa, estaban las luces prendidas. Casi todos los días pasaba por aquí, y no la veía. A veces estaba su padre, menos ella.

Me concentré en observar un Audi negro saliendo de la casa. Ahí dentro... Oh mierd*. ¿Qué hacía ella aquí?

Sentí mi corazón achicarse, los recuerdos, la amargura, la tristeza, los besos, todo, volvió a mi mente. Un sabor amargo en mí.

Me escondí detrás de un árbol, no quería que me vieran. No ahora, cuando el nudo en la garganta se apoderaba, por segunda vez de mí. No por tristeza, sólo los recuerdos, y saber que si estuviésemos juntos hoy, todas las cosas serían mejores. Seríamos felices juntos, pero no pudo ser. Ni tenía razón de serlo.

Ella le sonreía, se daban cortos besos. Ella me había olvidado. Yo también. Salí, y seguí caminando. Ya no me vería.

***

Desperté. Nuevamente. Había sido un tormentoso sueño. Estaba sudando, nervioso. Había imaginado verla, mejor dicho, soñé. Sophie ya no estaba. Son como pesadillas, pesadillas que me siguen hace muño. Joder.

Susie se despertó también, mirándome dulcemente.

-¿Las pesadillas de nuevo?

-Sí...-Suspiré-No pasa nada. Ya sabes, pero... sigamos durmiendo. ¿Sí?

Asentí y le di un corto beso en los labios.

Ella se había convertido en una pesadilla. Sophie Luxor estaba atormentándome hace bastante.

Y no sabía cómo pararlo.

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