Capítulo 10.

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Me besó, como nunca lo había hecho; fue al principio con desesperación, para luego calmarse y seguir con romanticismo. Y lo correspondí, no me negué, algo me decía bésalo, lo necesitas. Con lujuria acumulada en mí, sentimientos encontrados, y más, me senté sobre él, colocando mis piernas alrededor de sus caderas. Abría mis ojos y me encontraba con los de él, con sus pupilas dilatadas. Su lengua jugaba con la mía, mientras sentía toda su intimidad agrandándose debajo de los jeans a medidas de los besos. Sé que estaba mal lo que hacía, pero ésto me ayudaría a comprender qué estaba sintiendo por él.

-H-Harry.-Jadeé-Ésto está mal.

-Sophie-Susurró-, te necesito.

-N-no.

-Sólo una noche...-Me pidió-Mírame y dime que no me necesitas, que no me deseas.

No podía negárselo, desde que entré y lo vi con el abdomen desnudo, mis deseos habían ido en aumento, y no quería parar.

Lo seguí besando, probando su lengua, degustándola, hace como dos años no lo hacía. Me tomó en sus brazos y me recostó en el gran sofá en forma de L negro de imitación de cuero. Me observó tan tierna y seximente que en cualquier momento me derretiría. Abrió mi blusa rápidamente y miró mis sostenes. Se mordió el labio y luego lo relamió, acto que me provocó mucho más que antes.

-No te haré daño.-Me susurró.

Me saqué la blusa y luego mis jeans, quedando sólo en ropa interior. Me avergoncé, otra vez. Respiré calmadamente para tranquilizarme y lo conseguí. Desabroché el cierre de sua jeans y los bajé con mis manos. Él estaba arrodillado entremedio de mis piernas. Quedó en sólo bóxers, poniéndome más nerviosa, no era mi primera vez, pero la vez que lo hice con él, primeramente, me dejó con un dolor de cuerpo durante dos semanas. De su billetera sacó protección, aún con bóxers.

Luego, sonó la puerta. Mierd*, mierd*, mierd*. Me paré lo más rápido que pude y controlar mi respiración. Escuché que Harry maldeció por lo bajo, y se colocó la ropa, añadiendo una playera, quedándose con un GRAN problemita ahí abajo. Fue a abrir la puerta, con su respiración agitada.

-¿Susie?-Dijo con sorpresa y molestia.

-¿Estabas ocupado?-Preguntó.

Así que ella era la reemplazante.

-No, sólo conversaba.

Sí, claro, conversar, eh.

-Sé que venía mañana, pero te extrañaba. Ya que en la mañana no sé en quién pensabas, y no me tomabas en cuenta.

-No me gustan las sorpresas.

Él estaba molesto, lo conocía y lo sabía.

-¿Quién es ella?-Preguntó.

-Alguien importante.

-¿Tu amante?

-No.-Espetó.

-Oh, bien.-Sonrió-Hola, soy Susie.

-Hola.-Saludé fría-Me voy.

-Te voy a dejar fuera del loft, Su, espera acá.

Me acompañó, y al salir, sentí más que arrepentimiento.

-Ésto no debió pasar, Harry. Adiós.-Dije.

-Pero...

-No, Harry. Ya no importa.

Y me subí a Nube.

Por qué pensé que él aún podía quererme, si él tiene a otra.

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