La luz me molesta los ojos. Me sumerjo bajo las sábanas buscando oscuridad pero no la encuentro. Parpadeo, tengo la boca seca. ¿Qué hora será?
Doy un gruñido en cuanto veo a Marco a mi lado, observándome fijamente. Esta envuelto en una toalla sentado de piernas cruzadas al otro lado de la cama.
— ¡Dios, cómo duermes!—comienza a sacudirme.
Me estiro bostezando, haciendo todo el ruido posible. No importa la hora que sea, sigo teniendo sueño. El se estira hasta apoyarse sobre mí, unas gotitas de agua me caen sobre la cara, se acaba de duchar y tiene los ojos enrojecidos.
—¿Tú has dormido algo?
Sacude la cabeza negativamente regándome con más agua. Suelto un bufido de fastidio pero no se detiene.
—¡Déjame, tengo sueño!—trato de apartarlo de un empujón.
—¡Roma por favor!
—Sólo dame diez minutos más...
—Nada, nada, despiertate...
— ¿Por qué?—me quejo—. ¿Qué quieres?
—Follar hasta hacerte gritar otra vez—contesta clavándome su erección en las caderas.
—¡Marco, basta!
—Es broma, es broma—dice, saliendo de la cama—Pero levántate, también tengo hambre y estoy aburrido.
Deja caer la toalla para empezar a vestirse y reprimo un gemido. Cada vez que lo veo me dan ganas de comérmelo entero pero miro hacia otro lado, si lo toco ahora no saldremos del cuarto en todo el día. Y no es que sea mala idea.
Se encamina hacia la puerta y empieza a tironear y a sacudir el picaporte, sin poder abrirla. La impresión me despabila del todo. Esto no está nada bien.
— ¿Le pusiste llave a esto?
Sacudo la cabeza. Las llaves de todos los cuartos están guardadas en un cajón en la cocina. Marco comienza a patear la puerta, maldiciendo. Sé exactamente que está sucediendo y quiero evitarlo. Me acerco a él, susurrante:
—Shhhh, no lo hagas... solo lograras que suba.
Inmediatamente oigo el ruido de los tacones avanzando por el pasillo y siento que me falta el aire, me estoy ahogando. Me envuelvo con la toalla que Marco tenía unos momentos antes mientras escucho la llave girando en la cerradura, el pomo que gira perezoso, como en cámara lenta.
—Non vivo più senza te, anche se, anche se...—canturrea bajito. Cierra la puerta tras de sí y nos mira con ojos desorbitados, está bajo efecto de algún medicamento o sustancia porque sus pupilas están tan dilatadas que ya no tienen iris.
Me pregunto hace cuanto tiempo está dentro de la casa, se me eriza el vello de todo el cuerpo imaginando que pudo oírnos durante la noche. Si pudo habernos matado mientras estábamos ocupados en la cama. Siento nauseas.
—Siempre fue muy inocente, mi Roma. Deberías habértela llevado contigo, lo más lejos posible—se dirige a Marco—Aunque tú no pareces muy inteligente, realmente no sé qué te ve.
"Amore mio" susurra, se acerca despacio, el cañón de la pistola se desliza por mi brazo, mi cuello y descansa un momento sobre mis labios.
—No te quería molestar, es evidente que no te acuerdas de mí para nada. Parecías estar pasándola muy bien. No gritabas así cuando estabas conmigo. Jamás seré suficiente para ti ¿verdad?
Muy lentamente aparto la pistola de mi rostro y ruego que Marco ni siquiera respire. Parece entender, porque está tan quieto que es como si no estuviera ahí. Soy plenamente consciente de que soy la única que puede evitar el desastre, debo actuar en consecuencia.
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Arrivederci Roma // Marco Reus
FanficRoma es una chica hermosa y adinerada pero rebelde y desorientada, que cree tener sus ideas muy claras. Pronto descubrirá que cuando se acuestan la razón y el deseo, todo puede ponerse muy difícil.