Capitulo 11: Sentimientos

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Una soñadora, aquella persona que imagina que son ciertas o posibles cosas, generalmente buenas y agradables, que solo existen en su mente y que es improbable que sucedan o que difieren considerablemente de la realidad existente, era la palabra perfecta que la describía.

Primer candidato
Uzumaki Naruto, la persona a la cual admiraba y amaba desde que tenía uso de memoria. Bien.

Segundo candidato
Uchiha Sasuke, aquel hombre peligroso, vengador y desertor de su aldea. Quien dirigía un pequeño grupo para matar a alguien de los suyos. Alto, con unos ojos como dos agujeros negros, apenas entras no podrás salir jamás y quedaras perdida en la inmensidad, cabello incluso más negro que contrastaba con su piel blanca pálida, aquel que había robado su aliento y hecho sentir lo que ella creía que eran cosquilleos pero la palabra correcta era "excitación" con tan solo un beso. Con sus aires de malo y su cuestión jerárquica de ser el mejor en todo, su actitud arrogante y el ego disparado hacia el cielo le hacía atractivo e indiscutiblemente sexy.

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Excelente Hinata, el amor unidireccional que habías cultivado durante todos estos años, lo arrojaste por un barranco.

Ya era tarde como para negar los sentimientos que se estaban anidando en su interior hacia el azabache. Ese beso le había abierto las puertas hacia algo desconocido despertando la curiosidad y el interés por saber de qué se trataba.

La nostalgia se le sumaba a su ser cuando bruscamente la realidad le abofeteaba en la cara, seguía a un traidor (era hipócrita llamarlo un secuestro) y le ayudaba en sus planes, no estaban sus amigos pero estaba haciendo nuevos, su clan, no era como si lo extrañara mucho pero habían miembros que si necesitaba.

Niisan

Un suspiro se escapaba de sus labios rosas, ¿qué le aconsejaría su primo en esta situación? Lo más probable es que le daría un sermón de una hora por pensar tal desfachatez, alguien tan pura como ella con alguien tan sucio como el.

Demo, alguien tan cruel como él, eligió a alguien como yo.

Negó con su cabeza, quizás ella no sea la primera mujer con el que ha estado pero es algo inconcebible que si lo único que ha tenido es sed de venganza, vaya interesarse por aquellos deseos carnales ¿no?

—Ahora sí me dirás qué hacías con mi Sasuke-kun.

La pelirroja tenía un buen rato pidiendo explicaciones y lanzando uno que otro insulto hacia su persona pero no tenía las ganas de inventar mentiras, cosa que ni se le daba bien por cierto.

—S-solo fuimos a buscar agua-

—Te estás yendo mucho con el— le miro expectante.

—Y-yo solo le sigo— desvío su mirada hacia el suelo —Después de todo soy su re-rehén.

—Solo te advierto una cosa, aléjate, no me gusta compartir con nadie ni mucho menos recién llegadas— escupió sus últimas palabras y se fue caminando.

Sus orbes blancas se posaron en aquel cabello rojo irse, tener enemigos no era algo que prefería, su advertencia la tendría presente de ahora en adelante al fin de cuentas, ella era la nueva, la intrusa y al parecer perturbaba su paz.

La loca, pues.

Se esforzó para no ser un estorbo y lo estaba consiguiendo, era de ayuda en cualquier cosa que le pedían, menos en entablar una relación con la única mujer del grupo, con quien se suponía que debía ser más fácil puesto que ambas son las féminas y deberían entenderse entre sí.

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