Deseo Tenerte

Capitulo 13: Mangekyō

"Estos ojos blancos, tan malditos y a la vez tan poderosos. Genes únicos y preciados me hicieron portadora del Byakugan, aquel doujutsu que permite ver más allá, más dentro y a través. Servía para un hombre que buscaba la muerte de otro. Pero no en esos términos, más bien; un alivio, eliminar esa joroba llena de tanto pesar encima de sus hombros. Le ayudaba y le ayude. Demo, no estoy ahí.

Mis pies me dirigen por un extenso pasillo. Es la academia y si mi memoria no falla, esta debe ser la puerta a mi antigua aula.

Mis expresiones se llenan de asombro, yo estoy ahí sentada junto a todos mis compañeros. ¿Cuántos serían? ¿ocho años? Sin embargo no siento que puedan verme.

—En esa hoja deberán escribir con quien les gustaría pasar el último día del mundo, vamos— Iruka sensei ha ordenado mientras va de puesto es puesto repartiendo.

Me acerco a mí misma, siempre tan alejada, no puedo evitar reírme al verme sonriendo con mis mejillas teñidas de rosa. Quisiera saber el porqué de mi alegría.

Ya~ Entiendo, es por el nombre que he escrito, m-mi naruto-kun sería con quien pasaría mis últimos minutos. La curiosidad me llena y me acerco a aquel rubio revoltoso para revisar su hoja. Su amor incondicional hacia Sakura-chan siempre estuvo desde pequeño pero ahora que lo veo, ella ha escrito Sasuke-Kun

Sasuke... Lo veo sentado mirando distraído hacia la ventana, no parece haber movido su lápiz si quiera.—D-demo..— No escribió nada.

Me aferro a este sentimiento tan confuso, mi amor se dirige hacia Naruto-kun, mientras su corazón pertenece a Sakura-san a la vez que ella se entregó a Sasuke-Kun. ¿Y él? Pues él no quiere a nadie.

Repentinamente me veo en las gradas donde el examen chunnin se hacía presente.

—Uchiha Sasuke contra Sabaku No Gaara de la arena.

Yo no recuerdo esta pelea, sé que estuve mal, fui secuestrada y mi Nissan me rescato. Escucho el chirrido de mil pájaros atravesar el gran escudo de arena. Todos se encuentran impactados de aquella escena. Chikara le llaman a aquello que le temen.

Pero en esos ojos negros ónix solo puedo ver dolor y más odio. Una marca maldita se apodera de su cuerpo, incluso más maldita que el destino que le ha tocado vivir a Sasuke-san.

—Hinata-chan, siempre he pensado que eres extraña como un bicho raro pero... Me gustan las personas así ttebayo— su piel morena tan llena de vida se adorna con su brillante sonrisa, de esa que me enamore una vez.

No soporto estos recuerdos. Mis manos llegan a mi pecho para tratar de controlar mis latidos. Mis pulmones exigen aire el cual no consigo, me siento frustrada, mareada. Hiperventilo al encontrarme tan confundida cuando mis rodillas tocan el suelo. ¿Por qué me hiciste esto Sasuke-san? ¿Por qué me has puesto en esta situación? Todo lo que hice fue para ayudarte. Por ti y para-

—Hinata-sama— poco a poco me levanto, mi alrededor es blanco, volteo esperando ver ese rostro que tanto necesito ver.

—¡Neji-Nissan!— corro a abrazarlo y él me corresponde —N-nissan y-yo te extrañe, t-te necesito, n-no sé dónde estoy— mis lágrimas no dejan de brotar impidiéndome hablar mientras sigo aferrada a sus brazos, al calor que me primo me otorga.

— Yo también la extrañe como nadie, sin embargo ahora no la puedo ayudar— lentamente sus brazos me alejan para encontrarme con esos ojos iguales a los míos.

— ¿Por qué Nissan? ¿Por qué veo todo esto? Yo-

—Usted sabe la clase de poder con la que se enfrentaba día a día, este es el producto de ello, el doujutsu que se encarga de mostrarle sus emociones o mejor dicho sus mayores miedos.