Capitulo 23: Cumpleaños

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Observaba como todos apilaban cajas, inventariaban los materiales, armas, suplementos. Ayudaban a los más débiles a sostener el cargamento. Caminaban apresurados de un lado a otro temiendo que su tiempo se le acabase. Agh, parecían soldaditos.

Ino se probaba los nuevos uniformes desfilandole a Sai quien no le prestaba ni un gramo de atención. Lee hacia lagartijas con tres cajas sobre su espalda. Ten Ten administraba las armas ninjas, por lo que cada vez que se descuidaban, comenzaba a lanzarlas. Choji comia, Shikamaru se fastidiaba por la falta de profesionalismo de todos y Sakura regañaba a Naruto porque andaba distraído.

Por ella.

Se distraía porque quería ayudar a Hinata, cuya labor solo era acomodar los campamentos con el perro y el perro humano.

Indiscretamente el rubio se le acercaba porque según el "es muy pesado", solo era una inútil excusa para rozarla, pero no señor, Uchiha Sasuke no es estúpido y no cae en esas pendejadas.

Hoy todos parecían conspirar contra de la diminuta paciencia del pelinegro. No la dejaban hacer absolutamente nada, ¿Acaso estaba invalida? Esperaba que fuera por la dura cogida que le había dado anoche. Transcurrieron veinte minutos de ella quejándose del dolor hasta que cayo profundamente dormida.

No pudo evitar sonreír ladinamente ante tal excitante recuerdo.

Incluso el gordo maquillado le ofrecía de sus papas. ¿Por qué eran tan amables con ella? ¿Acaso no entendían que ese culo le pertenecía? Estaba a una gota de hacer que un rayo los electrocutase a todos y cada uno de esos seres inservibles e inútiles.

Las jóvenes kunoichis tambien se unian al combo, la abrazaban, tocaban su cabello y le hablaban de tal manera que la hacían sonrojar. Que puta madre les decían esas solteronas a su Hinata que la volvía incómoda.

Aunque ella también es soltera.

Tsk.

Sintió el peligro. El Uzumaki estaba revoltoso mientras hablaba con cejotas y cejotas mayor, estos lloraban a la vez que sonreían y eufóricamente el más viejo dijo algo como "Explota la llama de la juventud" o alguna babosada parecida.

El rubio fue corriendo hacia su chica y la alzo en sus brazos. Maldito ese, la estaba cargando al frente de todo el mundo.

¿¡Qué no se acordaba de sus condiciones!?

"Gotas de sudor se escurrían por su frente. Estaba exhausta pero sus compañeros continuaban propinandole golpes que se esforzaba en esquivar hábilmente.

El grupo 8 estaba entrenando en unos de los campos, se debían preparar para lo que venía por lo que se esforzaban arduamente. Tanto el castaño como el amante de insectos, notaron el cansancio de Hinata por lo que decidieron parar.

•Lo hiciste bien, Hinata• Kiba le ánimo dándole un fuerte abrazo a su compañera y ella correspondió como sus brazos le permitieron.

Se fueron dejándola a su parecer sola. Suspiro pesadamente, debía exigirse mucho más para estar a la par de los suyos. Con exactitud, no sabían cuando empezaría la tan odiosa e innecesaria guerra pero debían estar preparados y alertas para enfrentar cualquier situación.

•Segunda• apareció el Uchicha frente a ella •Nada de acercamientos con otro hombres que no sea yo, eso incluye los abrazos. Ni con ellos ni siquiera con tu primo el ciego•

•Mi ni-nissan no es ciego• respondió sorprendida por su repentina llegada.

•Me da igual•

Ella asintió sin más. Si quería tenerlo cerca debía obedecerle. El continuaba mirándola fijamente como si pudiera desnudarla. Ya a estas alturas debería saber que el nunca la dejaba sola y ver al perro tocándola le hizo hervir la sangre mientras le entraban unas ganas descomunales de partirle los huevos.

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