Capítulo 18

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Me encuentro metiendo todas mis pertenencias en cajas, absolutamente todo esta en cajas y un camión de mudanzas lo esta cargando justo ahora, mi primo y su esposa están en Dubai, les pague la Luna de miel como regalo de bodas.

Ellos aun no saben que he dejado a Adrien, por suerte el padre de Adrien lo mantuvo ocupado en California, mis cosas ya listas y si nada que olvide en esta casa, pues mi amiga vino a ayudarme, dejo las llaves que me dio sobre la cocina.

Escribo una nota rápida y salgo con mi bolso en mano, el camión se adelanto con Kat, me quedaré en el departamento de Albert, aunque algunas cosas las dejaré en cajas, sólo dos semanas y me termino la escuela, dos semanas y me largo.

Cuando avanzo por la autopista veo su auto ir como un rayo a la que antes era mi casa, con calma sigo mi camino sin mirar atrás, mi teléfono no volvió a sonar. Al llegar al departamento veo a Kat y a Albert en la entrada organizando la mudanza.

Sonrió a ambos y aparco en el lugar de un costado, bajo con una sonrisa y saludo a Albert, veo un auto conocido y veo que es mi madre. Aparca a mi lado y baja, tiene los ojos rojos y un morado en un ojo, me acerco corriendo con ella.

- Lo siento, cuanto lo siento mi bebe... - comienza a llorar mientras me abraza con fuerza, miro su ropa y trae su traje de oficina arrugado y algo roto.

- Albert, llama a la policía, quiero que vayan por Robert ahora mismo. - mi madre entra conmigo al departamento y la dejo en el sofá, preparo un poco de té mientras espero, Albert me manda un mensaje, diciendo que lo han atrapado.

Me quedo junto a mi madre y al final, después de todo esto, me pide perdón y como todo el mundo, me pregunta por Adrien, sólo puedo sonreír con tristeza mientras trago el nudo de mi garganta, pues apenas llegue a su casa, sus fotos no tardaron en llegar.

Cuando ya todo está aquí, comienzo a sacar la ropa que ocuparé en estos días para ir a la escuela, sólo recibiré mi titulo y me iré, no me quedaré a nada más. Por desgracia la empresa tiene su base en California y no puedo trasladarla.

Podría hacerlo, pero son miles de empleados y mi Universidad se encuentra allá, así que no me queda de otra más que ir y hacer mi vida normal, como si nunca lo hubiese vuelto a ver, pues no puedo hacer como que no lo conozco.

Las fotos las deje en su casa, con una nota de despedida, puse todo lo que siento por él y que no lo olvidaría, sólo aprendería a vivir sin él, como debió ser desde un inicio. Pero así es la vida, ¿no? Unas veces estas en la cima y a la siguiente en plena caída.

Sin nada que te detenga, sólo vez el piso cada ves más cerca y sabes que no podrás detenerte, sabes que debes romperte en miles de pedazos y después salir a flote, recoger las cenizas y prenderlas en llamas, hacer un inicio en un fin.

Pensando en él y sus ojos, me duermo, como siempre lo hice y siempre lo haré, pero ya es hora de que piense en mi, sólo en mi por un tiempo bastante grande. Como a medianoche escucho ruido en la sala, pero lo dejo de lado y duermo.

Mi almohada mojada y mis ojos irritados me reciben por la mañana, no es lindo dormir con el corazón hecho mierda y sus ojos viéndote con amor, esa es la peor forma de tortura y miren que me golpearon por mucho tiempo.

Me aliste para un día normal de escuela, me puse unos jeans, una blusa gris sin mangas y unos botines de tacón negros; seque mi cabello y me maquille como siempre, sólo que esta vez utilice unos lentes, como hace meses.

Hacía un poco de frío así que tome una campera gris sin gorro y una pashmina negra. Tome mi mochila, mi móvil y mis llaves del auto y el departamento, al salir del departamento tome una manzana y una botella de agua.

Hoy no iría al gimnasio con Albert, pues podría ser que me encuentre con Adrien, así que no iré en las dos semanas que me quedan de estar aquí. Bajo por el ascensor y salgo al aire fresco de la mañana, un nuevo día...

Mientras llego al auto me siento terriblemente observada, así que con calma miro a mi alrededor y no encuentro a nadie, lo dejo pasar mientras enciendo el auto y pongo marcha al Instituto, solo dos semanas más, solo dos semanas más...

La imponente estructura se alza ante mí y haciendo uso de toda mi fuerza, dejó el auto en un lugar vacío y bajó con calma y la mirada en alto, con una sonrisa y sin nada que me impida llegar, todos me miran con lastima. Odio eso más que nada.

Llego a mi casillero y tomo unos libros que usare hoy, dejó los otros y camino a mi primera clase, y así consecutivamente, hasta encontrarme con Kat y luego el almuerzo, donde mi suerte decide dejarme a un lado y mostrar en todo su esplendor a Adrien Maddox esperándome.

- Las fotos son falsas... - dice con cierta furia, siento mi cuerpo tensarse, lo miro con dolor y migo.

- Ella me llamo desde tu móvil, ¿eso también es falso? ¿También es falso que ella me mando fotos de ustedes juntos a mi móvil? - no responde, se queda mudo, lo miro con odio. - Tus palabras son falsas, tus acciones, tus ojos, tu amor... Todo, absolutamente todo es falso...

- No, no es falso, ¡yo si te amo! Te amo más que a la vida misma, esto solo es un truco sucio y barato para que nos hagamos daño... - su voz se rompe mientras sus manos se aferran a mi cintura, mi corazón sufre un vuelco y las lágrimas quieren brotar. - Por favor, no termines esto aquí...

- Necesito un tiempo, Adrien. Esto... - sus rodillas chocan con un fuerte estruendo contra el piso, lo miro con dolor y las lagrimas bajan por mis ojos. 

- No hagas esto, por favor... Yo te amo, te amo más que a nada. Y si, si fui con ella, pero para terminar su maldito desastre, para terminar todo lo que quería hacer, si mandaba la foto de nuestra casa en Forks a la revista de California, nos iría muy mal y tendríamos una vida para nada privada, créeme por favor... Yo no tenía idea de que había tomado fotos, al final si, le di un beso en la mejilla, pero eso es todo... 

Tomo su mano y lo alzo, lo arrastro conmigo hasta una sala vacía y limpio sus lagrimas, con cuidado y lentamente lo abrazo, quiero recordarlo. Se que posiblemente este con el un ultimo momento, pero quiero intentarlo, no quiero perderlo todo. 

- Una ultima vez, Adrien... - sus brazos me sujetan con fuerza. - Pero tendrás que reparar tus errores y yo tendré que olvidar esto, ambos estamos mal y si seguimos así, nos haremos mucho daño... Por favor, no olvides que te amo más que a nada y eso nunca va a cambiar. - lagrimas bajan de nuevo por sus ojos, pero esta vez no las limpio, pues de los míos también brotan. - Si el destino nos vuelve a juntar en un futuro, ten por seguro que te aceptaré... Te amo...

Beso sus labios, como la ultima vez, hasta que vuelva a verlo. 

Salgo del salón y con la frente en alto, camino hasta la oficina del director. Es hora de irme, pues si me quedo más tiempo no podré soportarlo, al salir del gran e imponente edificio, dejo mi corazón junto al chico de ojos hermosos. 

- Si el destino nos une... - susurro antes de subir a mi auto y arrancar con velocidad, es la ultima vez que hago esto. La ultima vez que me enamoro tan profundo de un hombre que me traiciona a este grado, pero el pasado será pasado....

Mejores Amigos...?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora