IV

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Steve abrió los ojos, incapaz de enfocar algo más que figuras borrosas y amorfas a la distancia. Los brillantes halos de luz que se colaban a través de la ventana le devolvieron a la realidad. Se removió perezoso en la cama, finas sábanas de seda rozando sobre su piel brindándole un sutil masaje, su mano derecha tanteó el espacio a su lado en busca de su amante, al no encontrar nada más que vacío, decidió que lo mejor era espabilar e ir hacia él, donde quiera que estuviese. Un suspiro holgazán salió imperceptible de sus labios, apoyándose con los codos se irguió en el lecho hasta sentarse, fue hasta ese momento que notó estar parcialmente atrapado; la tela roja de la corbata perteneciente al castaño, o al menos lo que quedaba de ella, lo sujetaba firmemente por la muñeca izquierda al marco metálico de la estructura del mueble, Tony había sido muy cuidadoso en hacer bien el nudo, ya que por increíble que parezca no le lastimaba, pero sí le robaba movilidad.

Con su derecha frotó su cara, gimiendo por el malestar en su contracturada espalda, lentamente los recuerdos de la ardua sesión de sexo rudo se arremolinaron en su mente, al tiempo que una parte en específico de su anatomía comenzaba a responder ante las sensaciones que se mantenían vividas en su epidermis.

—Buenos días, bonito. — La voz ronca del genio provenía del cuarto de baño, le siguió el sonido del agua chocar contra los azulejos de la ducha. El vapor se hizo por completo de la habitación, un ruido seco anunció que la puerta corrediza se había abierto, pronto el cuerpo desnudo y perlado de Stark cruzó la distancia que los separaba, acercándose peligrosamente. Contoneándose descarado en su dirección, se detuvo frente a una cómoda, de la que sacó una navaja de uno de los tantos cajones.—Veo que estás muy despierto...—Una sonrisa de autosuficiencia de parte del soldado se le contagió; gateó sobre el terreno, saboreando sus labios de manera glotona ante la vista de esa fisiología tan monumental rebosante de sensualidad.—Tienes una cita conmigo y la regadera.—Un corte limpio que lo libró de sus ataduras, revelando así el anillo en tonos violáceos, prueba tangible de su lacerada muñeca.—Me debes una corbata nueva...Espero encuentres una manera práctica de pagarla...—Tiró de sus dorados cabellos demandante, arrancándole un gruñido bestial.—Andando...

Feels so good being bad, there's no way I'm turning back

Now the pain is my pleasure, cause nothing could measure

Steve acató su mandato de inmediato, parándose con rapidez no sin antes estirarse, escuchando el tronar de sus huesos, bostezando después, todo bajo la escrupulosa mirada del millonario, un movimiento tenue con la cabeza le indicó que se adelantara, la voz de J.A.R.V.I.S. le notificaba un asunto de suma importancia, al no tener nada que ver en ese tipo de cosas, se deslindó para poder entregarse en su totalidad a la percepción del agua tibia empapándolo.

El contacto dejó de ser agradable cuando sintió su espalda arder horrores, un quejido lastimero se fugó de su boca, llegando a ser escuchado por el hombre de hierro, quién a la zaga atinó a darle una nalgada, corriendo el grifo del agua fría enseguida, aliviando en un periquete su dolor.

Regla número uno: Superior Iron Man no siente compasión alguna.

Cause I may be bad

But I'm perfectly good at it

El chorro herviente del preciado líquido vital le quemó la espalda, haciéndole arquear y quejarse en voz alta, la armoniosa carcajada no se hizo esperar, sus ojos entrecerrados, observándole con dicha. Las marcas de sus uñas resplandecían más, abriéndose las heridas hechas con anterioridad sobre sus omóplatos. Ulteriormente vino un nuevo golpe que le obligó a caer de rodillas al suelo, Tony le tomó de la barbilla, alzándole para que le encarara. —Te encanta, ¿no es así? que te sometan de ésta manera.

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