* Amor Joven * |A.L.|

+ CAPÍTULO 5 +

—A dónde vas hija?—Pregunto mi madre desde el sillón delliving mientras tenia al bebe en sus brazos.—A lo de las chicas. —Mentí, pero era la única manera en que me deje salir.—Y a dónde van?—Levanto una ceja, camine hasta estar frente a ella.—Al centro comercial.—Al centro comercial? Vos?—Me miro sorprendida.—Micaela tiene que comprar unas blusas y me pregunto si puedo acompañarla—Sonreí mostrando todos mis dientes.—Y cómo volvés?—Seguro me trae Hernan.—Tienes dinero?—Sí, adiós—Dije dándole un beso en la mejilla y un beso en la frente al bebe.—Avísame cuando llegues. —Grito mi madre desde el sofá,asentí y cerré la puerta atrás mío.«Es algo peligroso Ara» decía mi conciencia, pero había algo de Adam que me transmitía protección.Camine la media cuadra, donde él me había dejado ayer y me quede esperando, después de diez minutos de lejos vi una moto y su pelo castaño bailando por el aire por la velocidad al que iba, sonreí al verlo bajar de su moto.—Perdón por la tardanza—sonrióapenado mientras se agachaba y depositaba un beso en mi mejilla, acto a eso sentía mi mejilla arder.Retrocedí mi rostro unos pocos centímetros.—No hay problema man. —conteste encogiéndome de hombros.El me miro de arriba-abajo con una expresión de disgusto, tuve una gran desilusión al ver su reacción.—No puedes llevar esto. —Dijo señalándome de arriba-abajo.—Que tiene?—Dije con una pizca de enojo, pues es mi forma de vestir y él ni nadie me haría cambiar eso, aparte el llevaba una playera negra, una camisa finita de jean y unjean azul oscuro.—Que no puedes llevarlo a donde iremos. —Sonrió.Levante una ceja confundida.—Piensas llevarme a un restaurante lujoso o algo por el estilo?—Pregunte con el ceño fruncido, él no me había dicho ayer como tendría que vestirme, y tampoco volvería a mi casa a cambiarme.—Te lo respondo cuando llegues a mi casa. —Dijo montándose nuevamente a su moto.Lo mire sin expresión.—No iré a tu casa. —Dije cruzándome de brazos.—Tengo que mostrarte algo. —Dijo estirando su gran manopara que la agarre, abrí los ojos al mal pensar lo que queríadecirme.—No mal pienses. —Dijo rápidamente Adam abriendo los ojos.Me lo quede viendo por unos segundos en silencio hasta que agarré su mano, wow entrelazaban perfectamente, Adam me ayudo a subirme, una vez ya montada allí, me aferre de su cintura con toda mi fuerza posible pero sin lastimarlo, y el prendió marcha.....Nos condujo por la carretera durante unos minutos antes de aparcar la moto fuera de un edificio de apartamentos.Bajo de la moto mientras yo lo seguía al segundo piso, deteniéndose fuera de su puerta. Tomó sus llaves torpemente mientras yo miraba fijamente sus manos.Dejó que la puerta se abriera y me miró disculpándose. Entré y me detuve, mi boca cayó abierta en shock. Su casaera un basurero. Había cajas de comida vacías y latas de soda por todos lados. Platos sucios esparcidos por el lugar, y ropa regada por el suelo.Wow, es un flojo! — ¿Oh mierda, te han robado? —bromeé, tratando de no reír.—Ja-ja —replicó mientras caminaba a mi lado, tomando mimano y llevándome hacia dentro. Miré hacia el sofá; estaba repleto de revistas y ropa, un tazón medio lleno de lo que podría haber sido café de hace una semana aún estaba ahí.Estallé en risas. —Adam, ¡este sitio es asqueroso!.—Deja de quejarte y acéptalo —declaró, tomando el tazón del asiento y barriendo todo el resto del suelo, me hizo reír más fuerte. Wow, su idea de asear era una gran decepción—. Siéntate y espérame —ordenó.Me senté en el sofá, que era sorprendentemente confortable. Puso la caja sobre mi regazo y caminó hacia otra habitación; saqué un trozo de pizza y comencé a mordisquearlo. Cuando miré hacia abajo me di cuenta de que mis pies estaban sobre un montón de sus papeles, entonces los tomé y los metí debajo de mí.(La pizza la compraron antes de llegar a la casa de Adam(?) )Volvió minutos después con dos latas de Coca Cola.—No tenía nada más que Coca Cola para ofrecerte, pero tendrías que beber directo de la lata porque no tengo vasos limpios —dijo luciendo como un tonto.—Es asqueroso. Apuesto a que el dormitorio está peor —le solté, sacudiendo mi cabeza riendo.— ¿Quieres ir a mirarlo? —preguntó, levantando una ceja y mirándome increíblemente sexy. La comida quedó atorada a mitad de mi garganta, ahogándome. Oh Dios, ¿élpiensa que estoy aquí para tener sexo con él? Se rió y me palmeó la espalda, alcanzándome la lata de gaseosa—. Estaba bromeando… bueno, quizás estaba bromeando —se burló mirándome muy seguro de sí mismo.—Si tú piensas que siquiera voy a acercarme a la cama en tu casa, estás muy equivocado. ¿Cuándo fue la última vez que cambiaste las sábanas? —Bromeé.— ¿Se tienen que cambiar las sábanas? —preguntó luciendo consternado. Oh Dios ¿Lo dice en serio? ¡Qué asco! Lo miré asqueada y consternada. Estalló en risas—. Oh Araceli, eres demasiado divertida.Sacudió la cabeza, riendo tan fuerte que tenía lágrimas en los ojos. Yo reí también, pero mi risa era más de alivio. No puedo creer que realmente pensara que hablaba en serio. Demonios soy tan crédula.Todavía no sabía que hacíamos en su casa, nuestra cita era en su casa o qué? Pero él había dicho que mi vestimenta no era adecuada, cuando estaba a punto de abrir la boca para preguntarle, el hablo primero.—Entonces, dime algo más sobre ti —me alentó, tomando su quinto pedazo de pizza.— ¿Mmm, como qué?—Tienes hermanos o hermanas, tienes algún hobby, dónde trabajas. Ese tipo de cosas —respondió levantando sus hombros.—Ok, bueno, no trabajo, voy al instituto. Realmente no tengo ningún hobby, me gusta leer y tengo tres hermanos menores. ¿Qué hay de ti? —contesté, observando su reacción a mis respuestas.Él sonrió y me sentí relajada. Obviamente no estaba molesto por el hecho de que yo aún estuviera en el instituto, por lo que él sabía que era menor de 18 y que tenía «17».......—Bueno soy barman en un bar, me gusta cantar como te dije, pero eso es sólo entretenimientocon los amigos, y tengo una hermana mayor y un hermano menor.— ¿Sí, de qué edades? —pregunté, terminando mi bebida y mirando alrededor por una papelera o algo donde tirar la lata.Arrugó su nariz y tomó la lata por mí, poniéndola en el suelo. Rodé mis ojos. —Mi hermano, Danny, tiene 19 y mi hermana, Lara, tiene 30. Mmm oye, esto podría ir más lejos y tú puedes decir que no si quieres… —arrastró las palabras luciendo avergonzado. Lo miré con curiosidad esperando a que continuara—. Bueno… eem… hoy mi hermana se casa. Estaba pensando, me preguntaba si querrías venir conmigo, esa seria nuestra cita —preguntó mirando esperanzado.¡Joder! ¿Él quiere que vaya en una cita a una boda familiar? ¡Eso un poco extraño!—Mmm… —murmuré mordiéndome el labio, pensando; porun lado querría pasar más tiempo con él. Parecía muy dulce, pero, por otro lado, ¿qué pasaba si me sentía incómoda? No podía exactamente irme si me aburría. Era una boda, lo que significaba una comida y una fiesta después.Sonrió incómodo. —Tienes que pensar sobre ello. La boda es en dos horas.—Abrí mis ojos sorprendida. —Les dije queiría solo porque no tengo novia, entonces el puesto de mi acompañante quedaría vacío. Mi hermana dijo algo sobre acomodarme con alguna de sus amigas solteras para el evento —hizo una mueca lo que me hizo reír.—Adam, no tengo ropa para hoy. —Dije algo apenada, puessi la fiesta se hace a las siete, a qué hora volvería? Pues tengo instituto y mi madre va a estar llamándome.Se rió travieso. —Tengo un vestido que podría ir perfecto para ti.Lo mire algo incrédula. —Por qué rayos tienes un vestido en tu casa?El me miro sin decir ni una sola palabra.—Diuuu Adam!—Dije con mueca de disgusto. —Guardas la ropa de las chicas con las que te acuestas?—Pregunte y elabrió los ojos y negó rápidamente con su cabeza.—Esta lavada. —Sonrió mostrando todos sus dientes. —Porfavor. —Suplico con un puchero en su labio inferior.--------------Anduve por la cocina nerviosamente hasta que escuche unos pasos, seguramente era Adam, alisé mi vestido (un vestido rosa pastel sin tirantes y ajustado, marcando todas mis curvas, Adam me dio unos tacos de la hermana,deje mi cabello suelto), respiré hondo, mi aliento se atoró en mi garganta cuando le vi. Él se veía increíble en un traje negro y camisa blanca.Recorrí con mis ojos hacia abajo su cuerpo despacio, abarcando cada parte de él antes de arrastrar mis ojos a su rostro. Su pelo estaba estilizado, sin embargo todavía lograba verse desordenado, como si hubiera estado pasando sus manos por él. Sus ojos aún rastreaban mi cuerpo abajo, su boca abierta ligeramente. Sonreí a mí misma. ¡Le gusta lo que ve! Limpié mi garganta dramáticamente para conseguir su atención. Sus ojos se engancharon a los míos y me sonrió, sus ojos perforándome otra vez.— ¿Has terminado de desnudarme con los ojos o necesitas unos minutos más? —Bromé, inclinándome contra el marco de la puerta, tratando de verme sexy.—Lo siento—contestóél, sacudiendo su cabeza, mirándome toda de nuevo.Me reí tontamente.—No tenía maquillaje en este momento, mis mil disculpa por ir así—Dije señalando mi rostro, lo único que tenía era un poco de rímel en mis negras pestañas.—Aseguro que eres más hermosa sin maquillaje.—Sonrió dulcemente, lo que causo una revolución en mi interior.—Gracias supongo—Respondí con una media sonrisa.—De nada —dijo pasando sus manos por su cabello. Wow, eso es tan sexy cuando él lo hace.------De camino a la iglesia él procedió a contarme todo lo que necesitaba saber sobre su familia antes de que yo los conociera. Los nombres de su padres eran Mark y Johannah, su hermana se casaba con un tipo llamado Andrew, y yo debía alejarme de su tío pervertido Chris, a quien le gustaría indudablemente una «cosa joven y bella» como yo según parece. Para cuando nos detuvimos en la iglesia yo torcía mis manos nerviosamente. Esto es una idea realmente terrible. ¿Quiero decir, quién en el mundo va de primera cita a una boda en familia? Él saltó y rodeó hacia mi lado, tendiendo una mano para ayudarme a salir del coche blanco de él.Cuando salí, él se inclinó dentro y agarró algo de la guantera. Se giró hacia mí sosteniendo un pequeño ramillete. —Conseguí esto para ti.Oh, es muy bonito. —Gracias, Adam. —Lo tomé y lo observé. Era uno de los que se fijaban al vestido; tenía unas pequeñas flores blancas en el medio con hojas verdes por detrás. Era encantador.— ¿Quieres que te lo ponga? —preguntó él, levantando unaceja arrogantemente.Me reí y sacudí mi cabeza. —Creo que puedo sola, pervertido —contesté, riéndome tontamente y fijándolo en el frente de mi vestido mientras caminamos a la iglesia.Cuando llegamos a la puerta él tomó mi mano y tiró de mí para detenernos. —Gracias por venir, Ara. Si en algún momento quieres marcharte, me lo dices y te llevaré a casa. Quiero decir, esto es una primera cita terrible.Él me miró disculpándose, como si esperara a que huyera en cualquier segundo.— ¿Oh mierda, tú crees que esto es una cita? Adam, sólo vine por la comida gratis —bromeé, jalándolo hacia la iglesia. Él iba riéndose mientras cruzábamos por las puertas. La gente de atrás se dio la vuelta para mirarnos entrar, obviamente preguntándose qué era todo el alboroto. Me sonrojé y dejé caer mis ojos al suelo y lo dejé que me condujera hacia un banco cerca del frente. Él iba diciendo «hola» y «que gusto verte» hacia la izquierda, a la derecha y el centro. Puse una sonrisa falsa y seguí detrás de él incómodamente. Cuando llegamos a la segunda fila, él me hizo un gesto para que entrara primero.Sonreí cuando me senté al lado de un tipo que se parecía aAdam, sólo que no tan guapo y un poco más joven; sus ojos eran marrones. Él me estaba revisando totalmente con la mirada, y ni siquiera se molestaba en ser discreto tampoco.Éste es obviamente su hermano pequeño.— ¿Tú debes ser Danny, verdad? —pregunté, sonriendo abiertamente.El chico me regresó una sonrisa satisfecha, sus ojos centelleaban con picardía. —Sí, y tú debes ser la chica con la cual me despertaré mañana.Me reí bajito. — ¿Wow, la arrogancia es de familia, eh?Adam alcanzó y dio un puñetazo a su hermano en el brazo, haciéndome reír más. —Contente ahí, idiota, que es mi cita—refunfuñó él.— ¡Shh, chicos que estamos en una iglesia! —siseé, riéndome tontamente otra vez.Adam rodó sus ojos mientras la señora en la fila delantera se giró. Era muy bonita y tenía los mismos ojos que Adam.— ¿Chicos podrían dejarlo por un día? —ella reprendió, sacudiendo su cabeza, obviamente tratando de sonar severa, pero la sonrisa en su rostro como que arruinaban el efecto. Su mirada se centró en mí y su sonrisa se hizo aún más grande—. ¿Oh, Adam, vas a presentarnos? —susurró ella con emoción. Me senté más derecha.Esa es su mamá y yo estoy sentada aquí riendo tontamente en una iglesia. Wow, grandiosa primera impresión, Araceli.Adam asintió con la cabeza. —Mamá, ella es Araceli Rose, mi mamá, Johannah —él nos presentó—, y ese de allá es mi papá —añadió él, señalando a un hombre que estaba parado dirigiéndose a un par de personas en frente del otro pasillo.—Estoy tan contenta de conocerte —habló entusiasmada Johannah y me tendió una mano.Yo se la estreché incómodamente, sintiendo mi cara calentarse. —Yo también, Johannah. Me encanta su sombrero —dije, sonriendo. Se veía muy linda, en un trajecito color crema y el sombrero a juego con un pequeño tul en él, mamá seguro que habría comprado aquel sombrero también.—Gracias, cariño. —Ella sonrió felizmente, tocándolo por arriba.El tipo que Adam había indicado como su papá, vino y se sentó, antes de girarse en su asiento para charlar con nosotros también. Estrechó la mano de Adam en un gesto muy maduro. Yo podía ver que ellos tenían una estrecha relación; sus padres lo adoraban, podía decirlo con sólo mirarlos.—Mark, esta es la novia de Adam, Araceli —dijo Johannah alegremente, mirándome orgullosamente.¿Novia? Wow, bien, precipitándose un poco, Johannah. Aunque no me corresponde corregirlos. Eché un vistazo a Adam, esperando que dijera algo, pero él sólo pasó su brazo a través del respaldo del banco, donde descansaba mi espalda, haciéndome temblar un poco.— ¿Sí? gusto en conocerte, Araceli —me saludó su papá, con una amplia sonrisa y mirando orgullosamente a Adam.—Es un gusto también —musité, avergonzada por toda la atención.— ¿Así que, cómo lo lleva Andrew? —preguntó Adam, echando un vistazo a un tipo de aspecto nervioso parado al frente. Él parecía muy mono en su esmoquin, pero retorcía sus manos, mirando la puerta.Mark se rió entre dientes reservadamente.—Está bien. Creo que se sentirá mucho mejor cuando Lara llegue. De alguna manera se le ha metido en la cabeza la idea de queella lo dejará plantado en el altar —contestó él, riendo.— ¿Por qué piensa eso? —pregunté, frunciendo el ceño, un poco preocupada. Sería horrible si ella no aparece. Pobre tipo.Mark se rió más fuerte, lo que le ganó un codazo en las costillas por parte de Johannah. —Le dije que ella lo haría. Yo andaba bromeando esta mañana, pero el pobre chico se lo ha tomado a pecho —contestó él maliciosamente.Adam y Danny comenzaron a reírse—. Todo iría bien ni no fuera porque el planificador de la boda no acabara de arrastrar a Lara lejos para arreglar un problema con su vestido. Cuando él me vio solo, creo que pensó que ella no vendría.Johannah sacudió la cabeza y los miró con desaprobación.— ¡Ustedes tres son malvados! En serio, de tal palo tal astilla, todos tienen el mismo sentido del humor retorcido —reprendió ella—. Ara, yo me lo pensaría dos veces para tener niños con Adam. Deberías observar a su padre para ver lo que él parecerá en veinte años. —Ella hizo rodar sus ojos juguetonamente.