+ Capítulo 41 +

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  Sintiéndome algo indispuesta por los nervios, bajé del auto siguiendo a Cami y a Dave. ¿Y si me cayese en medio del bosque, me lastimara y nadie se diera cuenta? ¿Y si permaneciese, durante horas, tirada ahí, pidiendo auxilio? Sabía que estaba siendo algo patética, pero eran los tipos de cosas que me pasaban, un típico momento Araceli.

Mientras íbamos bajando, nos llevaron a los monos que estaban ahí apilados. Agarré uno de mi talla y me lo puse, sintiendo como mi corazón se hundía a cada segundo. Este no era mi plan ideal para pasar una tarde de sábado.

Por favor, por favor, por favor que salga de esto ilesa.

Nos entregaron a cada uno de nosotros, un casco, una pistola y un paquete de pelotas de pintura de repuesto, y nos llevaron a tropel a un pequeño claro en donde estaba, sobre una pequeña plataforma, el instructor preparado para instruirnos. Empezó a enumerar las reglas, cómo recargar la pistola, dónde estaban posicionadas las banderas, qué hacer si resultabas herido, y un sinfín de cosas en las que no estaba muy interesada. En estos momentos preferiría estar en cualquier otro lugar que aquí, especialmente cuando al levantar la vista observé a Adam y a la señorita Teller justo de pie delante de ella, escuchando al tipo. Se los veía como la pareja perfecta, se los veía tan bien juntos y, eso me hacía sentir aún peor.

Me encontraba ahí de pie, observando discretamente cómo la señorita Teller ponía su mano sobre el brazo de él, sonriendo seductoramente. Dentro de mí, me sentí morir. Ella se reía sobre algo que él había dicho, bueno a decir la verdad, se reía tontamente. Inmediatamente me visioné a mí misma yendo hacía donde estaban ellos, tomándole de su perfecto pelo rubio natural, y hundir su bonita cara en el charco embarrado a sus pies. Suspiré. ¿Por qué estaba aquí? Debería de haber dicho que no. En el transcurso del día acabaré dañada, entonces por qué me prestaba a esto, sabiendo que la pareja más reciente y perfecta también estaría hoy aquí, juntos. Una cosa era escuchar en el instituto sobre la relación y tener conocimiento de lo que estaba pasando, pero verlo en persona me estaba destrozando el corazón.
¿Por qué no era capaz de olvidarlo? ¿De todas formas, qué tenía de especial? De acuerdo era extremadamente hermoso, pero no estaba muy interesada en eso. Él era inteligente y gracioso, dulce y considerado... ¡pero era un profesor! Debería dejar de mirarlo de esta forma. Lo que necesito es echar mano a cualquier otro y besarlo hasta la inconsciencia y esperar sentir mariposas en el estómago como las que sentí al besar a Adam. Quizás Olly no fuese la persona adecuada, si quizá lo intentase con otro entonces sentiría algo, alguna cosa, solo para que se fuera el dolor y hacerme sentir mejor.

Durante las últimas dos semanas, Adam y yo nos llevábamos tan bien que se me había olvidado el hecho de que estaba cortejando a otra, pero verlo era una tortura. Habían pasado más de seis semanas desde que rompimos, pero seguía sin poder olvidarlo. Posiblemente rayaba a la obsesión. Quizá debería ir a terapia o algo parecido.

La señorita Teller echó sus largos, perfectos rizos sobre el hombro y riendo dio a Adam una palmada en el brazo. Él sonrió y movió su cabeza. Yo fruncí el ceño. ¿Qué le estará diciendo para hacerlo reír de esa manera? ¡No es tan malditamente gracioso! Ambos se giraron y miraron al tipo que estaba delante del grupo, yo miraba mientras ella se aproximaba a él un poco más, provocando que inconscientemente se apretasen mis puños. Necesitaba desesperadamente darle un puñetazo a alguien, alguien rubio.

—Aterriza, Ara. —Cami rió, dándome suavemente un codazo en las costillas.

Me sobresalté y la miré. — ¿Qué? —pregunté, sonrojándome. ¡Diablos, si la gente supiese en lo que estaba pensando!

—Te encontrabas de nuevo en tu pequeño mundo. El instructor ha dicho que comprobemos nuestras pistolas. Sólo aprieta el gatillo y si sientes que está demasiado fuerte al apretarlo te lo ajustan antes de que empiece el juego —explicó ella, poniendo los ojos en blanco, bombeando el gatillo. Sin lugar a dudas ella sabía que estaba otra vez soñando despierta con Adam, siempre lo sabía, maldita mejor amiga psíquica.

* Amor Joven *  |A.L.|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora